Sports Palace, Rostov del Don, Rusia.
Eliminatoria final WBC del peso crucero para decidir el retador oficial del campeón Mairis Briedis.
Resultaba evidente que, tras el negativo precedente, Kudryashov ofrecería una mejor actuación en la revancha, no cometiendo otra vez el absurdo error de recurrir a una semiguardia que no sabe utilizar. De todos modos, si bien pudo compensar la mala imagen ofrecida en su única derrota, Kudryashov puso de manifiesto de nuevo tanto sus grandes cualidades como sus grandes defectos.
Como en el primer choque, Durodola arrancó con mucha intensidad, lanzando directos al rostro y ganchos al cuerpo, aunque Kudryashov tuvo un mejor desempeño defensivo, bloqueando algunas manos y esquivando otras a la vez que preparaba contraataques en potente cruzado diestro, gancho o uppercut. Además, si bien fue conducido eventualmente a las cuerdas, el ruso no se dejaría encerrar, saliendo de la situación lo más rápido que su limitada técnica le permitía. Igualmente, Durodola se mostró, una vez más, peligrosísimo, capturando el segundo asalto con sus fuertes directos, que Kudryashov pudo contestar y aguantar pero que le generaron dudas, seguramente al recordar el desenlace del primer enfrentamiento.
Con todo, aunque en el tercer episodio siguió llegando con hooks enlazados con directos, el nigeriano se vería neutralizado en parte por el jab de su rival, que al fin se decidió a usar ese golpe, que le daría el suficiente espacio como para descargar su temibles ganchos zurdos aislados o enlazados con uppercut. Así, “The Russian Hammer”, con su 100% de knockouts, no tardó en romper la pelea, impactando una izquierda curva que sacó volando a gran velocidad el protector bucal de su contrincante. El cambio de tendencia resultó definitivo y, en el cuarto episodio, Kudryashov conectó un gancho zurdo que tumbó sobre la lona a Durodola. Éste resistió el hostigamiento al que se vio sometido y replicó valientemente en la medida de lo posible, pero el formidable noqueador no iba a dejar escapar el triunfo. De este modo, después de haber llegado alguna vez con su característico hook de mano adelantada con salto, en el quinto round, Kudryashov lanzó un uppercut diestro errado pero enlazado con un gancho zurdo que tumbó de nuevo al visitante. Por segunda vez se alzaría, pero, poco más tarde, volvería a recibir el mismo combo, quedando estremecido en una de las esquinas a la vez que el árbitro decretaba el final.
No hay mejor forma para recuperar la moral después de haber encajado la primera derrota que desquitarse de ella ante el púgil que se la hizo padecer. Por ello, Kudryashov 21(21KO)-1(1) podrá cerrar una etapa en su carrera y encarar en perfectas condiciones mentales su primer mundial. De todos modos, lo más importante respecto a las posibilidades de triunfo en el campeonato ante el monarca Mairis Briedis, del que ahora es retador obligatorio, no será su estado de moral sino su desempeño sobre el ring. El campeón letón es un púgil técnicamente muy completo, que sabe moverse, jabear y contragolpear en cualquier circunstancia y que cuenta con mucha pegada, por lo que el ruso, un tanto rígido y tosco, podría verse neutralizado con bastante amplitud. Resultará imposible que antes de subirse a un ring con Briedis, Kudryashov pueda experimentar una evolución técnica lo suficientemente grande como para compensarlo o ni siquiera para poder solventar algunos de sus errores defensivos mostrados ante Durodola. Así que al retador ruso no le quedará otra salida que basar sus opciones de victoria en su descomunal pegada, que verdaderamente puede decidir a su favor cualquier combate con una sola mano aislada. Por ello, si bien Briedis será el favorito y si se mantiene a distancia podrá imponerse, si se descuida y se queda en la distancia media, Kudryashov siempre tendrá una opción de triunfo.
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