Domo Sindicato de Trabajadores IMSS, Tlalpan, Ciudad de México, México. Peso Supergallo.
La pelea sólo tuvo un mínimo interés durante los primeros instantes, cuando Navarrete ejecutaba un jab poco ortodoxo y el filipino Porras se lanzaba con algunos potentes curvos. Más allá de ello, resultó un choque desparejado y ni siquiera mínimamente contendido. Esto es así porque una vez que se vio presionado el mexicano comenzó a desplegar un buen repertorio de contundentes contragolpes, por ejemplo en uppercut zurdo-directo diestro o con combinaciones de gancho a la cabeza. Ante esta reacción, Porras quedaría neutralizado, sin ofrecer otra respuesta que perseguir a su oponente con las manos arriba pero sin lanzar ataques.
Finalmente, todavía en el primer asalto, una izquierda curva de Navarrete arrojó a la lona a Porras, que al querer alzarse rápidamente resbalaría, volviendo a caer pero de una forma verdaderamente extraña, recibiendo una cuenta que fue sucedida por el fin del asalto. Que el visitante cayó la segunda vez debido a que el tapiz estaba mojado o porque la parte con promoción era deslizante resultó evidente cuando, ya en el segundo round, Navarrete también visitó la lona, aunque en su caso sin recibir golpe.
En cualquier caso, el combate poco se iba a prolongar más, dado que un gancho diestro a la contra tumbó a Porras 31(19KO)-7(3), que tras una serie de hooks arriba y abajo, sintiendo especialmente uno de izquierda al torso, caería a la lona sin poder levantarse. Así concluía una contienda que simplemente estaba mal emparejada. No tiene ningún sentido hacer que se enfrenten un top 5 que está listo, más allá de sus limitaciones técnicas, para pelear en un test decisivo ante un top 15 contra un boxeador de muy bajo relieve que no le hubiese generado problemas decisivos a Navarrete 23(20KO)-1 ni cuando éste estaba en fase de desarrollo.
Es cierto que la potencia de pegada del “Vaquero” no es ni mucho menos algo que se deba tomar a la ligera y ante boxeadores de mayor nivel y encaje también habría podido imponerla en pocos minutos. Pero este encuentro en nada le sirve para prepararse para la élite, recibiendo atención por ser uno de los únicos combates televisados de este pasado fin de semana.
Teniendo en cuenta que era 3º WBA antes de esta victoria, lo verdaderamente importante para Navarrete le llegará a continuación, ya que sólo le quedan unos últimos escalones que subir, en combates decisivos, antes de poder alzarse a un mundial. Quizás como primera toma de contacto en el 2018, este “rodaje” ante Porras tenga cierta lógica, pero en adelante ya no hay tiempo ni margen para este tipo de contiendas si quiere llegar al campeonato a medio-largo plazo, pareciendo muy conveniente para sus intereses que su siguiente subida a un ring sea ante un oponente que le ponga muy a prueba.
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