Manchester Arena, Manchester, Reino Unido.
Como parte del respaldo del evento en el que Terry Flanagan retuvo su corona WBO del peso ligero ante Petr Petrov, se produjeron dos importantes debuts para el boxeo británico, ya que quienes iniciaron su carrera profesional fueron dos púgiles a los que se les auguran carreras brillantes después de buenos recorridos en el boxeo amateur.
Uno de ellos fue el peso pesado Daniel Dubois 1(1KO)-0, que a sus 19 años realizó su primer combate centrando en él muchas miradas, dado que no han sido pocos los destacados púgiles profesionales que han asegurado que en el futuro será una estrella. En cualquier caso, su pelea fue poco brillante, dado que su rival, Marcus Kelly 1(0KO)-1(1), tenía un nivel verdaderamente bajísimo al igual que su estado de forma. Así, después de que Kelly lanzase unos pocos curvos abiertos y heterodoxos, alguno de los cuales alcanzó al imbatido prospecto, Dubois impactaría un gancho zurdo de poco recorrido que desequilibró a su oponente que, tras un directo y unos pocos hooks al cuerpo, pondría la rodilla en la lona, terminando el combate tras el conteo del árbitro.
Así, Dubois debutó exitosamente pero sin que se pudiese resaltar nada de su boxeo, teniéndose que esperar para ello hasta una próxima subida al ring ante un contrincante en mejores condiciones y que tenga el deseo de combatir. Sea como sea, la percepción general que deja es que quizás por cualidades y por contar con un buen apoyo promocional no tenga problemas para alcanzar el top 15 y duelos contra la cumbre, aunque, siendo bastantes centímetros más bajo que los grandes nombres la división y no demasiado veloz ni hábil, tendrá muy difícil coronarse e imponerse a los mejores retadores.
Respecto al otro debut, éste fue el de la peso supermosca doble oro olímpica Nicola Adams 1(0KO)-0, que se impuso a Virginia Noemí Cárcamo 4(0KO)-3-1 a los puntos por un 40-36 del juez-árbitro. En su caso se pudo analizar mucho más, ya que su duelo se alargó hasta el final. De todos modos, si bien muchos esperaban ver en ella a una boxeadora igual de sólida que Katie Taylor o Claressa Shields, Adams no lució como éstas en su debut. Esto es así porque, aunque evidenció buen posicionamiento de piernas, capacidad para combinar manos con destreza y una tremenda velocidad, como ella misma reconoció, se precipitó en la búsqueda del knockout. Aunque con sus ganchos estremeció y puso en apuros repetidamente a Cárcamo, se arrojó desordenada a por la conclusión, logrando con ello sólo errar golpes en gran número, permitir a su rival recomponerse y recibir contragolpes perfectamente evitables de haber mantenido la firmeza táctica.
De todos modos, Adams tiene las habilidades suficientes por su experiencia en el boxeo amateur como para lograr grandes éxitos y formar parte de la nueva hornada de púgiles femeninas que parecen destinadas a ser el inicio de un cambio de tendencia en la modalidad. Y es que, con el boxeo femenino instaurado en los Juegos Olímpicos y con las grandes promotoras y televisiones queriendo apostar por sus insignes nombres, parece que cada vez surgirán de forma sostenida púgiles de mayor calidad que generarán divisiones mucho más contendidas e interesantes para el público. Aun así, regresando a Adams, ésta parece tener mucho recorrido por delante para poder alcanzar la plenitud en su rendimiento en el ámbito profesional, no pudiéndose pasar por alto tampoco que las mejores supermosca de la actualidad, como Zulina Muñoz o Daniela Bermúdez, tendrían evidentes opciones de derrotarla.
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