Sleeman Sports Complex, Chandler, Australia.
Semieliminatoria IBF del peso welter.
Aunque Müller es un boxeador exigente y de ciertas cualidades, el duelo no tuvo a penas historia, ya que el olímpico australiano, demostrando su magnífica evolución, no dio margen a su rival, imponiéndose en casi cada momento hasta que el desgaste apareció en el visitante, pasando entonces Horn a lucirse y a buscar un knockout que al final alcanzaría.
La diferencia de velocidad entre ambos era grandísima, por lo que, si se le añade el control de la distancia del local, Horn no tuvo problemas para, desde el inicio, impactar claros directos y jabs que superaron por mucho los intentos de Müller de conectar sus hooks. Dado que si ganaba le esperaba probablemente un campeonato mundial ante Errol Spence, Horn prefirió no tomar grandes riesgos, y cuando Müller conectó algún hook zurdo a la contra o algún seco 1-2, "The Hornet" se dedicó a abrir ángulos y a esperar el hueco para atacar. No tardaron en llegar las oportunidades para Horn que, siendo superior en casi todos los ámbitos, pudo contener de forma decisiva a su oponente con el jab y el 1-2.
Entonces, con el alemán menos resolutivo aún, Horn desde el quinto asalto pasó a dominar con mucha más amplitud y a atacar de forma más constante, no dejando igualmente de realizar grandes esquivas y de contragolpear magníficamente con su hook de mano adelantada. Del mismo modo, el local trató de lucirse, quedándose estático en la distancia corta para realizar esquivas de cuatro o cinco puños seguidos o contraatacando con plásticos uppercuts mientras se desplazaba. Llegada la pugna al séptimo round casi cada derecha de Horn movía a Müller, que cada vez estaba más cerca de las cuerdas. El alemán se mostró valiente, siempre trató de responder y nunca se dio por batido, pero en el noveno episodio su resistencia se vería quebrada.
Un swing diestro en respuesta a un jab llegaría duramente contra Müller, que tras un cruzado diestro y una serie de rectos se vio empujado hacia el ensogado. Aquí, un hook diestro al cuerpo doblaría al visitante, que finalmente, y tras una pausa de Horn (que pareció esperar la intervención arbitral), recibiría una izquierda y una derecha que precipitarían el KO Técnico. De esta forma, Jeff "The Hornet" Horn 15(10KO)-0-1 lograba una victoria verdaderamente brillante que le llevará de forma muy probable al primer mundial de su carrera en la primera mitad de 2017, siempre y cuando, como se espera, Kell Brook deje su cinturón vacante. En cualquier caso, no parece que Horn pueda lucirse tanto ni muchísimo menos ante el magnífico prospecto Errol Spence. Y es que ante el estadounidense, que combina manos a la perfección, su falta de continuidad ofensiva le podría causar muchos problemas al todavía poco fogueado Horn, que confía demasiado en sus piernas defensivamente hablando. De todos modos, Spence se mostró vulnerable a los golpes aislados ante Bundu, por lo que en este sentido el australiano (mucho más veloz, técnico y preciso que el veterano boxeador) podría ofrecer algunas complicaciones mayores de lo que muchos esperan, que piensan que Horn sería una rival sumamente sencillo.
Por otro lado, cabe hacer una mención para el alemán Müller 20(14KO)-2(1)-1. Muchas veces se habla de todos los boxeadores alemanes como púgiles sumamente protegidos y apoyados por grandes y ricas compañías que casi les hacen una carrera a medida y sin a penas dificultades, ni siquiera en el acceso al mundial. Éste no es el caso de Müller (que tiene su propia y modesta promotora y se respresnta a sí mismo) ni de muchos otros boxeadores de esa nacionalidad, que deben conformarse con los rivales que el moderado poder adquisitivo de sus compañías les permiten, estando insuficientemente preparados para los retos más difíciles cuando estos les llegan, en este caso incluso como visitante (aunque no es lo más habitual). Es en este sentido que cabe matizar esa imagen global de los boxeadores alemanes, aunque es cierto que compañías como Sauerland, apoyándose en dinero, pero también en una astucia y capacidad para la negociación inigualable, han convertido en destacados campeones a púgiles como Abraham y Huck que en realidad por calidad eran inferiores a boxeadores con peor representación.
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