2300 Arena, Philadelphia, Estados Unidos. Peso Supermedio.
Dado que el fogueado Douglin sabía perfectamente que era el boxeador más exigente al que Benavídez se había enfrentado en toda su carrera, decidió que arrancar con mucha intensidad era la mejor manera de generar dudas y conseguir oportunidades de triunfo. Además, como su envergadura y altura son menores, al llevar la pelea a la distancia corta lograría neutralizar la ventaja física de su rival. Así, desde el inicio Douglin reduciría la distancia y usaría con fluidez los hooks arriba y abajo, generando complicaciones a Benavídez para hacerse espacios y usar sus manos.
Presionado con firmeza, Benavídez tuvo que intercambiar golpes con dureza desde el segundo episodio, algo que le permitió entrar en la pelea y gradualmente decantar de su lado las acciones. Y es que, si bien en el segundo round los golpes de Douglin fueron muy claros, desde el tercer episodio Benavídez contragolpearía con gran acierto con los hooks por dentro y repitiendo el gancho zurdo abajo y arriba. De este modo, el jovencísimo prospecto, gracias a su potentísima pegada, lograría hacerse espacios y obligar a Douglin a ceder un tanto la iniciativa, cambio de tendencia que no fue total ni definitivo, puesto que Benavídez todavía se vería hostigado por las valientes ofensivas de su rival.
Con todo, a partir del sexto round "El Bandera Roja" comenzó a desbordar a su oponente con combinaciones de hooks y uppercuts que llevaron contra las cuerdas a Douglin y le pusieron a un paso de ceder definitivamente. Aun así, éste lanzaría ataques disuasorios para disipar el peligro, algo que no rompió el dominio de Benavídez. La nota anecdótica del choque llegaría en el séptimo round, cuando Benavídez se apoyaría en las cuerdas y la superior se hundiría, estando cerca de arrojar al suelo al púgil y obligando a los técnicos a realizar una reparación improvisada en una de las esquinas. Los segundos transcurridos permitieron descansar a Douglin, que en la reanudación lanzaría una de sus últimas ofensivas peligrosas presionando contra las cuerdas a su adversario, obligando con ello al árbitro Gary Rosato a sujetar la cuerda para que no volviese a ceder.
En cualquier caso, Douglin estaba empezando a mostrarse claramente desgastado, cosa que se hizo más obvia en un octavo round en el que fue castigado duramente con curvos en variadas trayectorias. Por ello se pusieron las bases para que en el noveno episodio Benavídez, después de conectar duras contras, se anotase un knockdown, que llegaría con una serie uppercut zurdo-uppercut diestro-hook diestro uppercut de izquierda. A consecuencia de esta caída, en el décimo episodio, y con Douglin muy tocado 20(13KO)-5(4), Benavídez se volcaría a por el knockout, logrando la intervención del árbitro tras unas nuevas combinaciones de hooks y uppercuts. Así, en su primer combate a 10 asaltos, David "El Bandera Roja" Benavídez 16(15KO)-0 conseguía un triunfo convincente y sin brechas demasiado preocupantes, aunque tuvo que trabajar muy duro para superar a un Douglin muy tenaz y que aprovechó su superior experiencia para generar apreciables dificultades.
El triunfo, que le permite situar su porcentaje de knockouts en un 94%, le valdrá a Benavídez para ponerse un paso más cerca del mundial y para acercarse hasta el top 5 WBA desde su posición de 10º, aunque no es cuestionable que todavía le falta ensanchar notablemente su experiencia para poder garantizar el éxito en su primer mundial. Aunque su altura y alcance, combinada con una gran pegada y una buena capacidad combativa, le podrían permitir ganar a la mayoría de púgiles del top, e incluso a varios campeones, todavía sus recursos no parecen suficientes como para que pueda imponerse a los tres máximos exponentes de la división, por lo que, teniendo sólo 19 años, un puñado de peleas más a 10 rounds parecen más que necesarias y útiles para que pueda convertirse en uno de los grandes boxeadores a batir en el peso supermedio en el próximo año.
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