Tostitos Championship Plaza, Frisco, Estados Unidos.
En juego el título WBC Fecarbox del peso superligero.
Habiendo caido derrotado ante Amir Imam y habiendo sumado un empate ante Art Hovhannisyan, la carrera de Maldonado durante los dos últimos años y medio permaneció, en el mejor de los casos, estancada. De todos modos, el pasado sábado, al fin, logró la victoria que necesitaba para verse alzado a un buen evento en el que demostrar sus cualidades ante el gran público. Con todo, este triunfo lo obtuvo a costa de un Cano que en sus últimas diez subidas a un ring ha sumado cinco derrotas, un No Contest y cuatro victorias, una racha de verdadera irregularidad que no parece tener final y que más tarde que temprano podría acabar en una profunda crisis.
Ciertamente, la imagen de ambos boxeadores fue diametralmente opuesta. Maldonado aplicó en todo momento un boxeo superior, sustentado en entradas y salidas en las que, a pesar de su desventaja en alcance, hacía valer con mucha claridad su directo zurdo. Además, su uso del jab era frecuente y efectivo, siendo también más veloz y preciso en los eventuales cruces de golpes que se produjeron en la distancia corta y en los que haría valer combinaciones de curvos. Así, un Cano desdibujado se llegaría a ver retrocediendo ante el avance de su rival.
Estando en esta situación el enfrentamiento, Maldonado padeció a causa de su principal punto débil, su falta de encaje, que en el quinto episodio se materializó en un knockdown al ser estremecido por un directo, castigado con ganchos al cuerpo y tumbado por un hook zurdo enlazado con recto diestro. Ese debería de haber sido el punto de inflexión para “El Demoledor” Cano, que tendría que haber explotado las dudas y el desgaste de su oponente para buscar el desenlace. Pero, muy al contrario, en el sexto episodio se mostraría de nuevo sin recursos ni iniciativa, por lo que un Maldonado rápidamente recuperado no tardó en imponer su superior boxeo jabeando, conectando salteados pero claros golpes de poder y contragolpeando con acierto.
No volviendo a verse sorprendido en ninguna acción aislada y prolongándose su dominio hasta el décimo y último asalto, el triunfo de Fidel Maldonado Jr. 24(19KO)-3(2)-1 resultó tan evidente como solvente. La puntuación de Bastión Boxeo es de 98-91 a favor de Maldonado. A pesar de ello, si bien dos de los jueces dieron un justo 97-92 a su favor, el tercero dio un incomprensible 93-96 a favor de Cano, logrando la victoria Maldonado por decisión dividida. Sea como sea, y al margen del error de uno de los jueces, en esta pelea trascendental para ambos la balanza se decantó de forma clara y brusca: Cano, que tras su derrota ante Alan Sánchez tomó aire derrotando a Mauricio Herrera, volvió a ver su carrera tambaleada no tanto por el resultado como por la pobreza de su boxeo, mientras que un Maldonado ágil, veloz, preciso y, en definitiva, que cumplió convincentemente con su objetivo, probablemente podrá hacerse un hueco en una gran velada de Golden Boy Promotions en el último cuatrimestre del año.
Sin duda, la oportunidad le llegará tras esta victoria retransmitida por ESPN y ante un extitular con cierto renombre como Cano, pero la pregunta es si Maldonado podrá salir con el brazo en alto de ella. No es conveniente dudar de sus posibilidades ante un boxeador bien situado pero insuficientemente fogueado o que no cuente con una buena pegada, pero si se le enfrenta a un top 15 con un buen porcentaje de knockouts parece más que probable que pueda volver a sucumbir. En cualquier caso, y aunque su mala resistencia a los golpes le impedirá hacerse un hueco en la élite, lo que es seguro es que ante casi cualquier rival podrá ofrecer una pelea entretenida que debería servir como una inmejorable apertura para la parte televisada de un próximo gran evento.
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