En juego el título interino WBO del peso welter.
Con una mucho mayor iniciativa que en anteriores peleas, en las que solía permanecer a la expectativa al menos en los rounds iniciales, Bradley arrancaría el encuentro presionando con intensidad y buscando combinar ganchos en corta. Vargas, por su parte, boxeaba sobre su pierna atrasada jabeando con insistencia para evitar las entradas de su adversario a la vez que buscaba la oportunidad para contragolpear. De esta forma se desarrolló la pelea hasta aproximadamente la mitad del enfrentamiento, cuando la estructura del encuentro sufriría cierta variación. En los primeros cuatro rounds la agresiva táctica de Bradley dio resultado, anotándose la mayoría de asaltos por su mayor volumen de golpes claros en combinación de ganchos, que superaban en número y contundencia al efectivo jab de Vargas. Pero en el ecuador del combate el invicto excampeón superligero comenzó a mostrarse más acertado con sus contraataques, impactando buenos cruzados diestros por fuera y ganchos de izquierda por dentro.
Entonces "Desert Storm" optó por un cambio estratégico y, sin llegar a ceder la iniciativa, decidió boxear con más espacios que anteriormente, algo que terminó por decantar a su favor los siguientes rounds en un momento en que estaban emparejadas las cartulinas. A partir del séptimo, gestionando muy bien los tiempos de ataque y espacios, Bradley marcaría la diferencia con claros impactos de su derecha directa aislada, en 1-2 o con ganchos de izquierda entrando y saliendo, que no tenían una respuesta equivalente de un Vargas que tampoco en larga podía hacer valer su boxeo pese a algunas buenas contras. Así se alcanzaron los asaltos finales, en los cuales Bradley, sabiendo que el encuentro iba a llegar a los puntos y que las tarjetas estaban de su lado, se limitó a administrar su ventaja manteniendo una intensidad baja, tomando menos riesgos, caminando más y utilizando eventualmente los rectos.
Pero el enfrentamiento tendría guardada una última sorpresa que llegaría en los últimos segundos del combate y lo cerraría con controversia. Con algo más de una decena de segundos restantes Vargas impactaba un durísimo cruzado diestro que casi derrumba a Bradley, que sorprendentemente y pese al desequilibrio pudo mantenerse en pie y correr el ring, siendo perseguido por un Vargas que trataría de buscar el final por KO. Bradley entraba en clinch poco antes del aviso de los diez segundos, que era confundido con el tañido final por el árbitro, que intervenía, los separaba y daba por finalizado el encuentro sin que se llegase a terminar el último round, por lo que un exultante Vargas se alzaba sobre una de las esquinas celebrando lo que pensaba que era una victoria por KO Técnico. La confusión reinó durante varios instantes, puesto que la detención no era acertada, pareciendo Bradley suficientemente entero como para poder terminar los siete segundos restantes de una pelea en la que había vencido con cierta claridad.
Highlights del combate
Finalmente la situación se vio aclarada y se confirmó el error del árbitro al finalizar el encuentro sin que los segundos se hubiesen consumido, por lo que se llegaba a una lectura de cartulinas en las que se daba por ganador con 117-111, 116-112 y 115-112 a Timothy "Desert Storm" Bradley 32(12KO)-1-1, que se hacía con el título interino WBO del peso welter. Pese a que su victoria fue clara (siendo la tarjeta más acorde a lo sucedido la de 116-112) manejando con solvencia la distancia corta y larga e impactando un mayor número de manos de poder, el extraño y desafortunado final ha llevado a Vargas, que sufre con esta la primera derrota de su carrera, a pedir una revancha inmediata, opción bien acogida por el vencedor Bradley. Así, y aunque muchos piensan que es innecesaria la pelea de desquite a pesar del controvertido final y teniendo en cuenta la poco efectiva pelea de Vargas, es muy posible que se realice próximamente un segundo Bradley-Vargas, al cual "Desert Storm" llegaría revalorizado tras una sólida actuación.
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