Manchester Arena, Manchester, Reino Unido.
Campeonato mundial WBA del peso ligero. Primera puesta en juego del titular Linares.
Desde su última derrota ante Gary Skyes en 2012 (y en un combate a 3 asaltos), Anthony Crolla siempre había logrado responder y evitar la derrota por muy difícil que se lo pusiese su oponente, realizando ajustes o levantándose de caídas para igualar o superar a su rival. Pero esta vez, aunque de nuevo tiró de su inmesurable valentía y aunque se podía esperar que un adecuado estudio de su rival le permitiese mejorar su primera actuación ante Linares, el británico simplemente no pudo mantenerse al nivel del número 1 actual del peso ligero.
El venezolano sí supo extraer las mejores lecturas de la primera pelea entre ambos y en esta revancha se mantendría sumamente dinámico en todo momento para evitar ser encerrado en las cuerdas y exponerse a las temibles combinaciones de hooks de su adversario. Ya fuese imponiendo un rápido jab, usando el 1-2-hook o impactando golpes de poder, por ejemplo en gancho de mano adelantada, Linares mantuvo a distancia a Crolla, que muy pronto se vería incomodado por el boxeo de su oponente y con excesivas dificultades para acortar los espacios.
El local alcanzaría al campeón con salteados hooks al cuerpo, con ganchos zurdos al rostro o con directos cortos, pero Linares pocas veces permanecería estático o se vería decisivamente hostigado por las ofensivas de su oponente, al que sacudió repetidamente al contragolpe con un excelente uppercut, que sería el puño que terminaría asegurándole el triunfo. Y es que en el séptimo episodio impactaría un uppercut de izquierda que derribó sobre la lona a Crolla. De todos modos, aunque Linares buscó el knockout en los instantes posteriores, anotando varias series sin respuesta, “Million Dollar” resistiría y, en una nueva muestra de formidable coraje, terminaría respondiendo antes de que terminase el asalto con algunos buenos curvos. Es más, en los posteriores rounds, a pesar del desgaste, intensificaría sus ataques y lograría capturar un par de episodios, en los que, entonces sí, lograría encerrar brevemente al monarca y castigarlo con algún gancho al cuerpo.
Aun así, los contragolpes y desplazamientos de “El Niño de Oro” le permitieron mantener el control del enfrentamiento a pesar del intento de reacción final de Crolla. Terminados los doce episodios, Jorge Linares 42(27KO)-3(3) se hizo con una victoria unánime con triples idénticas puntuaciones de 118-109, que le permitían mantener su corona, sellar su competencia con Crolla y afianzarse como el número 1 de la división del peso ligero. Y no sólo eso, puesto la victoria lo ratifica como aspirante oficial del monarca WBC Mikey García, quedando ambos emplazados a una unificación de coronas para el último cuatrimestre del año, duelo que será sin duda el mejor posible en la división y del cual saldrá no sólo la figura hegemónica de la categoría sino también uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos del peso ligero.
Respecto a las posibilidades de Linares en ese combate, ni los expertos ni los aficionados se ponen de acuerdo, ya que muchos de ellos piensan que la calidad, destreza y recursos de Linares marcarán la diferencia. Pero no hay que olvidar que su encaje nunca ha sido ni mucho menos su principal virtud y que se enfrentará a un García con tremenda pegada, un boxeo solidísimo y con una táctica y técnica tan buenas que rivalizan con las suyas, por lo que el estadounidense, invicto campeón WBC, parece tener una cierta ventaja para hacerse con el triunfo y con las dos coronas, a la vez que apunta a los mayores retos del peso superligero.
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