Manchester Arena, Manchester, Reino Unido.
En juego el cinturón de campeón británico del peso medio. Primera defensa del titular Langford.
El choque se desarrolló al comienzo con una importante carga táctica, con ambos boxeadores buscando el momento para imponer su jab, conectar sus derechas y contragolpear con sus ganchos. En esta fase fue Langford quien llegó con mejores golpes de poder, tanto llevando la iniciativa como sin ella, aunque Arnfield plantó toda la resistencia que estuvo a su alcance jabeando, haciendo fallar el directo a su rival y conectando su propio recto diestro y ganchos zurdos al hígado, neutralizando de esa forma el intento de presionar del campeón británico.
Así, alcanzado el quinto asalto el combate estaba notablemente abierto en las acciones, aunque no en las cartulinas, que se decantaban del lado del titular. Con todo, la pelea comenzó a girar del lado de Arnfield al llevarse éste la mejor parte en los intercambios de golpes curvos en corta que se produjeron en torno a la mitad, sobreponiéndose al empeño y a la frecuencia de golpeo de Langford. Igualmente el encuentro padeció continuas oscilaciones en la ventaja en cada asalto, por lo que se hizo bastante difícil de puntuar, decidiéndose los episodios por pequeños matices, como los rápidos combos de ganchos al cuerpo de Langford o los astutos contragolpes que Arnfield sacó cuando su contrincante se volcaba al ataque.
Finalmente, la pugna, sin apenas entradas en clinch ni rupturas en el ritmo, se encaminó a los últimos tres asaltos, en los que Langord salió dispuesto a añadir un extra a su ritmo para asegurarse retener el cinturón, anotando con claridad su gancho zurdo encadenado con su directo y largas series de curvos, principalmente al torso. Por ello, haciéndose con unos últimos y decisivos rounds, llegado el encuentro a la lectura de cartulinas, los jueces le dieron el triunfo a Langford por decisión unánime y tarjetas de 116-113, 116-113 y 117-113.
Dado que en el inicio y en el final estableció un endeble dominio, siendo algunos asaltos del comienzo de la segunda mitad realmente igualados, la victoria final de Tommy Langford 20(6KO)-1(1) no parece descabellada, aunque la pugna estuvo muy contendida y su triunfo no llegó con un margen nada amplio a pesar de lo que dicen las cartulinas, un tanto excesivas. En cualquier caso, ante un oponente que combatió a un nivel superior del esperado y que resistió con inmenso ímpetu (mostrando Arnfield una gran actitud que podría alzarle a un importante choque en el ámbito británico), Langford consiguió una meritoria victoria, aunque no lo suficientemente solvente como para poder enviar una clara señal de advertencia al top 15 mundial. Sin duda, Langford necesitará realizar algunas defensas más de su título antes de apuntar a objetivos más ambiciosos, pero ni siquiera así parece que pueda superar sus limitaciones y llegar a estar preparado para la cumbre de la difícil categoría del peso medio.
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