Jahnsportforum, Neubrandenburg, Alemania.
En juego el cinturón mundial WBA regular del peso semipesado.
Este duelo de revancha fue considerablemente más sencillo para Brähmer que el primer combate ante Gutknecht, ya que, en una pelea bastante simple, sólo tendría que establecer izquierdas directas aisladas o en un 1-2 que por claridad y precisión le permitirían capturar casi cada round y por lo tanto la victoria. De todos modos, el planteamiento del alemán no fue idéntico al de anteriores peleas, puesto que no pudo mantener los espacios tanto como hubiese deseado y por momentos el cruce se enmarañó en constantes clinches. Esto fue así porque, con el campeón actuando en la distancia media y larga como un francotirador descargando su larguísimo y veloz recto zurdo, Gutknecht sólo podría tratar de decantar a su favor el combate boxeado en corta, algo evitando por las entradas en clinch de Brähmer. Por ello, cuanto más elevada era la presión y más voluntarioso se mostraba el aspirante, más agarres se producían que lo neutralizaban.
Dado que con espacios el púgil de origen kazajo no anotaba casi ningún golpe, y contando además que en la corta su progreso era poco menos que nulo, un Gutknecht decidido a conseguir la victoria utilizaría sus brazos sueltos en las entradas en clinch para golpear a la desesperada hasta que el árbitro ordenaba que se parasen. Así lograría conectar la mayoría de sus golpes y los más duros, aunque estos eran muy poco efectivos y tuvieron que ser recriminados muchas veces por el árbitro, ya que Gutknecht golpeaba insistentemente en la nuca de su rival e incluso, en una ocasión, seguiría atacando después de que lo prohibiese el tercer hombre. Al margen de que los rabbit punches (golpes de conejo) deberían haberle supuesto el descuento de un punto, Gutknecht estaba haciendo todo lo que estaba en su mano para no dejarse batir, pero esto era insuficiente si no podía ofrecer variedad de recursos y ajustes tácticos, que no se produjeron.
Por su lado, un boxeador astuto y con inteligencia boxística como Brähmer podía controlar las acciones con cierta comodidad, puesto que, más allá de que en ocasiones el arrojo de su rival le llevó a encajar algún aislado pero peligroso golpe, sólo necesitaba algo de separación para anotar de forma seguida un par de 1-2 o de sequísimos jabs que anulaban cualquier avance del retador. Quizás al inicio del cruce fue cuando Brähmer pasó más dificultades, ya que sus entradas y salidas no se podían desplegar totalmente con un agresivo Gutknecht lanzando curvos a la desesperada, pero con el paso de los asaltos, el aspirante disminuiría un tanto la constancia de su presión mientras que el titular empezaría a tener más tiempo para pensar. Así, Brähmer comenzaría a variar la dirección del giro, a crear ángulos, a enlazar su 1-2 con cruzado de mano adelantada o a contragolpear contundentemente con el gancho y el uppercut, pudiendo finalmente enlazar en una sola acción 1-2-cruzado diestro cerrando con uppercut de izquierda.
Poco más fue necesario para desdibujar a un Gutknecht verdaderamente martilleado por clarísimo directos zurdos que impactaron contra él durante todo el enfrentamiento. Aunque su boxeo era demasiado frontal y previsible y le faltó encontrar un puño que le abriese la puerta a cierta continuidad ofensiva, Gutknecht aprovecharía cualquier momento o intervalo para intentar pasar al ataque, logrando en la parte final ajustar los asaltos o incluso anotárselos con un elevado número de curvos en corta. A pesar de ello, no podría compensar los innumerables 1-2 de Brähmer (en ocasiones media docena por asalto), que le darían la victoria una vez que se llegó a la lectura de tarjetas. Teniendo en cuenta que Gutknecht recibió el descuento de un punto en el décimo asalto por empujar hacia abajo a su rival y golpearlo, los jueces dieron cartulinas de doble 116-111 y un 118-110 a favor de Jürgen Brähmer 48(35KO)-2, que lograba la sexta defensa de su cinturón WBA regular. Sin duda, Brähmer cierra con esta solvente victoria su competencia ante Gutknecht 29(12KO)-4(1)-1 (rival de sustitución del invicto Oosthuizen) pero, dejando de lado este triunfo ante un boxeador lejos del nivel de la élite de la categoría, la actuación del alemán no fue la mejor de su reinado.
En cualquier caso, si la Asociación se hubiese mantenido en su ridícula política de múltiples campeones Brähmer podría conservar su cinturón sin dificultades durante mucho tiempo. Con todo, dado que la WBA ha cambiado su mentalidad y piensa recudir sus campeones a uno por categoría, parece inevitable que Brähmer se mida próximamente al número 1 semipesado y triple monarca unificado Sergey Kovalev (supercampeón WBA), boxeador que por su enrome pegada y solidez sería amplísimo favorito para vencer a pesar de las complicaciones que le podrían dar la astucia y el recto zurdo del campeón regular.
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