Salle des Etoiles, Montecarlo, Mónaco.
En juego el título WBC Silver del peso medio.
Murray posee una cualidad que a la vez limita sus perspectivas: su sólido y ortodoxo boxeo le asegura buenas actuaciones, siendo muy difícil de batir, pero su carencia de variedad de golpeo y de destellos de calidad hace que sus posibilidades de grandes bolsas y de ser reconocido su mérito disminuyan. Así mismo sucedió en este combate, perjudicado además por un rival que no ofreció ningún boxeo.
Desde el principio hasta el final Martin Murray rompió con facilidad la guardia de Spada con su efectivo 1-2 y en ocasiones con su hook al cuerpo o croché de derechas, pero prácticamente ningún otro golpe salió de sus guantes. Por su parte el italiano Domenico Spada apenas merece ningún reconocimiento por su pelea, ya que se limitó a atacar con su cabeza como ariete y, tras empujar a las cuerdas a Murray y entrar en clinch, golpear con unos de sus brazos en croché. Si sólo su mala actuación se debiese a su falta de calidad boxística sería pasable, pero está fue agravada por su flagrante comportamiento antideportivo. En numerosísimas ocasiones Spada golpeaba en la nuca de Murray, además de seguir pegando cuando el árbitro había ordenado detenerse y propinar cabezazos.
El tercer hombre, que debía haber detenido tal comportamiento, solo descontó un punto y este fue a Murray, ya que en el tercer asalto un desmadejado ataque de Spada se encontró con la cabeza detenida de el púgil británico, produciéndose el italiano "Vulcano" un corte en su ceja derecha. La brecha, señalada por el árbitro como cabezazo involuntario, no logró ser restañada por la esquina, en parte también porque el cabeceo de Spada no lo favorecía. Así la sangre seguía manando y el médico debió de revisar el corte en el sexto y en el séptimo asalto, llevando esta última revisión al fin de la pelea al considerar el facultativo que no debía continuar. Aunque es cierto que el corte era profundo, no estaba en zona demasiado peligrosa (alejado mas de un cm del parpado) ni producía demasiada sangre, pero tampoco era necesario correr riesgos con una victoria tan clara de Murray.
Así lo reflejaron las cartulinas, que dieron le dieron la victoria por decisión unánime 67-66, 68-63, 69-67, siendo incomprensible la puntuación del juez A. Con todo Martín Murray 29(12KO)-1-1 defendió su cinturón WBC Silver y se prepara ya para su siguiente combate, anunciado para el próximo 21 de febrero, de nuevo en Montecarlo. Su rival será el temido y aparentemente imbatible monarca de los pesos medios, el kazajo Gennady Golovkin, contra quién no le bastará su boxeo lineal y escaso de imaginación, teniendo que trabajar en ello para poder tener posibilidades de éxito.
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