El veloz Rojas inició la contienda con un planteamiento muy adecuado, usando repetidamente su jab y algunos cruzados diestros que impactaron claramente en el rostro de su rival. Con todo, el astuto Mijares sabría usar sus combinaciones de ganchos al rostro y otros golpes de poder para igualar las acciones e incluso decantarlas a su favor. Cuando Rojas disminuía su desplazamiento, Mijares lograba además conectar su directo zurdo con bastante potencia, de modo que consiguió una ventaja inicial. Aun así, ésta no tardó en diluirse.
“El Gusano” Rojas recuperó desde el tercer asalto su buen jab, que entró constantemente entre la guardia de Mijares, quien bajó su frecuencia de golpeo y su ritmo a la vez que tendía a quedarse posicionado cada vez más cercano a las cuerdas. Sin verse incomodado, el rápido Rojas haría valer mucho mejor su boxeo con entradas y salidas, impactando el 1-2 o el directo zurdo y anotándose los asaltos a pesar de los intercambios que se produjeron salteadamente. Con la contienda empatada, se llegó a un quinto episodio menos intenso, en el que la mayor contundencia de Mijares resultó, de nuevo, decisiva.
De todos modos, Rojas volvió a aprovechar una perdida de agresividad de su oponente para desplegar su boxeo, llegando con directos y desplazándose para no exponerse a los curvos de un Mijares enrojecido y con inflamación en su ojo izquierdo. Así, Rojas se situó en cabeza en las tarjetas, situación que se mantuvo después del noveno asalto, ya que en el octavo “El Diamante” utilizó bien sus series de ganchos arriba y abajo pero cedió el siguiente round ante la capacidad de puntuar de su adversario.
Vídeo oficial del combate Mijares-Rojas por Promociones del Pueblo
Así se llegó a un décimo episodio que fue decisivo, puesto que, tras un choque de cabezas que llevó al dolorido “Gusano“ a girarse, siendo perseguido por Mijares, Rojas golpeó a su oponente cuando el árbitro había ordenado el break, recibiendo el descuento de un punto. Tras este incidente Mijares se mostró oportunista, aprovechando la ambición de su contrincante por compensar la perdida de un punto para contragolpearlo con sus hooks. Por ello, cuando se llegó al veredicto de los jueces, Cristian Mijares 56(26KO)-8(1)-2 se hizo con la victoria por decisión unánime y cartulinas de 95-94, 96-94 y 96-93. Si Rojas no hubiese perdido el punto es muy posible que hubiese podido lograr hacerse con el empate, ya que probablemente no habría perdido tampoco el último episodio. Sea como sea, la impresión general deja una lectura opuesta a la de la puntuación round por round, porque Mijares con su falta de constancia combativa y de frecuencia de golpeo dejó una imagen poco brillante, siendo mejor la ofrecida por un Rojas que supo boxear con destreza y que se anotó sus asaltos con mayor claridad.
En cualquier caso, Rojas es un boxeador veterano al que esta derrota le afectará de forma muy importante, quedándole muy pocas grandes oportunidades, que no se puede permitir desaprovechar. Por su parte, aunque Mijares, 4º WBC, podría acceder a una eliminatoria final para ser el retador oficial de Gary Russell, una vez más demostró que tiene poco que hacer ante la cumbre de la división a pesar de que, en su irregularidad combativa, en ocasiones ofrece algunas grandes actuaciones.
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