Belasco Theater, Los Angeles, Estados Unidos. Peso Pluma.
Aunque con tan solo 11 peleas sigue siendo muy pronto para precipitarse en consideraciones sobre su futuro, lo cierto es que el prospecto De La Hoya cada vez da una imagen mejor y va confirmando con cada actuación que las primeras y osadas proyecciones que hicieron los expertos sobre su futuro pueden materializarse en los próximos años. En su último combate, ante su compatriota Estrella, dominó el encuentro con un magnífico control de la distancia, utilizando con gran precisión sus golpes rectos para anotar entre la guardia de su rival. Apoyado en un jab muy seco y atacando con eventuales combinaciones de 1-2 y un sorprendente 1-2-1, pronto marcó el rostro de su rival. Estrella trataba de forzar la distancia corta, aunque el control de los directos de su oponente complicaba sus entradas. De todas formas, con cierta insistencia, al fin conseguiría acercarse y conectar su mano adelantada en gancho, pero sería respondido rápidamente por el hook zurdo de su invicto rival, recuperando rápidamente De La Hoya la distancia entre ambos con un paso atrás y estableciendo su derecha.
Tras fracasar el intento de llevar en el tercer asalto el combate al intercambio de golpes y cada vez más presionado por los variados ataques de su adversario, Estrella comenzaría a ceder hacia las cuerdas, siendo desgastado por un buen trabajo de ganchos al cuerpo lanzados por De La Hoya. Finalmente tras impactar un inesperado 2-1 desde la larga, el prospecto De la Hoya llevaría a la lona a su rival con una combinación uppercut zurdo-cruzado diestro. Pese al knockdown, el fogueado Estrella se mostró muy valiente, porque quiso seguir peleando aunque estaba lastimado en una de sus piernas a consecuencia de la caída, que fue bastante aparatosa y casi le llevó fuera del ring. En la reanudación una serie explosiva de hooks llevarían al árbitro a intervenir y a poner fin el enfrentamiento, saldándose el encuentro con victoria por KO Técnico en el cuarto asalto a favor de Diego De La Hoya 11(6KO)-0.
Aunque todavía no ha consumido su segundo año como boxeador profesional (algo que sucederá en septiembre), el joven prospecto de 20 años se muestra muy asentado sobre su boxeo y a un nivel más que adecuado para un púgil que escasamente sobrepasa la decena de combates, si bien es cierto que a ello contribuye un sólido bagaje amateur. De todas formas su imagen sobre el ring es de un boxeo bastante maduro, actuando pacientemente y no precipitando sus ofensivas, algo en ocasiones difícil de ver entre prospectos de pocos combates. Su buena elección de los ataques, su control de la distancia y del ritmo, además de una habitual utilización de espectaculares uppercuts diestros aislados y tenaces entradas en 1-2-1, le hacen un boxeador efectivo y con proyección que realiza además combates entretenidos. Habiendo batido con solvencia a rivales con más de veinte combates de experiencia, quizás sería bueno que el equipo de De La Hoya empiece a valorar mayores pruebas y un nuevo paso adelante en cuanto a dificultad, algo para lo cual esta sobradamente preparado y que le ayudaría a pulir los defectos que todavía presenta su boxeo, acumular mejor bagaje de ring y empezar a posicionarse en las listas.
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