DIVS Arena, Ekaterimburgo, Rusia.
En juego el título WBC Asiático plata del peso superwelter.
Dado que casi siempre que los púgiles del top libra por libra participan en una velada sus actuaciones son precedidas por destacados combates de respaldo, muchos fueron los que se preguntaron qué destacados boxeadores componían el interesante semifondo del Kovalev-Chilemba. Pues lo cierto es que los responsables de disputar el duelo coestelar no eran púgiles pertenecientes o cercanos al top 15, sino un prospecto local en ascenso y un fogueado pegador ante el que se ponía a prueba al primero, siendo éstos respectivamente el ruso Magomed Kurbanov y el argentino Davi Eliasquevici.
No hace falta ver más que unos segundos al prometedor Kurbanov para comprobar que su suficiencia sobre el ring no ha podido ser adquirida en siete peleas, estando sustentada sobre una buena base previa al boxeo profesional. Así, su desplazamiento lateral buscando los ángulos y estudiando a su oponente era tan firme y confiado como bien ejecutado. De esta manera transcurriría gran parte del primer asalto, con Kurbanov jabeando y lanzando algún directo a la vez que Eliasquevici aguardaba la ocasión de conectar sus potentes manos en peligrosos cruces. Con todo, sería un hook diestro del púgil ruso el que desestabilizaría a su rival antes de llegar al segundo round.
En este episodio, inicialmente, Kurbanov se limitaría a controlar la distancia y a establecer su jab, aunque posteriormente el cerrado Eliasquevici, que realizaba algunas buenas esquivas de cintura, intensificaría sus acciones lanzando agresivas arremetidas. Con ello, el visitante lograría empujar hacia las cuerdas a su contrincante mientras impactaba hooks arriba y abajo de notable dureza, aunque, tras breves instantes de duda, Kurbanov respondería igualmente con duros ganchos a la contra. Precisamente, serían los hooks al contragolpe lanzados por el imbatido boxeador, mientras "El Loco" se volcaba al ataque, los que le terminarían por dar la victoria en el tercer episodio de un duelo corto pero intenso.
En una de esas acciones, con el ruso en una de las esquinas recibiendo curvos, Kurbanov derribaría a su adversario tras un hook diestro, pero el árbitro no realizó cuenta al estimar que había resbalado. En cualquier caso, "The Black Lion" sabía que su rival, que retrocedía, podía estar tocado, de modo que avanzó provocando unos arriesgados cruces en los que ambos se alcanzaron pero en los cuales finalmente Eliasquevici, alcanzado por un nuevo gancho diestro, sería llevado a las cuerdas y derribado con unos hooks abajo y arriba enlazados con uppercuts y directos. En la reanudación Kurbanov insistiría siete veces con su formidable hook diestro hasta encerrar a su rival, crear un hueco y, después de unos rectos y curvos, asestar un hook zurdo brutal y definitivo que llevó al árbitro a decretar el KO. De esta forma finalizaba un choque en el que Eliasquevici 13(10KO)-3(2)-1, confiado en su pegada y deseoso de dar la sorpresa, tomó elevados riesgos, siendo sobrepasado por los contragolpes de un Kurbanov 8(7KO)-0 que demostró tanta solidez para responder como técnica y pegada.
Contando que ante esta primera piedra de toque de considerable dureza Kurbanov logró una victoria muy buena, es inevitable pensar que este prospecto evoluciona muy rápido y que su proyección es tan enorme como evidente. Sea como sea, éste todavía necesitará más de media docena de peleas ante oponentes de mayor exigencia para poder demostrar si su desarrollo es, como parece, lo suficientemente efectivo como para poder despuntar como una figura a tener en cuenta en el peso superwelter.
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