Hace unos días la Asociación emitió tres comunicados en los que ordenó el inició de las negociaciones para tres campeonatos mundiales, uno mandatorio y otros dos parte del proceso de reducción de titulares. Así, la WBA sigue sosteniendo esfuerzos para recuperar el prestigio perdido y normalizar su situación, aunque una de las tres decisiones tomadas no parece quizás la más adecuada.
Esta es la concerniente al mundial superligero, categoría en la que se ha exigido a su monarca, el británico Ricky Burns 40(14KO)-5-1, que realice su primera defensa obligatoria ante el cuestionado Kiryl Relikh 21(19KO)-0, quien inmerecidamente ha sido sobreranqueado por la WBA mes tras mes hasta situarlo extraña y súbitamente en el número 1. Aunque las cifras del record del aspirante bielorruso son impresionantes, éstas han sido cosechadas ante rivales muy modestos, en algunos casos extremadamente asequibles, siendo realmente difícil calificar a uno de sus oponentes como de nivel medio-bajo. Sea como sea, y aunque Burns partirá como abrumador y absoluto favorito, al menos Relikh tendrá una posibilidad de triunfo en virtud a su gran pegada, si bien esto no parece suficiente para que logre coronarse. Ambos tienen 30 días para negociar su choque antes de encaminarse a una subasta.
La segunda orden emitida por la WBA es la perteneciente al choque entre campeones del peso gallo, duelo que enfrentará al supercampeón Rau'shee Warren 14(4KO)-1 ante el campeón regular Jamie McDonnell 28(13KO)-2-1 y para el cual ambos tienen 30 días para alcanzar un acuerdo. En este enfrentamiento es inevitable que McDonnell sea considerado como favorito en virtud de su grandísima ventaja en altura y alcance pero, recordando los puntos débiles mostrados ante Javier Chacón y ante Tomoki Kameda, no se debe descartar que Warren, que parece haber asentado su boxeo como profesional tras su doble cruce ante Juan Carlos Payano, pueda explotar su velocidad y precisión para generar enormes dificultades al hermano gemelo de Gavin McDonnell.
Finalmente, cabe mencionar una tercera y última orden emitida, según la cual tendrán 30 días para alcanzar un acuerdo el supercampeón superpluma Jezreel Corrales 20(8KO)-1 y el nuevo campeón regular Jason Sosa 19(15KO)-1(1)-4. En principio el primero de ambos, que llegará a este combate tras haber logrado una formidable victoria ante el imbatido exnúmero 1 de la categoría Takashi Uchiyama, debería ser considerado como favorito, sobre todo teniendo en cuenta lo desbordante que puede resultar su dinámico y veloz boxeo. Con todo, después de que Sosa diese también una gran sorpresa batiendo por KO Técnico al invicto Javier Fortuna, no se puede dar nada por sentado en este cruce, en el cual el pegador puertorriqueño tendrá una buena opción de triunfo a pesar de las dificultades casi insalvables que debería suponerle (tal y como le pasó ante Fortuna) el ágil desplazamiento de su oponente.
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