miércoles, 27 de enero de 2016

Dominic Bösel - Balazs Kelemen (23/1/2016)

Erdgas Arena, Halle, Alemania. Peso Semipesado.

Si bien todavía el alemán Bösel no es una figura de la división a nivel internacional, su condición de número 1 WBO y, por lo tanto, de posible próximo retador mandatorio de Kovalev, le hizo acaparar más miradas en su pasado combate de lo que es habitual. Y es que, aunque Bösel lleva varios meses situado como 1º,  afrontaba además a un rival adecuado para demostrar sus cualidades y defectos como el espigado y no carente de habilidad Kelemen. Lo primero que demostró el encuentro es que a Bösel, que cuenta con un porcentaje de knockout (30%) relativamente pobre, sobre todo para un semipesado, no le falta pegada, sino que al contrario sus puños cuentan con una muy elevada potencia. Hay que destacar principalmente su excelente mano izquierda, puño adelantado que maneja a la perfección y con el que puede desbordar en cualquier instante tanto en cruzado como en gancho. Con uno de estos mismos golpes desequilibraría en el segundo asalto a un Kelemen que ya había sido estremecido en el primer round por una no menos potente derecha directa. 

Entonces, si la pegada de Bösel no es nada escasa ¿Cuál es el motivo de su porcentaje de victorias antes del límite? Pues bien, éste es indudablemente su bajo ritmo de combate y su nula voluntad por buscar el desenlace por knockout, quizás tratando de evitar con ello riesgos elevados. Lo cierto es que a penas recibió ni un golpe realmente duro, bloqueando o evitando con fluidos pasos atrás los puños de su rival, que le llegaban desde demasiado lejos. Pero cuando encontraba el momento oportuno de atacar, que aguardaba calmadamente, y lograba fácilmente estremecer a su oponente, no  intensificaría sus acciones de forma sostenida para desbordar, sino que, tras un breve ataque, dejaba que su rival se rehiciese o que entrase en clinch. Incluso, cuando sus ventaja era muy extensa ya y su victoria era inevitable, Bösel bajaría tanto la combatividad que su nula frecuencia le otorgaría un par de rounds centrales a un Kelemen que mostraba voluntad con sus rectos.

En cualquier caso, y quizás siendo esta falta de ritmo o desidia combativa motivada por encontrarse ante un reto más sencillo de lo esperado, algo que podría ser suplido ante un oponente realmente exigente, Bösel demostró virtudes muy numerosas. Su control del ring y de los espacios, su facilidad para entrar con el 1-2 y, sobre todo, su sensacional manejo de la mano izquierda al ataque o a la contra, con iniciativa o sin, le hacen un oponente muy complicado. Así, sumando a ello una velocidad loable y especialmente una considerable astucia (seguramente adquirida en su etapa amateur), Bösel se pudo hacer con una cómoda victoria, en la que también haría valer su jab con elevado acierto para no dejar escapar los rounds en los que había mostrado muy poca iniciativa. Si hubiese que destacar un punto débil del púgil alemán, además de la ya citada falta de ritmo que le puede penalizar mucho ante determinados boxeadores, éste podría ser una relativa vulnerabilidad cuando se lanza con el 1-2, momento en que Kelemen, y cualquier otro púgil con cierta experiencia, pudo alcanzarlo con algún recto.

Aunque Kelemen 24(13KO)-2(1) en algunos momentos le hizo trabajar y no bajo los brazos ni se dejó llevar por la suficiencia de su oponente, permaneciendo cerrado y lanzando rectos en la medida de lo posible, la victoria del local fue incontestable. Más aún cuando en el octavo round Bösel se anotó un knockdown con uno de sus temibles ganchos zurdos, que obviamente no aprovechó para ir a por el knockout. Finalmente, y después de algunos asaltos bastante tediosos, Dominic Bösel 21(7KO)-0 lograría cartulinas de 120-107, 119-108 y 118-109 que por decisión unánime le otorgaron el triunfo. Así, sólo falta esperar a que a Bösel le llegue un gran combate para comprobar si su  solvencia puede mantenerse ante un gran rival, algo que aparentemente estará condicionado por el estilo de combate de su oponente. Si, como parece, su equipo y él quisiesen ya esperar a la disputa del mundial, que le podría llegar a mediados de año si no sale adelante la unificación Kovalev-Stevenson, el ruso, campeón WBO, sería claro favorito para vencer antes del límite, aunque Bösel debería ofrecer algunas brillantes acciones y rounds de buen boxeo ante un Kovalev a veces un tanto rígido a pesar de su solidez. 

De todos modos, estas pequeñas opciones de Böesel en el mundial podrían ser agrandadas, como siempre, si antes disputase una crucial pelea ante un rival de nivel que le pusiese verdaderamente a prueba y le permitiese pulir sus fallos. 

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