martes, 17 de enero de 2017

Erislandy Lara - Yuri Foreman (14/1/2017)

Hialeah Park Racing & Casino, Hialeah, Estados Unidos.
Campeonato mundial WBA del peso superwelter. Cuarta puesta en juego voluntaria del campeón Lara.

Como siempre que Lara no se enfrenta a un boxeador de la élite, el combate no tuvo historia, cumpliéndose sobre el ring los análisis previos del choque. Y es que un Foreman insuficientemente rodado y que no boxea al máximo nivel desde hacía seis años no fue rival para el número 1 del peso superwelter.

En esta ocasión no fue el cubano el que caminó por el exterior del ring, sino que esto lo hizo su rival, permitiendo que Lara tomase la iniciativa. Aunque el diestro Foreman acertaba al girar hacia la derecha de su zurdo oponente, al no acompañar este movimiento con los necesarios ataques permitía que el monarca no perdiese ni siquiera remotamente el control de la pelea, que se desarrollaría con un ritmo bajísimo y un tanto tedioso. La falta de actividad, evidentemente, beneficiaba al boxeador más técnico, un Lara que, sin mostrarse nada agresivo, se anotaría los asaltos llegando con el jab y algún directo aislado.

Con el paso de los minutos, y al no verse amenazado en exceso, Foreman intentaría conectar el directo enlazado con el cruzado de izquierda, pero los 1-2 de Lara, que controlaba perfectamente el momento de ataque y la distancia, compensaban cualquier acierto del israelí. El tercer episodio dejaría algunos breves y poco intensos intercambios, en los que Lara haría valer su superior precisión y velocidad para impactar a la contra el uppercut y el hook. Sería en este asalto cuando Foreman sufriría un knockdown que en realidad no debería haber sido contado como tal, puesto que visitó la lona al entrelazarse accidentalmente las piernas de ambos cuando Lara salió por la diagonal tras conectar un directo. 

Sea como sea, esta caída no afectaría al resultado del combate, siendo el cuarto asalto el último que se disputó. Después de que el dominio de Lara se expandiese con un mejor uso del 1-2 y del 1-2-1, siendo además bloqueados los tenues intentos del aspirante, Foreman entraría tras un directo, viéndose contragolpeado por un uppercut zurdo que lo derribó. Durante la cuenta del tercer hombre el excampeón mundial intentó alzarse una y otra vez pero tendría enormes problemas para equilibrarse, llegándose así a un KO en el cuarto round que le otorgó el triunfo al titular WBA superwelter Erislandy Lara 24(14KO)-2-2. Siendo justos y sinceros, tenía tan poco sentido que Foreman estuviese ranqueado como 9º por la Asociación como que alguien pudiese otorgarle cualquier posibilidad de éxito en este combate, que sin duda fue un terrible error del promotor. Dejando de lado el hecho de que varios de los rivales recientes de Lara han sido demasiado asequibles, algo de lo que pueden ser culpados o su equipo o los boxeadores destacados que rechazan enfrentarlo, tampoco resulta comprensible este intento mundialista de Foreman 34(10KO)-3(3). ¿Cómo un púgil sobreprotegido cuando se encontraba en su mejor momento, que ha estado fuera de los rings dos años, que siempre ha caído ampliamente derrotado ante los rivales destacados y que piensa dedicar su vida a ser rabino ortodoxo puede plantearse aspirar a pelear (contraviniendo según él sus propias creencias) en un mundial contra el número 1 tras dos rodajes ante rivales modestísimos? Sin duda la decisión no fue acertada en ningún sentido, pero el máximo responsable de este mal emparejamiento es la WBA por otorgarle un ranqueamiento que no merecía.

En cualquier caso, hablando de lo que realmente interesa e importa, el futuro de Lara, las elecciones posibles parecen ser muy pocas aunque complejas: poner en riesgo su trayectoria subiendo al peso medio para intentar enfrentar a Golovkin, buscar unificar con uno de los hermanos Charlo (ninguno de los dos ha parecido muy dispuesto a ello hasta ahora) o esperar hasta que el día 11 de marzo se produzca el campeonato regular WBA entre Jack Culcay y Demetrius Andrade, cuyo vencedor será su siguiente retador mandatorio. De forma realista, la última de las opciones es la que resulta más fácil de ejecutar, aunque igualmente Lara (con total seguridad ante el invicto Andrade) se pondría en una situación de mucho riesgo, habiendo en juego una ganancia potencial no lo suficientemente grande como para compensar el peligro evidente de dicha alternativa.

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