A diferencia de la primera pelea entre ambos, Orucuta optó inicialmente por ceder el centro del ring a
Narváez, desplazándose con pasos laterales por el cuadrilátero. El campeón, libre de presión, perseguía al aspirante conectando con su izquierda recta (Narváez es de posición zurdo) y su croché de derechas o combinando ambas. Los escasos ataques del visitante, basados en la derecha recta y el hook al cuerpo de izquierdas, eran bloqueados por los guantes del local, que acertaba con precisos pero poco numerosos directos de izquierda.

En los siguientes dos episodios se produjeron duros intercambios, en los cuales ambos conseguían anotar con sus puños, pero en los que Orucuta tenia ventaja por sus características físicas y de estilo, que se traducían en aciertos con sus golpes curvos en la distancia corta. Nuevamente la presión de Orucuta comenzaba a dar resultados, aunque estrellaba muchas manos contra los guantes, cuando el campeón tuvo su mejor round, el onceavo. En este, Narváez llegó con ambas manos, destacando su derecha en forma de hook y croché y sus golpes rectos de izquierda y derecha, haciendo mella en Orucuta, que pasó a desplazarse para eludir la presión. En un intenso último round, Orucuta pareció estar cerca de caer, tocado por una fuerte izquierda recta del campeón.
En un magnifico combate de revancha, emocionante como el primero, los jueces dieron la victoria a Omar "El Huracán" Narváez 43(23KO)-1-2 con cartulinas 114-114, y doble 116-112. Los jueces nuevamente valoraron mas los golpes claros aunque aislados de Narváez, así como sus buenas acciones defensivas. De esta forma Narváez defiende su título supermosca WBO por onceava vez, cifra que demuestra su afianzamiento.
Orucuta 29(24KO)-3 pierde por segunda vez ante Narváez con la sensación de haber vencido en ambas. Sus buenas cualidades le pueden permitir ser campeón del mundo, pero debería preocuparse por la precisión de su golpeo y centrarse en su táctica ofensiva, que es la que más conviene a su boxeo.
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