O2 Arena, Londres, Reino Unido.
En juego el título mundial WBC del peso ligero.
El combate entre Linares y Mitchell fue una estupenda e intensa pelea que fue de menos a más y que, con caídas por parte de ambos y muestras de coraje, terminó por certificar uno de los mejores enfrentamientos de pesos ligeros en lo que llevamos de año.
Durante los primeros cuatro asaltos la pelea no tuvo un elevado ritmo ni un gran número de golpes, pero ambos se llegaron con claridad. Mitchell caminaba el ring y trataba de buscar los fallos de su rival para contragolpear, mientras que Linares con una presión constante mantenía a grandes rasgos el control de las acciones. En esta parte de la pelea pareció esencial la ventaja en envergadura de Linares, puesto que si bien por escaso margen el británico fallaba un gran número de golpes que en otras peleas solía conectar, Linares no los erraba. Por ello, incluso Mitchell tuvo que recurrir al gancho de mano adelantada saltando, golpe que aunque arriesgado dio resultados en varios momentos. En líneas generales Mitchell ofrecía una menor frecuencia de golpeo que en anteriores combates, buscando básicamente el jab y el gancho zurdo y sólo probando eventualmente con combinación de rectos. Linares, por su parte, se mostraba mucho más certero con el mismo hook de mano izquierda, siendo fundamentales las combinaciones de ganchos y uppercuts con las que agresiva e inesperadamente cerraba el round y terminaba por decantarlo a su favor.
Aunque Mitchell se estaba mostrando exigente, sin ofrecer facilidades ofensivas a Linares y astuto en sus ataques, el venezolano estaba muy por delante (no así en alguna de las cartulinas de los jueces). Pero alcanzado el quinto episodio una derecha directa de Mitchell, que rozó a Linares, seguida por un uppercut zurdo, que si impactó con dureza, derribaban al campeón mundial. Tras la cuenta del árbitro Mitchell se lanzaría al ataque con combinaciones de ganchos en corto con los que llegaría en bastante número, pero rápidamente Linares se repondría y terminaría por responder también con series de hooks arriba y abajo. Este knockdown del "Niño de Oro" fue fundamental para el emparejamiento de las acciones, puesto que el pequeño margen que le permitía al visitante mantener la distancia y conectar sin ser alcanzado desapareció tras esta caída, pudiendo ahora Mitchell acortar el espacio con su un tanto afectado rival con mayor facilidad y conectar sus breves pero potentes combinaciones de ganchos al rostro de izquierda y derecha, el uppercut zurdo y el combo directo en corto-gancho.
Mitchell pudo hacerse de esta forma con los asaltos quinto, sexto y séptimo, que junto a la caída le valían para empatar las cartulinas. Linares, que había lanzado sus puños de forma más aislada en estos rounds, volvería a recuperar su buen boxeo en el octavo asalto reanudando sus combinaciones de ganchos arriba y abajo, pero Mitchell lo igualaría con un noveno en el que llegó con un 1-2 y salió mejor parado de los cruces de golpes. De forma tan igualada se llegaba a un décimo episodio en el que Linares, amagando primero con la mano izquierda al cuerpo, conectaba una durísima derecha directa que desestabilizaba a Mitchell y le llevaba contra las cuerdas, donde el campeón buscaría el final con una velocísima pero poco potente combinación de hooks y rectos. Con gran coraje y pese al mal momento, Mitchell saldría de la presión y conectaría un potente gancho diestro al rostro, pareciendo cambiar las tornas. Rápidamente se encargó Linares de neutralizar esta reacción con una nueva derecha directa que llevó a otra de las esquinas a su rival. Pese a recibir nuevas descargas en directo y gancho al cuerpo y presentar una terrible inflamación en su ceja izquierda, "Mighty" ofrecería una última valiente ofensiva con ganchos a la cabeza, pero sólo para poco después ser arrinconado de nuevo, alcanzado con varios potentes hooks y derribado. Mitchell todavía se alzaría pero el árbitro muy acertadamente detendría la pelea, puesto que la inflamación y el corte sufridos en torno al ojo izquierdo del británico eran muy considerables.
Con este gran último asalto en el que ambos ofrecieron todo lo que les quedaba, se cerraba un muy buen combate en el cual por KO Técnico en el décimo asalto Jorge "El Niño de Oro" Linares 39(26KO)-3(3) defendía por primera vez su cinturón WBC del peso ligero. La igualdad de la pelea de todas formas fue manifiesta, siendo la puntuación de Bastión Boxeo sin contar el inconcluso décimo asalto de 85-85 y por lo tanto de empate. En cuanto a las cartulinas oficiales uno de los jueces daba también el empate, otro un asalto de ventaja a Mitchell y el juez, también árbitro, británico Ian John-Lewis optaba por un ridículo 82-88 favorable a Mitchell.
Dejando de lado las cartulinas, que en cualquier caso no intervinieron, Linares se mostró dominador en una parte de la pelea con un gran control de la distancia media-larga ante un muy difícil y astuto Mitchell 39(29KO)-3(3) que con su explosividad pudo anotarse una caída que supo explotar para trabajar y decantar a su favor varios asaltos. Finalmente el castigo que Linares había ido aplicando tanto al cuerpo como a la cabeza terminó por aparecer en la parte final de la pelea, en la cual Mitchell vio muy agravado un corte sufrido en el cuarto asalto por un choque de cabezas involuntario.
Después de esta buena actuación e imponerse en una difícil defensa, Linares se afianza como campeón y demuestra que pocos retos pueden ser demasiado para él. De momento tendrá tiempo para una defensa voluntaria, pero pronto deberá medirse al ganador de la eliminatoria Zlaticanin-Redkach, pareciendo el primero más adaptable al estilo de combate de Linares y el segundo muy peligroso por su agresivo planteamiento ofensivo y búsqueda del intercambio de golpes.
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