The Cosmopolitan of Las Vegas, Las Vegas, Estados Unidos.
En juego el cinturón mundial vacante WBC del peso superwelter.
Si Jermall Charlo falló en su objetivo de lograr una esplendida victoria que le alzase a lo más alto de los rankings libra por libra aunque logró el triunfo estrechamente, su hermano Jermell dio en su primer mundial simplemente una mala imagen. Y es que Jackson dominó con claridad las acciones e incluso con cierta solvencia hasta que una mano decisiva rompió el choque y evitó su casi segura victoria.
El enfrentamiento fue simplemente tedioso, llegándose a puntos en los que ninguno de los dos contendientes pareció querer boxear y en el que ambos se limitaban a aguardar sin tomar decisiones, sobrepasando el razonable cálculo táctico o la elección de un bajo riesgo. Aun así, Jackson, que había elegido una estrategia dinámica y elusiva salía inevitablemente fortalecido de este planteamiento. Quizás el primer episodio sería una de las pocas excepciones, ya que Charlo explotaría su velocidad para alcanzar a su rival con el jab, el 1-2 y con el hook en algunos cruces, pero a partir del segundo episodio la pelea se decantó constantemente del lado de su oponente. Manteniéndose móvil por el exterior del ring, Jackson aprovecharía su notable ventaja en alcance para pegar y marcharse, contragolpeando las entradas de su rival con el hook zurdo al cuerpo, con el recto diestro y con algunos directos flojos pero que le servían para puntuar.
Es posible alegar que los puños de Jackson eran demasiado tenues o que en un apreciable número eran bloqueados por su contrincante, pero al menos intentaba anotar sus manos con cierta frecuencia, algo que no se replicaba del lado de un inactivo y nada efectivo Charlo. Aunque los dos contendientes pegaban al aire de forma bastante habitual, dado que Jackson contaba con una mayor frecuencia terminaba por anotar algún seco jab o algún curvo de corto recorrido al contragolpe que superaba claramente el trabajo de un Charlo apoyado en golpes sumamente aislados y con un porcentaje de acierto preocupantemente bajo. Para ser justos cabe señalar que Jackson forzaba el error de su rival con brillantes esquivas (en una ocasión conectó un hook diestro a la vez que eludía un gancho zurdo de su adversario), pero no todo era mérito del caribeño, puesto que Charlo pese a llevar la iniciativa no sabía gestionarla, del mismo modo que no cortaba el ring de forma adecuada.
Después de que Jackson empezase a desplegar alguna combinación de rectos en larga y de curvos en corta, el rendimiento de Charlo repuntaría en el quinto episodio, en el que anotó ganchos al rostro con claridad. De todos modos, en los siguientes dos asaltos los errores de ambos se sucederían por decenas, aspecto que beneficiaba a un Jackson que sólo por su mayor envergadura ya lograba conectar el jab y el directo. Aunque llegada la pelea al octavo asalto a Charlo se le podrían dar un par de asaltos, los jueces sólo le daban uno, algo que significaba que Jackson se había asegurado el empate y estaba a un paso del triunfo, pero todo su trabajo se vendría abajo en un instante. En el octavo episodio Charlo aceleraría sus pasos y empezaría a llegar con su 1-2 y su hook zurdo, algo que sería un claro aviso, puesto que unos instantes después anotaría un nuevo 1-2 que dejaría a su oponente entre estremecido y confuso. Tanto fue así que incluso Jackson se giro casi de espaldas a su rival, que le propinó dos hooks zurdos más, lo dejó colgando entre dos de las cuerdas y obligó al árbitro a intervenir decretando el KO Técnico.
Cuando sobrevino su triunfo Jermell Charlo 28(13KO)-0 estalló en alegría, dado que había cumplido su sueño de convertirse en campeón mundial, todo ello mientras los grandes críticos de los destacados medios estadounidenses se apresuraban a alabar las enormes cualidades de los dos hermanos Charlo, que se convertían en los primeros gemelos que reinaban simultáneamente en una misma división. Con todo, si bien su victoria fue incontestable y justa desde el punto de visto del reglamento, siendo además más que lógica su alegría, una vez que se analiza detenida y fríamente la pelea puede que no haya tantos motivos para el júbilo. Después de haber logrado victorias más que controvertidas ante Vanes Martirosyan y Demetrius Hopkins, entre otros, y ofrecer peleas tan inefectivas como aburridas, en su primer mundial simplemente no estuvo a la altura durante casi seis asaltos, errando constantemente golpes, permaneciendo neutralizado y exponiéndose al contragolpe de forma clara. Todo ello enfrentado a un Jackson 20(15KO)-3(2) que no pertenece a la élite y que fue noqueado en cinco asaltos por Andy Lee pero que se las arregló para superar de forma continuada a su oponente.
Así, mientras el campeón IBF Jermall Charlo tendrá una oportunidad para no perder su proyección ante el complicadísimo Julian Williams en una pelea que se presenta igualada en líneas generales, el nuevo campeón WBC Jermell De'Avante Charlo tendrá enormes dificultades para retener su cinturón en sus próximas dos peleas mandatorias, retos muy exigentes en los que quizás no parta como favorito y en los que deberá enfrentar al imprevisible pero en auge Charles Hatley y al ganador del magnífico enfrentamiento entre el excampeón Demetrius Andrade y el durísimo Willie Nelson.
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