En juego el título mundial femenino WBC del peso minimosca.
Ante una boxeadora con la tremenda solidez ofensiva de la mexicana Zamora, las oportunidades de la hábil Blackshear pasaban por caminar el ring y tratando de buscar los ángulos usar sus golpes rectos, algo que efectivamente realizó durante la primera parte de la pelea, destacando su derecha directa aislada marchándose hacia el ángulo izquierdo. De todas formas estos golpes a penas llegaban a tocar a la fortísima "Roca" Zamora, que no tenía a penas problemas para conectar con mucha facilidad, pero sin demasiada insistencia o riesgo, la derecha directa y el gancho zurdo al rostro. Después de dos primeros asaltos con este desarrollo, la boxeadora local rompería definitivamente el combate a su favor en el tercer episodio. Aunque la púgil estadounidense comenzaría bien el asalto usando su jab y su cruzado así como su recto diestro, Zamora conectaría durísimos puños, destacando un demoledor directo, el gancho de mano adelantada y combinaciones de hooks al cuerpo, que parecieron poner a la aspirante en los primeros apuros del combate.
Zamora había abierto ya la puerta para, en el cuarto asalto, desbordar totalmente a su oponente, impactando potentísimos 1-2, combinaciones de ganchos y otros golpes aislados en cruzado diestro y gancho zurdo. Ante una capacidad ofensiva tan arrolladora y una lluvia de golpes tan fuertes, Blackshear se vería inevitablemente mermada, no pudiéndose desplazar ya como lo había hecho al inicio del enfrentamiento. Pese a que en el quinto asalto la aspirante se mostraría algo más recuperada, la diferencia de pegada era descomunal y si los golpes de Blackshear a penas detenían a su rival, Zamora la estremecía con cada gancho de izquierda.
Finalmente después de un sexto asalto en que Zamora castigó a una oponente sin a penas respuesta con combinaciones de ganchos y directos, la esquina de Blackshear decidía no salir en el séptimo asalto, alcanzando de esta forma Ibeth "La Roca" Zamora 23(9KO)-5 la victoria por abandono de su rival, defendiendo su cinto WBC minimosca por cuarta vez. Es cierto que Blackshear por su edad y por sus combates recientes (3 derrotas en sus 4 últimos combates) contaba con muy pocas posibilidades para proclamarse campeona ante una de las mejores boxeadoras de la división y en general de todo el circuito femenino, pero Zamora no dio lugar a la duda ni dejó que Blackshear pudiese desarrollar su boxeo, pisando con firmeza el ring y quebrando la resistencia de su rival con cada golpe.
También cabe mencionar que Blackshear dio en la báscula 47,6 kg o 105 libras, justamente el límite del peso mínimo, enfrentándose a una boxeadora que dio 48,8 Kg o 107 libras y tres cuartos, muy cercana al límite máximo de la división minimosca, por lo que la percepción de una Blackshear mucho más rápida, pero mucho menos potente y una Zamora más lenta, pero muchísimo más contundente, iría confirmada por la diferencia de peso. Por ello una diferencia de peso (también de altura) tan notable pudo ser decisiva, por lo que si Blackshear todavía desea convertirse en campeona mundial del Consejo debería buscar una oportunidad en la división mínima, en la que ciertamente parece tener algunas posibilidades de éxito.
Por su parte, afianzada como campeona y considerada por muchos como la reina de la división, Zamora se plantea ascender a la categoría mosca para buscar un cetro en un tercer peso, tras serlo del mínimo y del minimosca. Si desea afrontar algún último reto antes de este ascenso de categoría, las dos mayores y más arriesgadas opciones serían dos combates de revancha, uno ante la actual campeona WBA Yésica Yolanda Bopp, ante quien cayó a los puntos hace seis años, y otro ante su compatriota Jéssica Nery Plata, actual número 1 en el ranking del Consejo y que la derrotó por decisión dividida en 2012.
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