miércoles, 8 de noviembre de 2017

Luis Nery – Arthur Villanueva (4/11/2017)

Estadio Gasmart, Tijuana, México. Peso Gallo.

Tras el sumamente polémico perdón otorgado por el WBC a Luis Nery respecto a su positivo en control antidopaje, éste afrontaba un rodaje, sin título en juego, de cara a la revancha que disputará ante el monarca Shinsuke Yamanaka. Pues bien, aunque de nuevo ofreció en gran parte una arrolladora actuación para hacerse con el triunfo, la detención arbitral fue manifiestamente precipitada y sufrió un knockdown y diversos problemas puntuales que parecen abrir una puerta a la victoria del excampeón japonés en la pelea de desquite.

Villanueva, apoyado en su sólido boxeo, comenzó pelando con calma, intentando anotar el directo al cuerpo, pero dar margen para el despliegue ofensivo de Nery es un total error, por lo que éste se lanzó pronto al ataque con izquierdazos y combos de hooks que estremecieron a su rival, lo dejaron de espalda al ensogado y en visibles apuros. El filipino se repuso y en el segundo asalto intentó reordenar su boxeo, pero, como es habitual en el mexicano, éste aprovechó el último minuto para conectar fuertes ganchos zurdos y directos, que abrieron el camino a un tercer episodio en el que de nuevo Villanueva quedó tocado por las series de hooks de su rival. Así se llegó a un cuarto asalto en el que Nery se lanzó a por el knockout, impactando uppercuts encadenados con directos y ganchos que parecieron presagiar lo peor para su adversario, aunque éste aguantó el envite y lanzó fuertes contragolpes, uno de los cuales, un gancho diestro, tiró a la lona a “La Pantera”.

La caída no fue aparatosa y Nery no se mostró afectado tras alzarse, e incluso en el quinto episodio volvió a abalanzarse sobre el visitante, atacándole y hostigándole de nuevo, pero Villanueva otra vez resistió el empuje de su adversario y lo alcanzó al contragolpe con ganchos diestros, pasando a perseguir al campeón y tocarle en las cuerdas con directos. De todos modos, en el siguiente asalto, en el sexto, Nery 25(19KO)-0 conectó algunos rectos que dejaron tocado a Villanueva 31(17KO)-3(1), aunque no más que en anteriores ocasiones, interviniendo precipitadamente, pese a ello, el tercer hombre para detener el combate.

A diferencia de lo acontecido, por ejemplo, en el combate Quigg-Yefimovich, Villanueva contestó con contundencia en todo momento y había llegado a derribar a su rival con un inesperado contragolpe, todo lo contrario a lo sucedido en la citada eliminatoria del peso pluma. Así, la detención pareció demasiado temprana, debiendo esperar unos cuantos segundos más el árbitro para comprobar si existía la posibilidad de que Villanueva se rehiciese. En cualquier caso, siempre es preferible no correr riesgos en cuanto a la salud de un boxeador y Nery estaba en mucho mejor estado que su adversario, por lo que, aunque la detención no fue la más correcta, tampoco es del todo desacertada. 

Sea como sea, lo más importante no es la resolución de la pelea, sino la imagen que ésta deja. Al contrario de lo sucedido en agosto, cuando Nery venció en cuatro asaltos al número 1 de la división, un Yamanaka que se vio superado por la potencia de su adversario, el mexicano se mostró claramente vulnerable al contragolpe y sin duda el japonés habrá tomado adecuada nota de estos fallos. Por ello, quizás no sea conveniente descartar, como muchos hacen, las posibilidades de éxito de Yamanaka, puesto que si un Villanueva sin excesiva pegada y que no pasa por su mejor momento consiguió derribar a Nery, el japonés tendrá todavía mayores posibilidades, llevado por su deseo de revancha, de ofrecer dificultades al monarca, que igualmente será claro favorito para imponerse.

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