No cabe duda de que uno de los combates más esperados del año en la categoría del peso pesado es el campeonato mundial entre el titular WBC Deontay Wilder 36(35KO)-0 y el aspirante mandatorio Alexander Povetkin 30(22KO)-1, duelo que lleva muchas semanas en negociaciones pero sin que se haya podido llegar a un acuerdo. Así, ambas partes se ven abocadas (a no ser que lo impida un acuerdo de última hora) a una subasta que tendrá lugar mañana día 26 de febrero en Estados Unidos. Según se especula, la poderosísima promotora World Boxing (Povetkin) partiría con ventaja en dicho duelo económico, puesto que cabe recordar que dicha compañía ganó los derechos de organización del Kltischko-Povetkin con la sobrecogedora cifra de 23 millones de dólares, pudiendo realizar mañana una puja enorme, aunque quizás no tan desproporcionada, para poder llevar el campeonato a Rusia.
Sin dejar de hablar del peso pesado, cabe señalar que uno de los más destacados prospectos de dicha categoría, el neozelandés Joseph Parker 18(16KO)-0, podría disputar el mundial IBF antes de que termine el año 2016, ya que su nombre ha sido elegido junto al del durísimo camerunés Carlos Takam 33(25KO)-2(1)-1 para una eliminatoria final que designe al retador mandatorio de dicho organismo. Por ello, en una misma temporada dos de las mayores promesas del peso pesado en la actualidad, Anthony Joshua y Joseph Parker podrían dejar de ser prospectos en ascenso para convertirse en figuras indiscutibles, siendo posible incluso que ambos se enfrenten en un combate mundialista futuro si vencen sus próximos duelos. Con todo, no hay que olvidar que Parker está todavía falto de una crucial prueba de fuego y que su combate ante el peligrosísimo Takam no será nada sencillo. Cabe recordar que Takam ofreció una pelea tremendamente dura a un Povetkin considerado por muchos como el mejor aspirante de la actualidad en la división.
Respecto a otras eliminatorias finales, dos púgiles británicos han sido nombrados como participantes en procesos por parte de la WBO en la categoría supermosca y supermedio respectivamante. Uno de ellos es el excampeón Paul Butler 20(11KO)-1(1), que ha recibido la oferta para la eliminatoria aunque todavía no sabe quién será su oponente, aunque es posible que éste sea su compatriota Jamie Conlan 15(9KO)-0, ranqueado 5º justo por detrás de él. De concretarse el Butler-Conlan y de recibir el visto bueno por parte de la WBO, el ganador debería quedar emplazado a un duelo mandatorio con el formidable Naoya Inoue. Tampoco conoce con certeza su advesario en la eliminatoria del peso supermedio Jamie Cox 20(12KO)-0, 4º clasificado que también ha recibido dicha oportunidad por parte de la Organización y que se podría convertir en rival del ganador del Abraham-Ramírez. Actualmente los dos púgiles mejor ranqueados sin compromisos oficiales contraídos son Patrick Nielsen 28(14KO)-1 e Isaac Ekpo 28(21KO)-2(1), ambos oponente potenciales de Cox.
Una muestra innegable de que el boxeo británico se encuentra en un momento extraordinario y en ascenso es que la cadena de televisión ITV está plateándose seriamente la posibilidad de dar una cobertura boxística mucho más completa. Si bien en el pasado esta emisora ya había ofrecido algunas eventuales peleas del campeón IBF supergallo Carl Frampton, ahora, según afirma el promotor Frank Warren, ITV estaría barajando la posibilidad de ofrecer, repartidas entre sus varias emisoras, unas 20 veladas al año. Aunque esta noticia puede parece irrelevante para quienes no vivan en el Reino Unido, lo cierto es que una mayor cobertura mediática y un mayor soporte económico siempre son requisitos para que se puedan realizar las mejores peleas posibles, dando además una importante oportunidad para el despegue de prometedores boxeadores. Por otro lado, es una muestra más de que el boxeo en todo el mundo está en un periodo de expansión tras un época de retroceso en numerosas zonas.
Cambiando de tema totalmente, cabe señalar que la WBC se ha desdicho respecto a la desposesión de su campeón mundial ligero WBC Jorge Linares 40(27KO)-3(3). Después de haberse informado de que se había convertido en titular en receso y de que su título vacante iba a ser disputado por los aspirantes Zlaticanin y Marsili, el Consejo habría corregido dicha inadecuada decisión y habría optado ahora por dejar a Linares como campeón y por sancionar el Zlaticanin-Marsili como un combate por el título interino. De todos modos, y aunque es una solución menos injusta que la señalada anteriormente, no cabe duda de que no era necesaria una decisión tan drástica teniendo en cuenta que Linares podría regresar a los rings en el mes de junio y que el límite para realizar la defensa mandatoria expiraría en mayo, sobrepasando sólo en unas semanas el margen establecido, mucho menos de lo que otros campeones han tardado en cumplir con sus requerimientos en el Consejo.
Otra corrección llevada a cabo esta semana ha llegado respecto a la organización de la velada del 12 de marzo en el Mohegan Sun de Uncasville. Si bien, el promotor Lou DiBella (en su anunció oficial de la cancelación de la pelea estelar) dejó abierta la posibilidad de mantener los combates de respaldo del Thurman-Porter, finalmente hace unas horas habría optado por cancelar todo el evento y emplazar en otros momentos del calendario tanto el Mares-Montiel como el Russell-Hyland y el Rodríguez-Thomas. De momento se sabe que el primero de los citados enfrentamientos se mantendrá como semifondo del Thurman-Porter cuando este combate se reubique, aunque para los dos restantes habrá que esperar a la configuración y confirmación de nuevas veladas.
Antes de terminar este artículo no se puede evitar hacer una mención a una enorme controversia iniciada hace unos meses pero que ha vuelto a cobrar fuerza. Y es que el presidente de la AIBA (organismo que regula el boxeo amateur) ha señalado que sólo quedan unos trámites para eliminara las restricciones y permitir que en los Juegos Olímpicos de 2020 se deje participar a boxeadores profesionales, sin límite de combates disputados o de cetros conquistados. Así, se da un paso más en la estrategia de la AIBA de introducirse en el boxeo profesional, acusación hecha por muchos desde hace tiempo y que parece estar convirtiéndose en una realidad, aunque todavía falta por confirmarse si existe la voluntad de ejercer un control monopolístico. En cualquier caso, la decisión de la AIBA abre la puerta a que un chaval de 16 años con unas decenas de peleas en la modalidad del boxeo aficionado se mida, por ejemplo, a un oro olímpico con más de 70 peleas como profesional como Wladimir Kltischko.
Dejando de lado lo ridícula e injusta que resulta esta decisión de la AIBA, hay que señalar que la absorción completa de los boxeadores profesionales por dicho organismo no será total ni sencilla contándose, entre otros aspectos: la necesidad de que muchos boxeadores tengan que renunciar a su licencia de boxeador profesional para participar en los Juegos Olímpicos; la oposición ofrecida por los cuatro grandes organismos del boxeo profesional; y la negativa de muchos seleccionadores a poner fin a un largo proceso de preparación de sus prometedores boxeadores.
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