T-Mobile Arena, Las Vegas, Estados Unidos.
En juego el título NABF del peso crucero.
Dado que Steve Cunningham es un boxeador muy apreciado por el público estadounidense y por muchos de los seguidores de la división del peso crucero por su lucha para curar a su hija enferma y por ser un boxeador verdaderamente valiente, que nunca rechaza un reto por difícil o lejano que esté, en caso de que combata en una pelea contendida suele lograr ante los ojos de buena parte del público la victoria en impresión general. Esto es favorecido por su voluntad de victoria, plasmada en la constante posesión de la iniciativa y en una considerable presión. Por ello, de nuevo, han sido muchos los que han clamado contra un nuevo robo ante Andrew Tabiti, cosa que, como le pasó ante Glazkov, no es cierta si se analiza la pelea de forma imparcial y objetiva.
Durante el tramo inicial Cunningham se equivocó al permitir que la pelea tuviese una actividad baja, ya que ésto le permitió a un Tabiti más técnico y veloz utilizar simplemente su jab al cuerpo y al rostro para marcar la diferencia. Además, como Tabiti seguramente se había preparado para verse bajo intensos ataques, al no recibir más que una tenue presión, pronto se decidió a utilizar su derecha y su gancho al cuerpo, sólo viéndose contestado por algún cruzado.
Poco a poco, “USS” comenzó a acelerar sus pasos, pero su precisión resultaba bajísima, siendo evitados muchos de sus puños por la gran defensa dinámica de Tabiti, que utilizaría sus contragolpes en directo o gancho, además de su jab, para imponerse round por round. Estaba claro que Cunningham no estaba siendo el de pasados combates ni mucho menos, mostrándose muy lento y realizando un trabajo muy moderado. Aun así, pasado el ecuador de la contienda, intensificó algo su voluntad de acortar los espacios, cosa que se tradujo en desigual éxito. Primeramente, Tabiti recurriría a correr el ring de forma un tanto exagerada para evitar el riesgo, imponiendo eventualmente su 1-2. Pero posteriormente, tanto en el séptimo como en el octavo asalto, Cunningham consiguió cortar el ring y encerrar a su oponente, al que alcanzó con algunas manos claras aunque intercaladas por numerosas entradas en clinch forzadas por su rival.
En cualquier caso, en los rounds finales Andrew Tabiti 15(12KO)-0 consiguió retomar el control con su jab y neutralizar con poco esfuerzo las ofensivas de su adversario, logrando una merecida victoria por decisión unánime, siendo las cartulinas de doble 97-93, totalmente justas, y la restante de 100-90, muy excesiva. Pese a ésta, tildar el veredicto de robo por una mala puntuación no es posible, siendo claro que Tabiti mereció el triunfo. La puntuación de Bastión Boxeo es de 98-92 a favor de Tabiti.
Ciertamente, aunque ya fue campeón mundial, el boxeo no siempre ha sido justo con Cunningham 29(13KO)-9(1)-1, que ha recibido varias cuestionables decisiones en peleas muy importantes y que pese a ello nunca ha dejado de aceptar riesgos enormes. Todo ello en una época en la que los boxeadores-diva campan a sus anchas evitando rivales, escogiendo a sus oponentes cuando más débiles están y pavoneándose, pese a sustentar su récord con oponentes asequibles, como un top libra por libra. Por esto, la carrera de Cunningham debe ser debidamente juzgada y darle un crédito enorme, superando simplemente por su valentía a boxeadores con más cualidades técnicas y mejor considerados pero carentes de coraje para afrontar los mayores retos en cualquier ocasión. De todos modos, esto no debe nublar nuestra vista, siendo su derrota ante Tabiti justa, pareciendo además que su rendimiento ha decrecido claramente tras el knockout sufrido ante Glowacki, por lo que quizás deba empezar a pensar en el retiro definitivo.
Por lo que respecta a Tabiti, el apodo “The Beast” (la Bestia), no se corresponde en absoluto con su estilo, siendo simplemente un boxeador con buena técnica pero sin excesiva pegada que se limita a correr el ring, a veces a la desesperada, intentando puntuar. Respecto a su buen porcentaje de knockouts, éste ha sido inflado ante púgiles muy modestos, por lo que, como ha demostrado su primer combate ante un oponente de nivel, difícilmente podrá labrarse un camino hacia la cumbre a base de triunfos antes del límite. Es más, a no ser que su promotora y los jueces le ayuden, parece ahora mismo realmente difícil que pueda coronarse campeón en una división como la del peso crucero, quizás la que tiene más nivel medio de la actualidad en su top 15. Puede que si, cuando termine las World Boxing Super Series, el ganador asciende al peso pesado, un cinturón vacante pueda ser adquirido por Tabiti ante un coaspirante sencillo, pero midiéndose a un oponente de la élite sus posibilidades de triunfo parecen hoy por hoy muy bajas.
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