EagleBank Arena, Fairfax, Estados Unidos. Peso Welter.
El combate entre Peterson y Díaz fue bastante más intenso e interesante de lo esperado, desarrollándose durante un buen número de rounds de forma impresionante y con intercambios de golpes de notable dureza. Díaz, por su mayor pegada y frecuencia, era quien salía más beneficiado de este planteamiento, anotándose la mayoría de los rounds disputados en esta distancia por su superior número de golpes de poder, que conectaba sobre todo con los ganchos de ambas manos. Pero no sólo por potencia en el cruce de golpes el dominicano llevaba la ventaja, puesto que hacia valer su habilidad para aprovechar de forma excelente los ángulos y las diagonales, algo especialmente materializado en su directo zurdo saliendo de la línea. Peterson no permanecía ni mucho menos inactivo, respondiendo con todos los curvos que podía y utilizando de modo especialmente bueno un gancho zurdo que en el segundo asalto, descargándolo insistentemente al cuerpo de su rival, le valió el round con claridad. Con todo, este sólido manejo de los hooks y también de los rectos, junto a otros detalles de calidad como un brillante uppercut zurdo girando, no eran utilizados con la regularidad adecuada ni tampoco explotando bien los huecos y los tiempos de ataque.
Por su lado el oro olímpico Díaz sabía aprovechar mucho mejor las brechas defensivas, muchas de ellas creadas por él mismo por su gran juego de piernas y manejo del ring, que le permitía oscilar entre la agresiva ofensiva y el habilidoso contragolpe. Después de un cuarto round en el que hizo un buen trabajo con los ganchos, el invicto dominicano se soltaría aún más, empezando a bajar sus brazos y a impactar breves combos de hooks al rostro, aunque en el ecuador de la pelea Peterson estabilizaría su boxeo en línea para contestarle. El excampeón mundial superligero desplegaría durante este periodo una táctica mucho más acorde a las circunstancias y a su boxeo, jabeando con firmeza, utilizando el directo en corta, caminando más y pasando manos. De este modo, compensaría momentáneamente las arremetidas de Díaz, pero "Havoc" terminaría por regresar a la pelea en la corta poco después, dejando que la insistencia ofensiva de su rival le volviese a arrebatar los rounds.
La parte final del encuentro sería bastante más oscilatoria, con ambos sucediéndose en el dominio de la iniciativa y con la pelea pasando del intercambio de puños al boxeo dinámico. Así, si bien en el octavo round Díaz conectaría de forma decisiva su directo zurdo, el noveno sería más igualado, con Peterson intensificando sus ataques e impactando un tremendo gancho zurdo igualado por las contras de su rival. Finalmente, y después de un décimo round en el cual el visitante realizaría un buen boxeo desplazándose y un onceavo en el cual Peterson cedería acertadamente el centro del ring, Díaz cerraría el encuentro en el último round con mucha intensidad y agresividad para no dejar dudas sobre un combate que había dominado en líneas generales. En cualquier caso, no eran los aficionados o los críticos que habían visto vencer a Félix Díaz 17(8KO)-1 con cierta claridad los responsables de decidir al vencedor, sino tres jueces que de forma muy polémica dieron la victoria a Lamont Peterson 34(17KO)-3(1)-1 por decisión mayoritaria y tarjetas de 114-114, 116-112 y un inaceptable 117-111.
De este modo, Peterson volvía a sumar un triunfo controvertido y sin que pudiese dominar y ni mucho menos brillar. Esto es así porque, a pesar de su gran calidad y técnica, su combatividad es sumamente irregular y sus cambios tácticos hacen que se desvanezcan durante gran parte de las peleas sus ventajas y cualidades. Si bien cuando utilizó los rectos en la distancia larga y media-larga con cierta continuidad, sobre todo cuando no tenía la iniciativa, podía ofrecer grandes acciones y amagar con dominar, en cuanto trataba de avanzar sobre su rival en busca de los curvos Díaz le superaba con solvencia con sus precisos golpes de poder, que casi siempre encontraban la forma de eludir la guardia de su oponente. Así, el dominicano, sumando a ello un buen control de la distancia, hábiles esquivas, y certeros contragolpes, debió lograr una victoria que los jueces truncaron y que le dejó moralmente abatido. La puntuación de Bastión Boxeo es de 116-111 a favor de Félix Díaz.
Después de este controvertido combate, parece que ambos tomarán trayectorias diferentes, con Peterson buscando una gran pelea en el peso welter (división en la que a partir de ahora militará) y Díaz tratando de lograr la disputa de un mundial en la división del peso superligero (apuntando a un choque con Broner), aunque cabe mencionar que el derrotado se considera, justamente, merecedor de una revancha. De todos modos, posiblemente ésta no llegará a realizarse, y si bien Peterson tendrá muy difícil despuntar en el competido peso welter, Díaz tiene mejores posibilidades de coronarse en el superligero, habiendo demostrado que puede rendir al nivel de la élite.
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