Copper Box Arena, Londres, Reino Unido.
En juego el título WBO Intercontinental del peso pesado.
Resulta innegable que el boxeo de Hughie Fury se está viendo crecientemente influenciado por el de su primo Tyson Fury, a quien al inicio de su carrera no se parecía excesivamente en su estilo combativo. De todas maneras, aunque se pueda imitar en cierto modo la táctica de quien se ha coronado monarca unificado, las cualidades físicas y los recursos de ambos no son ni mucho menos equivalentes. Al margen de este aspecto, y emulando o no, lo cierto es que Hughie Fury está evolucionando notablemente y ante un rival muy correoso como Fred Kassi, que ofreció enormes dificultades a Amir Mansour, Chris Arreola y Dominic Breazeale, se mostró muy solvente y efectivo.
A la vez que Kassi trataba de desplazarse por el exterior del ring aguardando el momento para contragolpear, estrategia que le ha dado muy buenos resultados en el pasado, Fury le perseguiría calmadamente con sus brazos bajos y la barbilla alta, reaccionando a cualquier amago del camerunés con un rápido paso atrás. Así, el local evitaría cualquier tipo de peligro que, de todos modos, no era demasiado elevado, puesto que podía neutralizar a su rival con un firme jab lanzando incontables veces. Cuando, pronto, se dio cuenta de que iba a sucumbir ante el jab de su oponente si se mantenía en esa línea, Kassi trataría de mostrarse más agresivo y realizaría algunas arremetidas que, del mismo modo, no le darían réditos destacables. Y es que Fury anotaría a la contra derechas, hooks zurdos o uppercuts diestros que, acompañados de clinch o ágiles pasos laterales, frenaron el empuje de "Big Fred".
Aunque el visitante trataría incluso de tomar la iniciativa eventualmente, seguiría siendo anulado por el efectivo pero nada espectacular boxeo de su contrincante, que recibiría algunos abucheos desde el quinto episodio por parte de un cierto sector del público. El monótono desarrollo de las acciones sufriría un cambio drástico en el sexto episodio, momento en el que tendría lugar un suceso decisivo. Como ya se podía intuir en anteriores precipitadas embestidas de Kassi, éste golpearía con su cabeza el párpado izquierdo de Hughie Fury, que sufriría un corte de considerable gravedad. Por ello, después de que el sexto round terminase con Kassi aprovechando el corte de su rival para conectar dos duras derechas (respectivamente en directo y gancho), con poco tiempo trascurrido del séptimo episodio el árbitro solicitaría la revisión médica y éste aconsejaría la detención de las acciones.
De este modo, se llegaba a una lectura de cartulinas (70-64, 69-65, 69-66) que por decisión técnica dieron el triunfo a Hughie Fury 20(10KO)-0, consiguiendo conservar su record invicto, sumar su vigésima victoria y capturar el título WBO Intercontinental, que le dará acceso al top 15 pesado de dicho organismo. Además, esta fue sin duda la mayor victoria de la carrera de Fury a pesar de la deslucida conclusión, puesto que no sufrió a penas para vencer sin dejar dudas a un Kassi que mereció triunfos ante Arreola y Breazeale aunque los jueces no se los quisieron dar. No son pocos quienes encuentran importantes puntos débiles en el boxeo de Fury, como su gran falta de pegada, sus descuidos defensivos y posibles problemas de adaptación en peleas físicamente muy exigentes, pero a sus 21 años no se puede negar que tiene muchísimo tiempo para poder evolucionar y que ante cada prueba a la que se ha visto sometido ha respondido adecuadamente. Con todo, cambiando el punto de vista y analizando las previsiones más osadas, ahora mismo todavía no está ni siquiera cercano al nivel necesario para poder imponerse en un campeonato mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario