miércoles, 13 de enero de 2016

Danny García-Guerrero mundial, anunciados componentes torneos WBC

Las expectativas generadas por el Consejo, que había señalado que organizaría dos torneos en las divisiones welter y superwelter entre los 10 mejores boxeadores para conocer a la nueva figura de la división, sólo han sido parcialmente satisfechas. Y es que, si bien en los mencionados procesos participarán boxeadores muy destacados de ambas divisiones, ni el desarrollo de los torneos ni las decisiones aparentemente arbitrarias respecto a éste hacen que se pueda sacar, como se esperaba, una plena satisfacción de la novedosa idea.
 
En primer lugar hay que mencionar que no se competirá por el cinturón vacante WBC welter en rondas eliminatorias de cuartos de final, semifinal y final como inicialmente se había señalado, sino que el título será disputado por Danny García (2º) y Robert Guerrero (6º) en su combate del próximo 23 de enero (próxima semana). El ganador de este encuentro simplemente se medirá a continuación al retador mandatorio Amir Khan (número 1 desde hace muchísimos meses). Dado que los estatutos de la WBC exigen una doble defensa obligatoria al monarca coronado a través de un cinturón vacante, el segundo aspirante mandatorio saldrá de una eliminatoria entre Lamont Peterson (4º) y Andre Berto (5º). Finalmente, y un tanto al margen, se producirán dos preeliminatorias entre Sammy Vásquez y Aaron Martínez y otra entre Miguel Barrionuevo y Azael Cosio, cuyos ganadores se tendrán que medir entre ellos. Posteriormente, puede que el vencedor tenga que enfrentar también al lesionado Ray Robinson (sufrió un reciente accidente de tráfico de repercusiones menores).

Así, simplemente se ha elegido al rival mandatorio y el tipo de proceso eliminatorio (tal y como se haría en una convención del organismo), aunque este es sumamente complejo y de difícil seguimiento y realización. Porque si ya en una simple eliminatoria se cambian varias veces los planes por derechos televisivos, pugnas por las bolsas y otras circunstancias, difícilmente se culminará sin impedimentos un proceso que contará con 8 combates cruzados a medio-largo plazo. Además, el "torneo" cuenta con unas claras arbitrariedades, dado que se le da la oportunidad mundial a García en perjuicio de un Khan número 1 y sin compromisos contraídos, todo ello a la vez que recibe el campeonato un Robert Guerrero que llega de sumar una derrota amplia ante Thurman y una muy controvertida victoria sobre el arriba citado Aaron Martínez. Por otro lado, y dejando de lado los posibles compromisos de los boxeadores, Barrinouevo (20º) y Cosio (33º) obtienen mayores prerrogativas que por ejemplo Porter (3º), Figueroa (7º), Ponomarev (8º) o Spence (9º), que pueden ver bloqueado un asalto mundial durante muchísimos meses a pesar de su mejor posición en los rankings.


Ligeramente menos controvertido, aunque no carente de polémica tampoco, es el proceso superwelter, división en la cual el cinturón vacante será disputado por los dos mejores clasificados Jermell Charlo (1º) y John Jackson (2º). Hasta aquí puede parecer más o menos justo (depende de si se valora como adecuado o no el ranking de ambos púgiles), pero dejando de lado este combate la situación se complica. El retador mandatorio no será el 3º, Demetrius Andrade, sino que éste tendrá que disputar una eliminatoria ante el 5º Charles Hatley, obviando a un Vanes Martirosyan (4º) que disputará una preelminatoria enfrentándose a Julian Williams (7º), combate que no será para conocer al segundo retador mandatorio del campeón. Al contrario, el ganador del Martirosyan-Williams se batirá con el ganador de otra preeliminatoria entre Jorge Cota (8º) e Ishe Smith (9º). Al margen o a la espera, depende como se mire, quedará un Austin Trout (6º) que podría entrar en el torneo como pieza de sustitución o como rival final del ganador de las preeliminatorias.

De esta forma, y teniendo en cuenta que quizás algunos púgiles han rechazado en privado la oferta del torneo y otros simplemente no se encontraban disponibles para un proceso de esta magnitud, queda la sensación de que la WBC podría haber hecho muchísimo mejor las cosas, que no ha sido ni de lejos justa y que se ha tratado de conformar a bastantes partes sin lograrlo más que parcialmente. En cualquier caso, y dejando de lado las posibles anomalías, la mayoría de los enfrentamientos, por no decir todos, parecen de gran interés, destacando sobre todo la posibilidad de un García-Khan II que finalmente podría quedar truncado por los siempre ambiciosos planes del británico. Sea como sea, y aunque gran parte de estos torneos puedan quedar sin materializarse, parece definitivo que la etapa Mayweather en la WBC ha concluido ya definitivamente para dejar paso a nuevas figuras.

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