O2 Arena, Londres, Reino Unido.
Campeonato mundial IBF del peso pesado.
Lo cierto es que la primera defensa de Joshua de su cinturón mundial no fue más complicada de lo esperado, dado que el campeón a penas sufrió ni recibió golpes poderosos, aunque es verdad que el británico optó por un planteamiento muy calmado que aplazó la conclusión. Quizás no queriendo verse sorprendido por la pegada de su oponente (con 88% de victorias antes del límite), Joshua optaría por un inicio pausado, caminando para los lados buscando los ángulos y realizando algunas entradas y salidas a la vez que probaba con su directo y su hook zurdo, golpes claramente amenazantes pero que fallaba en considerable número. De todos modos, pronto Joshua comenzaría a lanzar su 1-2 y rápidas combinaciones de uppercuts y hooks o series de directos que llegaron contundentemente contra Breazeale, que básicamente se apoyaba en su largo alcance y sus directos para mantener a distancia en la medida de lo posible a su rival.
Igualmente, en el segundo episodio Breazeale ya se vería estremecido por un uppercut diestro precedido por un tenso jab, combinación que desequilibró al aspirante e incluso hizo dudar al árbitro, que amagó con realizar cuenta, interrumpiendo momentáneamente el ataque de Joshua. A pesar de estos problemas del visitante, el monarca no se precipitaría en el resto de round ni se volcaría en una ofensiva final, aunque con ella podría haber concluido el choque. Sabiendo que podía terminar el duelo antes del límite pero sin verse amenazado, Joshua continuó con su pausado ritmo, aunque con el paso del tiempo empezó a impacientarse al no ver llegar la mano decisiva que esperaba incomodado por la envergadura de Breazeale, de forma que absurdamente se expondría en cruces de hooks en los que ambos se alcanzarían. Sea como sea, la tremenda velocidad de "AJ", canalizada a través de su 1-2, de la combinación hook de izquierda-directo de derecha y del gancho de mano adelantada aislado, comenzó a mermar a "Trouble", que se vería sacudido por las potentes manos del local.
Aun así, un Breazeale que visitó la lona contra Amir Mansour, estaba resistiendo relativamente bien los puños del noqueador Joshua (con 100% de triunfos antes del límite), quien muchas veces atacaba desde demasiado atrás obstaculizado por los jabs y directos del estadounidense. Cuando, durante el quinto y el sexto asalto, la dinámica se mantuvo, la cautela de Joshua comenzó a ser excesiva, pareciendo ya tornarse en una falta de resolución, pero en el séptimo episodio el campeón pondría fin a las acciones. Con una repetida combinación hook de izquierda-directo de derecha, Breazeale visitaría la lona por primera vez, siendo alcanzado en la reanudación por estos mismos golpes enlazados sucedidos por un directo ascendente y un potentísimo jab. Así, el aspirante caería nuevamente a la lona a la vez que el árbitro detenía el choque, dando el triunfo a Anthony Joshua 17(17KO)-0, que realizaba con éxito su primera defensa.
Esta puesta en juego de Joshua dejó sensaciones encontradas, puesto que, si bien su velocidad y agilidad son impresionantes para un peso pesado y supo manejar perfectamente los tiempos del combate, sus problemas recurrentes para encontrar la distancia adecuada ante un oponente de casi su misma altura y alcance generaron algunas dudas por primera vez en su carrera. Del mismo modo, con Breazeale 17(15KO)-1(1) casi batido desde el segundo round, su prolongada calma resultó finalmente un tanto inadecuada, ya que restándole espectacularidad a la contienda se veía obligado eventualmente a tomar riesgos totalmente innecesarios. En cualquier caso, su victoria fue incuestionablemente sólida, a penas recibiendo golpes de poder a la vez que descargaba en considerable número sus puños, de modo que de este test Joshua salía con su proyección reforzada y listo para dar un nuevo paso adelante en dificultad.
Éste le llegará probablemente en el mes de noviembre y ante el retador mandatorio Joseph Parker, púgil claramente superior a Breazeale y con algunas similitudes con el propio campeón pero que tras su mala actuación ante Carlos Takam parece igualmente bastante asequible para el poderoso boxeo de Joshua. Por ello, será ante Parker cuando el británico podrá demostrar si está capacitado para afrontar las esperadas unificaciones de coronas, que podrían llegarle en 2017 si su actuación ante el neozelandés es lo suficientemente buena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario