Kissimee Civic Center, Kissimee, Estados Unidos.
En juego el título WBO Latino del peso supergallo.
Con tres derrotas consecutivas, 21 meses de inactividad, avisado con sólo unas horas de antelación como rival de sustitución y contando con desventaja en experiencia de calidad, altura y alcance, la victoria era a priori para Lozano un objetivo casi inalcanzable de cara a su revancha ante David Carmona. Pero, una vez más, el boxeo nos demostró que todo puede pasar en un combate y que un púgil no debe perder la esperanza ni siquiera cuando todas las cifras, factores y precedentes apuntan totalmente en su contra.
En el primer asalto las acciones se desarrollaron casi enteramente en el centro del ring, en el cual Carmona intentó anotar su izquierda con insistencia pero sin precisión. Si bien con ello mantuvo la distancia con su oponente en gran parte, Lozano conectó también su mano derecha al contragolpe y posteriormente se lanzó tras su mano izquierda en una decidida pero breve ofensiva. Sea como sea, nada de esto parecía presagiar lo que sucedería en el segundo episodio.
Tras conseguir anotar Carmona su jab y volver a llegar con su 1-2, un Lozano más calmado, que esperaba su oportunidad y que ya había dado algunos avisos con su directo y con su gancho en astuto contraataque, sacaría un hook de mano adelantada que brutalmente estalló y derrumbó sobre la lona al boxeador mexicano. Parecía imposible que Carmona pudiese alzarse de esa caída, pero el exretador sacó todo su coraje para ponerse de pie. De todos modos, tras un knockdown de tanta dureza, el árbitro se equivocó al dejarle continuar, más aún sin comprobar si podía mantener las manos arriba. Aun así, las acciones se reanudaron tras la cuenta y Lozano sólo tuvo que llegar con un gancho de izquierda y dos cruzados diestros para volver a tumbar a Carmona aparatosamente. Entonces, si bien el árbitro inicialmente comenzó a realizar cuenta, finalmente el tercer hombre tomó la decisión acertada y dio por concluido el combate, logrando así Daniel Lozano 14(11KO)-4(1) la mayor victoria de su carrera.
Y es que no sólo todos los aspectos estaban en su contra para lograr el triunfo, sino que Lozano logró un fenomenal KO ante un doble exretador mundial como David Carmona, que plantó mucha batalla al número 1 de la división Naoya Inoue y que en su último combate quizás mereció la victoria a los puntos ante Carlos Cuadras a pesar de los decretado por los jueces. Así, Lozano, que contaba hasta ahora como su mejor victoria la lograda ante Jonathan Vidal, daba un golpe en la mesa y lanzaba su nombre hacia grandes nombres y oportunidades.
Dado que Carmona 20(8KO)-5(2)-5 no había dado el peso y Lozano no había tenido tiempo para prepararse, el encuentro se produjo en el peso supergallo, aunque igualmente es de esperar que el “Alacrán” no regrese nunca a la división del peso supermosca en la que anteriormente había combatido, puesto que, como él afirmo, su rendimiento se veía afectado por los excesos para dar el peso. Es por esto que Lozano ahora se asentará en la división supergallo, aunque parece evidente que por su altura no demasiado elevada debería mantenerse en el peso gallo, categoría que además cuenta con un nivel más limitado y en la que con su pegada y su estado de forma actual podría hacerse un hueco en la cumbre sin demasiadas dificultades. Sea como sea, a la vez que Carmona recibe un inesperado golpe (causado en parte por su falta de profesionalidad al no dar el peso ante su rival inicial) que le alejará de los encuentros ante la élite del peso supermosca, Lozano ve ante él abierta una ventana hacia el éxito y hacia un enorme mejora en su consideración.
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