Preston Guild Hall, Preston, Reino Unido.
En juego el título WBA Internacional del peso medio.
Dentro de la etiqueta "peleas de rodaje" se encuadran combates muy dispares en cuanto a exigencia, no siendo lo mismo un duelo entre un boxeador destacado y un púgil con treinta derrotas, que el enfrentamiento que puedan tener un boxeador en ascenso con un combatiente de las mismas características pero menos fogueado. Pues bien, el rodaje que tuvo que hacer frente el top 15 WBA Arnfield fue del segundo tipo, midiéndose a un Hall que, superando las expectativas, generó un combate más complicado de lo que se podía esperar.
El comienzo del choque fue bastante igualado, si bien Hall, que tomaría la iniciativa, pudo estar por delante en el asalto inicial, en el cual buscaría su jab y sus ganchos al cuerpo ante un Arnfield bastante expectante. Aun así, en el siguiente round, el favorito usaría con más continuidad su jab, golpe que, gracias a su ventaja en altura y su habilidad con su mano zurda, tendría una importancia trascendental en el combate. Y es que, repetido incontables veces, el directo de mano adelantada de Arnfield le serviría tanto para frenar la presión de Hall como para anotarse los asaltos e incluso para castigar a su oponente y abrir importante brechas defensivas. Apoyado en el jab, Arnfield progresivamente cambiaría la tendencia de la pelea, manteniéndose cada vez más en el centro del ring y apoyando su mano izquierda con su derecha recta a la contra o al ataque, sobre todo en 1-2.
El un tanto heterodoxo Hall, con la mitad de asaltos de experiencia que su oponente, no se vería totalmente desdibujado, sino que seguiría conectando hooks diestros y cruzados de ambas manos que, junto a algunos jabs y ganchos al cuerpo, llegarían salteadamente contra su contrincante. En cualquier caso, mientras Arnfield mantenía la distancia y usaba sus directos con frecuencia, los asaltos caían de su lado con cierta claridad, más aún cuando Hall aumentaría su presión con algo de precipitación y facilitaría los contragolpes en uppercut y gancho zurdo. Estos puños conllevarían, finalmente, una disminución notable en el ritmo de "Hammer" Hall que, después de un sexto asalto en el que llegó con nitidez y potencia, empezaría a mostrar lentitud y a tener grandes dificultades para impactar sus manos, a la vez que la derecha de Arnfield y su incansable jab seguían consiguiendo réditos.
Aunque el choque estaba casi perdido en las cartulinas para Hall, que necesitaba dejar de avanzar tan frontal y explotar su heterodoxia a través del uso de las diagonales, lo más preocupante para él eran dos grandes inflamaciones en su rostro, una en la ceja izquierda y otra en la frente. Estos problemas, que en el octavo round empeoraron, llevaron a Arnfield a acelerar las acciones, pasando al ataque de forma más agresiva. Con todo, dado que Hall aguantaría y respondería con algunos buenos curvos, Arnfield decidiría retomar la calma y seguir apoyándose en su incesante jab para asegurarse el triunfo. Alcanzado el onceavo asalto, y viendo como inminente que se le detuviese el encuentro por el mal aspecto que presentaba la inflamación de su frente, Hall buscaría romper el choque y, a pesar de que recibiría duras contras, conectaría un brutal cruzado diestro que aflojó la piernas de Arnfield y estuvo cerca de derribarlo. Finalmente, los temores de Mick Hall 13(1KO)-2(1) se hicieron realidad y en el descanso antes del último episodio se detenía el combate, resultando claramente peligroso que siguiese expandiéndose la inflamación de su frente.
De esta manera, Jack Arnfield 23(6KO)-2 se hacía con una trabajada victoria por KO Técnico en el onceavo asalto que le obligó a aplicarse mucho más de lo previsto. Muy pocos podían pensar que Hall pudiese dar la sorpresa y menos aún que con un sólo triunfo por knockout en su record pudiese poner en grandes apuros a su oponente, pero así fue, ofreciendo, a pesar de su falta de bagaje, una actuación realmente meritoria. Sea como sea, Arnfield cimentó su triunfo en una escasísima variedad de golpeo pero en un gran aprovechamiento de sus cualidades, como su gran uso del jab acompañado por algunas derechas y ganchos zurdos, por lo que evidencia una vez más que sin poder ser un boxeador de la élite mundial es un oponente muy sólido y bastante efectivo que podría lograr importantes logros a nivel nacional o continental. Para ello, primero, deberá superar un último test de dureza ante el imbatido veterano Elliott Matthews, púgil similar a él y con apreciable habilidad, aunque sin poner a prueba, al que se medirá el 6 de mayo.
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