Vodafone Events Center, Manukau City, Nueva Zelanda.
Eliminatoria final IBF del peso pesado.
Sobre el papel muchos críticos consideraron de forma totalmente errónea y precipitada que el prospecto Parker no tendría dificultad alguna para noquear a su oponente y que demostraría brillantemente el magnífico futuro que le espera en la división del peso pesado. Pues bien, tenga un buen porvenir o no, lo cierto es que sin experiencia ante rivales del top, Parker sufrió enormemente para conseguir el triunfo e incluso para evitar ser noqueado, ya que el veterano Takam, fogueado en grandes batallas, lo estremeció repetidamente evidenciando sus enormes puntos débiles.
El peligro de Takam se hizo evidente ya en el primer round, cuando anotó un durísimo hook zurdo que sorprendió parcialmente a un Parker centrado en un boxeo lineal con jab y 1-2. Con todo, el púgil neozelandés tendría el control de las acciones hasta pasada la mitad de la pelea, puesto que su oponente cometería el fatal error de ceder la iniciativa, ocupar el exterior del ring y aguardar al contragolpe, en vez de acortar la distancia y tratar de demoler con sus magníficos golpes en corta. Así, Parker impuso su boxeo y su ventaja en altura y alcance anotando con relativa facilidad el 1-2, el cruzado diestro abierto y alguna combinación en uppercut diestro-hook zurdo. A partir del cuarto episodio, Takam trataría de remediar su error y comenzaría a presionar, logrando éxitos inmediatos al conectar su gancho zurdo, su directo y otros golpes, que conseguía impactar en ocasiones abriendo huecos astutamente dando pequeños pasos a la derecha.
De todos modos, cuando vio que el visitante comenzaba a tomar la iniciativa, Parker contragolpearía de forma acertada con durísimos uppercuts, aunque pronto empezaría a mostrar enormes defectos. Con un poco de tenacidad Takam terminaría por empujar a las cuerdas a su inexperimentado rival, que claramente agobiado recibiría golpes con relativa facilidad, llegándose así a un quinto round nefasto para Parker y excelente para su rival. Con los brazos bajos evidenciando un notable cansancio, el local no sabía exactamente como reaccionar para eludir el peligro y optaría por entrar en clinch a la desesperada o por correr el ring para evitar las intensas arremetidas de Takam, que incluso saltaría tras su rival para conectar potentísimos hooks, poniendo con ellos de manifiesto el escaso encaje de Parker.
Cuando se terminó el round, Parker recibió instrucciones desde su esquina que se materializaron en una modificación táctica, ya que tanto en el sexto como en el séptimo episodio optaría por pegar y marcharse, ocupando para ello el borde del ring a la vez que jabeaba o buscaba el contragolpe. Todo sus golpes parecieron entonces tener una voluntad disuasoria o, al menos, la simple intención de puntuar. Takam seguía anotando manos de poder que desequilibraban a su oponente, pero sus ataques llegaban demasiado tarde y concentrados en el último minuto de cada round. Después de estos episodios, la pelea dejaría un épico octavo asalto, con Takam al inicio anotando duros uppercuts y hooks, con Parker reaccionando y poniendo en apuros a su oponente con el gancho zurdo-directo seguido por una larga combinación de curvos y, finalmente, con el camerunés resistiendo y pasando al ataque con brutales directos y hooks.
Cuando este asalto terminó no quedaban dudas de que la resistencia de Parker estaba rota, algo que Takam explotó en el noveno asalto con nuevos golpes de poder. Aun así, éste estaba también muy cansado, por lo que reduciría mucho sus ofensivas y cedería de forma decisiva dos asaltos a su contrincante, que ya se limitaba a puntuar esperando el fin del combate. Éste llegaría después de un doceavo asalto en el que Takam se volcó al ataque pero ya sin la potencia de golpeo necesaria para lograr un knockout. Por ello, inevitablemente se llegó a la lectura de cartulinas que justamente dieron 115-113 y doble 116-112 a favor de Joseph Parker 19(16KO)-0, que eludió la derrota sólo por su simple y nada brillante boxeo basado en puntuar y correr. La puntuación de Bastión Boxeo es de 115-113 a favor de Parker. Con todo, si Takam 33(25KO)-3(1)-1 hubiese pasado al ataque un poco antes en los rounds en los que su rival cedía claramente y, sobre todo, si no hubiese optado por entregar la iniciativa durante tantos asaltos al inicio, sin duda habría logrado el triunfo, del que estuvo sumamente cerca, rozando incluso el KO Técnico cuando el local, desbordado, encajaba puños sin respuesta.
En cualquier caso, pese a la meritoria actuación de Takam, Parker consiguió el triunfo en esta eliminatoria final IBF, aunque a costa de mostrar una muy mala imagen: sus enormes fallos defensivos, sus grandísimas dificultades desenvolviéndose bajo presión, su cuestionable estado de forma y un encaje más que preocupante demuestran que ha sido en gran medida sobrevalorado por sus sencillas victorias ante oponentes modestos. Aun así, Parker sólo tiene 24 años, de modo que tendrá un gran margen para pulir defectos y para mejorar los puntos más débiles de su boxeo, pero, dicho esto, parece indudable también que, cuando alcance en enero o febrero de 2017 el mundial de forma mandatoria ante el monarca Anthony Joshua, el campeón tendrá a su alcance una demoledora victoria por knockout.
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