Barclays Center, Nueva York, Estados Unidos.
Unificación de coronas IBF-WBC del peso supermedio.
Quizás por los problemas por tener que boxear contra un zurdo o por no establecer el jab en su avance, en el inicio Jack quedaría mal posicionado y expuesto repetidas veces, recibiendo directos y hooks seguidos por cambios de línea. Además, una súbita entrada desde la larga de DeGale conllevaría en el round inicial un knockdown a su favor, viéndose Jack sorprendido y derribado por un directo de izquierda de su oponente. La pelea no había podido comenzar mejor para el británico que, si bien se vería algo más presionado en los siguientes asaltos, impondría su mayor variedad, velocidad y ritmo para anotar combinaciones de uppercut zurdo-hook diestro o de ganchos. Por su parte Jack mostraba los mismos problemas de siempre para ser constante, siendo claramente insuficientes sus salteados ataques en hook diestro y 1-2.
Hacia el cuarto asalto el combate empezó a verse modificado, ya que DeGale, pareciendo algo cansado, optaría por desplazarse por el ring y escoger más sus abiertos hooks. Igualmente, mientras los golpes del campeón IBF eran bastante claros y fáciles de valorar por parte de los jueces, Jack seguía siendo demasiado inefectivo con sus nada impresionantes ni precisos puños. Aun así, la pelea tendió hacia un emparejamiento de las acciones, con Jack llegando cada vez con mayor potencia, especialmente con su 1-2-hook. Después de un quinto round en el cual el árbitro recibió un fuerte gancho zurdo de Jack al intervenir para que ambos no se golpeasen después del final de asalto, el sexto episodio sería uno de los mejores de toda la contienda para el monarca WBC. DeGale quedaría tocado y contra las cuerdas por las potentes series de rectos cerradas con curvos lanzadas por el inconstante Jack.
Así se iniciaría de forma evidente una reacción de "The Ripper", que tanto en el séptimo como en el octavo round llegaría con gran claridad a su rival, pareciendo DeGale durante unos instantes cercano al knockout. Y es que éste, que piensa que tiene mejor defensa dinámica de la que realmente tiene, cometería errores perfectamente evitables al intentar esquivar con la cintura o las piernas portando sus manos bajas, siendo alcanzado en el octavo asalto por una derecha que le sacó el protector bucal y que fue seguida de un duro hostigamiento. De todos modos, a pesar de sangrar y estar bastante enrojecido, DeGale reaccionaría y, a base de valentía, lograría impactar duros curvos abiertos en los intensos intercambios que se produjeron en los últimos asaltos. Con todo, a pesar de que logró resistir e incluso anotarse algún round, en el episodio final sería derribado con un gancho de izquierda seguido por un upperuct.
Si bien la caída resultaba pésima para sus intereses y fue alcanzado en la reanudación por duros hooks y directos, James DeGale 23(14KO)-1-1 consiguió aguantar hasta el final en pie, por lo que se alcanzaba una lectura que no le dio el triunfo ni a él ni a Badou Jack 20(12KO)-1(1)-3, dado que las cartulinas darían un empate con puntuaciones de doble 113-113 y un 114-112. Este veredicto convenció a la mayoría, dado que ambos se habían anotado un knockdown, habían tenido momentos de dominio y varios de los rounds más igualados podrían caer de un lado o del otro. En cualquier caso, y aunque se podrían justificar tarjetas de lo más variadas, DeGale pareció estar más cerca de la victoria que Jack, puesto que el primero no dejaba dudas en su golpeo, siendo nítido y muchas veces en breves combinaciones. En cambio, en muchas ocasiones los directos de Jack eran muy débiles o sólo tocaban el aire, siendo sus ofensivas distanciadas muchísimo entre sí durante los episodios, por lo que la sensación que dejaba era de inefectividad. Si se dejan de lado los prejuicios y los factores que no se deben valorar a la hora de otorgar un round, pero que muchos tienen en cuenta, como que DeGale estuviese más enrojecido, que Jack caminase más rato hacia adelante o que el campeón IBF llegase a estar cerca de la derrota antes del límite, el británico por claridad de golpeo y número de manos anotadas round por round, pareció merecer el triunfo.
Sea como sea, la situación ahora permanecerá igual, con ambos conservando sus coronas pero pareciendo emplazados a una revancha que sin duda sería bien acogida. Cabe mencionar que Jack propuso que el duelo de desquite se produjese en el peso semipesado. Por otro lado, no hay que olvidar que ambos están obligados a enfrentar a sus respectivos mandatorios, siendo los dos peligrosísimos: Callum Smith para el campeón Badou Jack y José Uzcátegui para James DeGale, dos retadores perfectamente capacitados para destronar a estos irregulares y mediocres monarcas y truncar la realización de una revancha unificatoria.
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