Wembley Arena, Londres, Reino Unido. Peso Supermedio.
Cuando John Ryder combate en su mejor versión, su boxeo resulta tan brillante como efectivo, siendo muy superior a varios púgiles que han accedido a los mundiales en el peso medio y supermedio en los últimos años, como por ejemplo Dominic Wade o Willie Monroe. De todos modos, su mayor problema siempre ha sido su falta de regularidad. Puede que fuese porque no siempre podía dar el límite del peso medio cómodamente, porque problemas extradeportivos afectaban a su mentalidad o a su preparación o simples problemas de desarrollo táctico. En cualquier caso, inesperadas derrotas ante rivales como Arnfield o Blackwell truncaron una y otra vez las pretensiones de Ryder, que además fue el perjudicado en controvertidos veredictos.
Sea como sea, desde su subida al peso supermedio, y a pesar de la polémica derrota ante Fielding, su rendimiento parece haberse estabilizado en un muy buen nivel, motivo por el cual su promotor se decidió por la opción de conseguirle un choque ante el número 1 WBA y 2º WBO, el danés Patrick Nielsen, pugna decisiva para poder aspirar al mundial pero en la que ya no tenía margen de error. Así, estando tan cerca de la gloria como de la debacle, Ryder supo estar a la altura.
Como era lógico, Nielsen intentó inicialmente imponer su altura en forma de jab y de directo zurdo junto a algún gancho al cuerpo, aunque Ryder no tardó a penas en acortar la distancia e impactar potentísimos curvos, que fueron replicados al contragolpe cuando su rival trató de pasar a la ofensiva. Si bien esta amenaza debería haber motivado que Nielsen fuese mucho más activo con su jab y sus rectos para intentar contener al británico, no fue así, por lo que “The Gorilla” siguió conectando golpes de poder hasta que, poco antes del final del asalto, lanzó una serie de curvos respondida por una inefectiva entrada en clinch por parte de su oponente, creándose la ocasión para que Ryder impactase un brutal gancho diestro que tumbó a su rival y lanzó su protector bucal volando.
Sorprendentemente, Nielsen se puso en pie al instante, aunque confuso, ayudándole Ryder, en un gesto de deportividad, a volver a su esquina indicándole la dirección. A consecuencia de la caída, lógicamente, Nielsen tuvo muchos problemas para evitar la distancia corta en el tercer episodio, siendo alcanzado por el 1-2, el uppercut y los hooks de Ryder, haciendo evidente la proximidad del knockout. Aun así, tanto en el cuarto episodio como en buena parte del quinto la intensidad de la pelea y el hostigamiento de Ryder, por un motivo u otro, se redujeron dando algo de respiro al visitante, que intentó con las energías que le restaban desplazarse y usar algo su jab.
Con todo, Ryder no perdería esta vez la oportunidad y al final del quinto round, en un cruce de ganchos de mano adelantada de ambos púgiles zurdos, el hook de Ryder llegaría antes contra su objetivo estremeciendo a Nielsen, que volvería a perder el bucal. Tras el golpe Nielsen quedó totalmente expuesto, no pudiéndose apreciar con certeza si estaba confuso por el impacto o si había cometido al atroz error de intentar recoger el protector sin que el árbitro detuviese las acciones. En cualquier caso, seguidamente llegó una combinación de directo zurdo enlazado con un uppercut diestro que derrumbó a Nielsen, que no pudo responder a la cuenta del árbitro.
La primera lectura que se puede extraer del choque es que con un triunfo ante un top 3 en dos organismos, John Ryder 25(13KO)-4(1), perteneciente a la poderosísima Matchroom Boxing, se pondrá a las puertas del mundial, sustituyendo en la posición privilegiada a un Nielsen 29(14KO)-2(1) que pareció mucho menos musculado que en otras ocasiones, quizás a causa de una deshidratación que pudo tener efecto directo en el resultado. Sea como sea, esto no debe restar ni un ápice de mérito a un Ryder que, contrariamente, parece mucho mejor adaptado al peso supermedio, a pesar de su menor altura, que al peso medio, presentando una fortaleza física muy notable. Así, aunque Nielsen pudiese estar sobrevalorado en las listas, con esta buena victoria Ryder da ese paso adelante crucial que necesitaba en las peleas decisivas, siendo ahora más necesario que nunca que mantenga su regularidad.
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