En la velada femenina disputada ayer en el Korakuen Hall de Tokio, Japón, la veterana peso átomo Masae Akitaya 10(3KO)-6-2 y la exretadora mínimo Saemi Hanagata 12(6KO)-6-2 se impusieron en sus respectivos duelos, capturado cinturones continentales asiáticos OPBF que les pondrán cerca de la disputa de un nuevo campeonato mundial. Akitaya venció en un contendido combate a la muy competente retadora mundial Momoko Kanda 9(3KO)-9-2, a quien batió a los puntos por decisión mayoritaria y cartulinas de doble 77-75 a su favor y 76-76 empate. De este modo, se imponía en duelo de revancha a una rival que ya había vencido en 2009, pudiendo además entrar tanto en el top 10 WBA como en el WBC del peso átomo. Por su lado, la peso mínimo Hanagata se situará todavía más próxima a la disputa de un mundial, puesto que es de esperar que pueda acceder al top 5 WBA con su victoria sobre Mika Oda 6(1KO)-8(3)-1, boxeadora que la derrotó en 2014 y de la que se desquitó batiéndola por un contundente KO Técnico en cinco asaltos. Cabe mencionar también, que la excampeona Tenkai Tsunami 22(11KO)-11 venció por abandono en dos rounds a la modesta Emika Himuro 5(1KO)-2(1)-1.
También ayer, la Asociación siguió dando pasos importantes para la simplificación de su cuadro de campeones publicando tres notas en las que clarificó el estado de tres de sus titulares, uno mundial y dos interinos.
Respecto al primero de los tres, el campeón unificado del peso supergallo Carl Frampton 22(14KO)-0, que capturó el pasado sábado el cinturón WBA arrebatándoselo a Scott Quigg, ha recibido la orden de defensa mandatoria ante el titular en receso Guillermo Rigondeaux 16(10KO)-0, púgil con el cual se le emplaza a iniciar las negociaciones para un enfrentamiento que deberá tener lugar antes del 27 de julio. Así, Frampton queda situado en una mala posición, ya que inmediatamente después de haber adquirido un segundo cinturón se crean las bases para que pueda perder uno de ambos. Y es que si cumple con los requisitos de la WBA, Frampton no satisfaría la orden mandatoria de la IBF, organismo que le obliga a enfrentar al número 1 Shingo Wake en los próximos meses.
Cabe recordar que la unificación Frampton-Quigg fue permitida por la Federación con la condición de que el ganador enfrentase a Wake, por lo que es difícil que dicho estricto organismo pueda permitir un nuevo aplazamiento. Del mismo modo, si el norirlandés no enfrentase a Rigondeaux (nombrado en receso por su falta de defensas en 9 meses) perdería inmediatamente su cinturón WBA. De esta forma las opciones de Frampton son: enfrentar a Wake en un complicado combate sin mucha ganancia potencial para conservar el cinto IBF, pelear por el número 1 ante Rigondeaux manteniendo el título WBA o enfrentar a ambos en el breve plazo de cuatro meses tratando de guardar su posición de doble monarca. Del mismo modo, no se puede olvidar la posibilidad de un ascenso al peso pluma, división en la que podrá encontrar mucho mayores bolsas.
Otra de las notas publicadas ayer por la WBA simplemente se encargó de disipar las dudas generadas por la configuración del enfrentamiento entre Luis Ortiz 24(21KO)-0, titular interino del peso pesado, y Tony Thompson 40(27KO)-6(2), duelo que tendrá lugar este próximo sábado. Aunque algunos medios habían señalado que estaría en juego el título interino del primero, la Asociación ha afirmado que no será así, sino que Ortiz simplemente recibió el permiso especial para disputar una pelea antes de su combate mandatorio ante Alexander Ustinov. De todas maneras, si Thompson lograse vencer a Ortiz, algo muy improbable, el boxeador cubano perdería la opción de participar en el torneo del peso pesado que la WBA ha organizado para dejar un único monarca en la categoría.
Finalmente, y en lo concerniente al último de los artículos publicados por la WBA, surgió la excelente noticia de que deja de existir el título interino en la división del peso superligero. Y es que David Benavídez 24(16KO)-0 ha ascendido a la categoría del peso welter abandonando dicho cinturón que, por la política de reducción de campeones que está ejecutando la Asociación, no volverá a ponerse en juego. Por ello, en la categoría de las 140 libras (63,5 Kg.) sólo quedará de momento el supercampeonato que posee Adrien Broner y el campeonato regular vacante que en principio Benavídez y Michele Di Rocco iban a disputar. Con todo, este movimiento de ascenso de división por parte de Benavídez debería llevar a la búsqueda de un nuevo coaspirante para la disputa del cinturón regular o incluso forzar una nueva supresión de título, llevando a Di Rocco simplemente a ser mandatorio de Broner.
En cualquier caso, si al principio se recogió con escepticismo el fin de la política de múltiples campeones anunciada por la WBA, algo lógico teniendo en cuenta el pésimo comportamiento de dicho organismo en los últimos años, parece que la Asociación se conduce firme e irremediablemente a la postura ideal de un campeón por división, por lo que vale la pena reconocer su esfuerzo por arreglar sus errores del pasado de forma mucho más acelerada y justa de lo que se podía esperar.
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