La Federación Internacional de Boxeo ha publicado un comunicado en el que ha señalado que su cúpula ha decidido suspender a los boxeadores profesionales que participen en las Olimpiadas, algo permitido recientemente por la AIBA (que regula el boxeo amateur) con enorme controversia. Esta decisión por parte de la IBF reside en que consideran que el púgil profesional que se enfrenta a amateurs se comporta de forma antideportiva y que con ello afecta el prestigio tanto de su organismo como del boxeo en general. Así, se ha optado por suspender durante un año a los top 15 que participen en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que perderán su posicionamiento en las listas. Del mismo modo, si un campeón decidiese competir en este torneo, algo casi imposible a estas alturas, la Federación le desposeería e igualmente lo sancionaría con un año de no inclusión en las clasificaciones.
Con esta medida la IBF se une a la WBC, que se mostró también acertadamente dura con esta atroz iniciativa de la AIBA, a la que respondió anunciando sanciones de dos años que terminaron por neutralizar el deseo de algunos púgiles de regresar al boxeo amateur. Por ello, y a la espera de que desde los otros organismos se tomen o no medidas similares, y habiendo desechado numerosos boxeadores destacados la opción de pelear en las Olimpiadas, parece que la decisión de incluir a profesionales tomada por la AIBA no tendrá buenos resultados, al menos en 2016.
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