El nuevo positivo de Lucas Browne en control antidopaje ha hecho rebrotar definitivamente una cuestión que ha estado latente durante mucho tiempo en la división del peso pesado, siendo esta pregunta quién tiene el suficiente nivel entre todos los retadores para ser un púgil de la élite que ofrezca complicadas defensas a los campeones o que incluso pueda surgir como una estrella de la división como las que ha habido décadas atrás. Este tema, aunque en una época de crisis previa ya empezaba a dibujarse, fue con la hegemonía de los hermanos Klitschko cuando se asentaría definitivamente, quedando parcialmente neutralizado cuando Vitali Klitschko se retiró y Wladimir Klitschko fue derrotado por Tyson Fury. Así surgía la esperanza de que se estableciese una nueva era dorada en el peso completo, pretensión que rápidamente se desvaneció en una cadena de nefastos acontecimientos:
Los aplazamientos del Fury-Klitschko II, desembocados en un positivo del británico, que ahora se encuentra bajo tratamiento; la cancelación del Wilder-Povetkin por un positivo en antidopaje poco convencional del segundo; el aplazamiento del Joshua-Klitschko; el fracaso del torneo WBA con Browne dando dos positivos, con Chagaev conducido al retiro, con Oquendo esperando una oportunidad mandatoria que nunca llega y con Ustinov y Ortiz incapaces de llegar a un acuerdo. Si sumamos estos temas a muchos otros, como la entrada en crisis de púgiles destacados, el retorno de boxeadores de nivel cuestionable y diversos aspectos más, la situación parece realmente preocupante en la división, siendo inevitable preguntarse si hay algún boxeador qué pueda despuntar entre todos y haga retornar a la división a un buen momento. Por ello, parece necesaria una revisión de los rankings de los organismos WBC, WBA, WBO e IBF para poder comprobar qué hay de cierto en la presunta crisis y para buscar si alguien podrá romper las críticas para convertirse en una figura indiscutible de la apreciada división máxima.
Ranking WBC. Clasificación ordenada tal y como aparece en la última lista oficial publicada por el organismo.
1. Alexander Povetkin. El ruso es, guste o no, uno de los máximos aspirantes de la categoría, habiendo batido a todos los púgiles a los que ha enfrentado exceptuando a Wladimir Klitschko. Sus victorias ante Chambers, Chagaev, Rahman, Charr, Takam, Mike Pérez o Mariursz Wach le convierten en el púgil con mejor record de entre todos ranqueados WBC, por lo que, a pesar de su limitada altura, ayudado por buenos recursos, es uno de los mejores pesados de la actualidad, teniendo posibilidades de coronarse aunque no las suficientes de alcanzar la posición de estrella.
2. Bermane Stiverne. No se puede negar que el veterano haitiano-canadiense ha tenido su momento, logrando, gracias a una buena pegada y un tremendo encaje, llegar a coronarse campeón mundial WBC. Con todo, esto lo logró ante un Chris Arreola muy cuestionado y cuando se enfrentó a Wilder fue casi vapuleado, de modo que no es una alternativa real y a duras penas logrará mantenerse en la élite.
3. Kubrat Pulev. El búlgaro es uno de los grandes subestimados del ranking del Consejo, algo lógico después del contundente knockout sufrido ante Wladimir Klitschko. Con todo, es un púgil mucho más capaz de lo que se piensa, con un excelente boxeo en larga, cosa que demostró al coronarse campeón de Europa ante Chisora en su última pelea. No es una alternativa a los campeones WBA, WBC e IBF, siendo posible que pierda si se enfrentase a Wilder o Joshua, pero tendría buenas posibilidades de éxito en el campeonato WBO y ante los retadores del máximo nivel.
4. Johann Duhaupas. El francés es una de las grandes sorpresas de la división, aguantando casi todos los asaltos en el campeonato ante Wilder y logrando inflamarle el ojo izquierdo. Posteriormente conseguiría quitar su invicto a Robert Helenius noqueándolo en seis asaltos, de modo que no puede ser tomado a la ligera. Con todo, su boxeo tiene más de voluntad y tenacidad que de habilidad, por lo que en el nivel mundial debería sufrir siempre dificultades.
5. Bryant Jennings. El estadounidense era visto como una apreciable alternativa por su estelar progreso, afianzado tras un meritorio combate ante Wladimir Klitschko. Pero su derrota abrumadora ante Luis Ortiz casi le ha descartado como serio candidato a coronarse, aunque debería ser un rival de gran dureza y marcar el límite entre la élite y el nivel alto.
6. Artur Szpilka. Para ser un hooligan polaco convertido en boxeador, sus logros han sido insuperables, imponiéndose tácticamente a Wilder hasta que éste lo noqueó con una demoledora contra. Así, es un boxeador a tener muy en cuenta, que puede generar problemas insalvables incluso a los campeones, aunque su irregularidad será el aspecto más preocupante.
7. Gerald Washington. Este exjugador de futbol americano es la máxima expresión de la crisis del peso pesado estadounidense, un boxeador que no sabe aprovechar su altura y que en su único test de dureza fue vencido por su peligroso, pero mucho más bajo, compatriota Amir Mansour, aunque los jueces no quisieron arrebatarle el invicto y dieron un empate. No es una alternativa y difícilmente podría imponerse a ningún top 15 de nivel.
8. Carlos Takam. El camerunés tiene dos problemas principales, no contar con una promotora con el máximo poder económico y estar más de una decena de centímetros por debajo de los campeones. Aun así, difícilmente se puede encontrar un boxeador más rocoso, algo que ha demostrado en sus dos derrotas más recientes: una en una durísima batalla ante Povetkin y la otra ante el coaspirante mundial WBO Joseph Parker por un solo asalto y en un duelo en el que Takam estuvo a un paso de ganar por knockout. Si bien debería ser un reto complicadísimo para cualquier boxeador, el mundial debería serle esquivo.
9. Mariusz Wach. El polaco no es un mal púgil, pero básicamente se ha apoyado en su gigantesca estatura, y tiene evidentes problemas de ritmo y frecuencia. Depende quién le sea puesto como coaspirante podría hacerse con el campeonato de Europa vacante, pero, dado que los monarcas mundiales son tan altos como él y tienen mucha más explosividad, pocas serán sus opciones en un duelo contra uno de ellos.
10. Dillian Whyte. Del último sector de la clasificación oficial WBC de noviembre, el jamaicano Whyte es el boxeador de mejor nivel. Cuando Joshua parecía imbatible, Whyte lo estremeció y demostró que se le podía vencer, por lo que sin ser de la élite es un boxeador más que capaz. De todos modos, le falta velocidad de piernas y su defensa esta lejos de ser suficientemente buena, por lo que hasta que no se enfrente a otro top 15 no se podrá disipar la idea de que está por debajo del nivel para acceder a la élite.
11. Dereck Chisora. Aunque es mucho más joven que otros contendientes y su nombre es más prestigioso, Chisora es un boxeador en seria crisis, que ha sido anulado recientemente por Fury y Pulev y que desde 2013 no bate a un rival que no sea modesto. No tiene posibilidades de coronarse y, si no logra imponerse a Whyte en diciembre, podría dejar de ser considerado como un boxeador de nivel alto.
12. Jarrell Miller. Es el tipo de boxeador que no respalda con los hechos sus osadas palabras. Muchos le consideran el principal prospecto estadounidense de la categoría, y quizás no se equivoquen del todo. Pero sufriendo mucho para ganar a un Donovan Dennis que padeció dos knockdowns, imponiéndose a Fred Kassi por una simple lesión en la mano de éste y habiendo mostrado problemas tácticos, falta de recursos y dificultades para mantener la forma, dependerá de su pegada para intentar hacerse un hueco en el top 5 que no tendrá fácil alcanzar con sus cualidades.
13. Andrzej Wawrzyk. El polaco es un "invitado" en el top 15, siendo uno de los púgiles más asequibles de esta clasificación. Batido en tres asaltos por Povetkin, no está al nivel del ranking mundial, pareciendo posible sólo su triunfo ante un par de los demás clasificados, aunque es joven y su última victoria ante Sosnowski lleva hacia el optimismo parcial respecto a su carrera.
14. David Price. Ha evitado ser denostado totalmente tras sus tres derrotas porque tanto Thompson como Teper, sus dos verdugos, fallaron tests antidopaje tras vencerlo. Pese a ello, no deja de ser para muchos una promesa sin culminar que no tiene ni encaje ni las cualidades que se esperan de un destacado amateur. Por ello, parece que una previsible derrota por knockout más ante un rival de la élite podría cerrar su carrera.
15. Andriy Rudenko. De rebote, tras ganar por decisión técnica a un Mollo que había vencido inesperadamente al prospecto Zimnoch, Rudenko entró en el ranking, pero con la estatura de un peso crucero no muy alto y con derrotas ante Fury y Browne, quizás no sea un púgil asequible pero es poco más que una piedra de toque de cierta dureza y resistencia.
De entre el resto de 40 ranqueados WBC, sólo el joven 32º Adrian Granat parece tener serias posibilidades de futuro en la división.
Ranking WBA. Clasificación ordenada tal y como aparece en la última lista oficial publicada por el organismo.
1. Luis Ortiz. El cubano es junto a Povetkin uno de los dos mejores aspirantes de la actualidad. Si boxease siempre como ante Bryant Jennings, al que desarboló totalmente, sólo están a su nivel, Klitschko, Wilder y Joshua, pero si se muestra tan poco resolutivo como ante el huidizo Malik Scott, su futuro no será ni mucho menos tan brillante.
2. Wladimir Klitschko. Siendo el número 1 de la división junto a su hermano Vitali por espacio de una década, no deja de ser la máxima expresión de la élite de la división. Pero con el paso del tiempo sus cualidades se han visto mermadas, no siendo tan efectivo su boxeo cuando se mide a rivales de su estatura. Tras haber sido controlado por Tyson Fury, sólo una gran actuación ante otro púgil de la élite le devolverá el prestigio y evitará su retiro, aunque ni mucho menos es ya una opción de futuro.
3. Lucas Browne. Habiendo dado en poco más de seis meses dos positivos distintos en control antidopaje no debe ser valorado. Si alguien le está saboteando no vale la pena que siga ensuciando su nombre y si, como parece, se está dopando de forma sistemática debería ser sacado del boxeo.
4. Alexander Ustinov. Estando mucho más cerca del retiro que del comienzo de su carrera, el ruso Ustinov, que fue noqueado por Kubrat Pulev, no es tampoco una alternativa, siendo escasas ahora mismo también sus posibilidades de lograr una victoria insigne contando lo rígido y lento que puede llegar a ser su boxeo.
5. Shannon Briggs. Aunque ha sido tomado como una broma desde su retorno a los rings, el excampeón Briggs ha ejecutado una astuta campaña de marketing que le está dando buenos réditos económicos y que le ha llevado sin riesgos al acceso al mundial regular WBA vacante. Igualmente, habiendo debutado en el año 1992, en ningún caso su nombre puede ser tenido en cuenta como el futuro de la división y se espera que pronto se retire.
6. Fres Oquendo. Desde julio de 2014 no ha peleado, reclamando, incluso judicialmente, un combate mandatorio por el título regular que nunca llega. Las largas inactividades siempre son perjudiciales pero, siendo un boxeador muy veterano, es más que posible que en su regresos a los cuadriláteros sufra una derrota definitiva para su trayectoria.
7. David Haye. Recordado con nostalgia su éxito en el peso crucero y posteriormente su coronación como pesado, la vuelta al pugilismo de Haye tras tres años y medio fue acogida con gran expectación. Pero, siendo objetivos, en sus dos peleas recientes se ha medido a rivales modestísimos que no tardaron nada en ceder, por lo que ahora mismo parece que él y su equipo están ocultando una merma en su rendimiento, que podría aparecer en cualquier momento en el que se enfrente a un rival de nivel. Además, su siguiente objetivo es el mundial crucero ante Bellew, por lo que no se le puede considerar un aspirante del peso pesado hasta que no descarte definitivamente cualquier pretensión en la división inferior.
8. Manuel Charr. Siempre intenta reflotar tras sus derrotas, pero sus victorias ante algunos rivales de nivel medio-alto como Leapai no deben confundir. Si fue noqueado por Povetkin, después batido por Duhaupas y posteriormente demolido por el peso crucero Mairis Briedis, su futuro no puede ser en absoluto brillante.
9. Jarrell Miller. Véase 12º WBC.
10. Trevor Bryan. Es un caso casi idéntico al de Miller. Boxeador prometedor estadounidense con buena pegada, pero cuya condición física a largo plazo en las peleas resulta preocupante y cuya variedad de recursos y capacidad de resolución ante problemas tácticos es insuficiente a todas luces.
11. Kubrat Pulev. Véase 3º WBC.
12. Andrey Fedosov. Hay pesos supermedios mucho más altos que él, por lo que sólo a base de explosividad Fedosov suple esta carencia. Ante los púgiles del nivel medio-alto puede lograr algún éxito importante, pero ante la élite parecen inevitables sus derrotas contando que su defensa es mala y su encaje no es ni mucho menos férreo.
13. Dereck Chisora. Véase 11º WBC.
14. Guillermo Jones. Su posicionamiento es debido básicamente a que es panameño y que la WBA tiene su sede en dicho país, pero este crucero dopado no ha hecho ningún mérito desde su retorno para merecer dicho ranking, siendo de esperar que sufra derrotas en cualquier momento que se mida a un rival competente.
15. Jun Long Zhang. Capturó un título menor WBA y está invicto, pero es veterano, nunca ha salido de China y jamás se ha enfrentado a un rival de nivel medio-alto. Sería extrañísimo que tuviese algún futuro en peleas ante rivales de calidad.
Ranking WBO. Clasificación ordenada tal y como aparece en la última lista oficial publicada por el organismo.
1. Joseph Parker. Se decía de él que era una promesa de futuro magnífico, pero en la eliminatoria ante Takam mostró que le faltan años y años de evolución y desarrollo. Debería coronarse en el mundial vacante WBO ante Andy Ruiz, pero será el campeón más asequible de la actualidad.
2. Wladimir Klitschko. Véase 2º WBA.
3. Andy Ruiz. Es veloz, cuenta con variedad en su golpeo, combina con mucha facilidad y es un boxeador bastante completo pero, con una condición física que oscila entre lo nefasto y el exceso de peso intolerable, si no remedia su estado de forma de modo prolongado su carrera debería llevarle a la derrota más pronto que tarde.
4. David Haye. Véase 7º WBA.
5. Hughie Fury. Además del nombre Fury, Hughie posee un estilo combativo similar al de su primo Tyson, aunque no es tan alto ni posee tanta pegada o habilidad en el desplazamiento o en la defensa. Aun así, dado que el peso pesado tiene un nivel, como se puede apreciar, bastante bajo, no puede descartarse que consiga victorias notables, aunque sufre cortes con excesiva facilidad, algo que le penaliza de forma constante y ante casi cada rival.
6. Jarrell Miller. Véase 12º WBC.
7. David Price. Véase 14º WBC.
8. Tom Schwarz. Teniendo en cuenta que varios de los componentes de los distintos top 15 están considerablemente por encima de los 40 años de edad, un Schwarz de sólo 22 tiene una clara ventaja respecto a la percepción de su futuro. Además de que tiene capacidad de mejora y evolución y que le queda mucho más de una década de boxeo por delante, posee una altura muy elevada, buena velocidad y un gran estado de forma. Aun así, como es inevitable, ahora mismo le falta muchísima experiencia para estar preparado para los grandes retos, por lo que restan casi una decena de combates para saber si debe ser tenido en cuenta como un púgil de nivel alto.
9. Edmund Gerber. Decir que es un mal boxeador sería muy injusto, pero si alguien tiene pocas posibilidades de llegar a coronarse éste es Gerber. La derrota ante Chisora en cinco asaltos parece un pésimo presagio respecto a su carrera. Todavía es joven y en sus últimas tres peleas ha logrado knockouts rápidos, por lo que quizás su única derrota y único test ante un rival de nivel haya servido para hacerle mejorar. Ahora mismo, sus únicas posibilidades de éxito respecto a rivales de nivel alto es que logre batir antes a algún púgil de nivel medio-alto y deje de enfrentar a boxeadores modestos o modestísimos.
10. Kubrat Pulev. Véase 3º WBC.
11. Andrey Fedosov. Véase 12º WBA.
12. Izuagbe Ugonoh. Un prospecto imbatido de notable proyección, con estado de forma perfecto, gran altura y enorme envergadura y una pegada demoledora. Ahora mismo sólo se ha enfrentado a rivales de nivel muy bajo o de nivel medio, por lo que no es conveniente precipitarse, menos aún no habiendo logrado noquear al flojísimo Julius Long (Ustinov lo noqueó en un round, Wach en siete). Aun así, de entre los prospectos es el más desarrollado y el que más pronto debería llegar a las pruebas de fuego, en las que se podrá ver si es capaz de pertenecer a la élite o no.
13. Christian Hammer. Al inicio de su carrera afrontó un recorrido demasiado difícil para un púgil sin experiencia, pero con el paso del tiempo ha logrado un boxeo muy sólido. En sus últimos 14 combates sólo ha perdido ante Tyson Fury, logrando en su duelo más reciente un gran triunfo ante el extop 5 Erkan Teper. No será campeón mundial, pero cualquier púgil de nivel alto que se confíe o que no sea constante podría perder ante su 1-2-hook.
14. Michael Wallisch. No cuenta con la suficiente pegada ni la necesaria capacidad de resolución, pero es alto y bastante completo. Si lograse una evolución brusca, su proyección podría ser enorme, pero ahora mismo es demasiado rígido y no tiene la variedad de recursos para hacerse un hueco en la élite.
15. Andrzej Wawrzyk. Véase 13º WBC.
Ranking IBF. Clasificación ordenada tal y como aparece en la última lista oficial publicada por el organismo.
1. Vacante.
2. Kubrat Pulev. Véase 3º WBC.
3. David Haye. Véase 7º WBA
4. Johan Duhaupas. Véase 4º WBC
5. Carlos Takam. Véase 8º WBC.
6. Luis Ortiz. Véase 1º WBA.
7. Vyacheslav Glazkov. Con victorias ante Cunningham y Adamek y una medalla olímpica, Glazkov parecía tener cierto futuro, pero la lesión de rodilla que le obligó a abandonar ante Charles Martin pone en duda su proyección, más aún cuando estará más de un año recuperándose de ella. Igualmente, no tiene ni la pegada, ni el ritmo suficiente, siendo irregular tácticamente, por lo que no es precisamente un aspirante destacado.
8. Eric Molina. Habiendo sido Molina noqueado en sólo un round por Arreola, a Wilder le llovieron las críticas cuando lo eligió como oponente. Pero éste supo anotar fortísimos golpes de poder que estremecieron al campeón, aguantando una y otra vez las demoledoras manos de Wilder hasta el noveno asalto. Posteriormente, un buen triunfo por KO como visitante ante Adamek le ha consolidado como un boxeador destacado en el ranking, pero, si como se espera, es noqueado ante Joshua el próximo diciembre, podría pasar a convertirse en una simple piedra de toque de boxeadores de nivel alto.
9. Jarrell Miller. Véase 12º WBC.
10. David Price. Véase 14º WBC.
11. Derek Chisora. Véase 11º WBC.
12. Charles Martin. Junto a Washington es la muestra más patente de la crisis del peso pesado estadounidense. Con números en su record logrados con una elección de rivales sencillísima, cuando enfrentó a Joshua, cayó arrollado en sólo dos asaltos. Ni tiene posibilidades de coronarse ni parece capaz de rendir al nivel de la élite.
13. Izuagbe Ugonoh. Véase 12º WBO.
14. Hugie Fury. Véase 5º WBO.
15. Christian Hammer. Véase 13º WBO.
Después de este breve análisis de los aspirantes, la lectura sobre la división del peso pesado no puede ser ni mínimamente optimista. Con altos y bajos y desigualdades, en la mayoría de restantes categorías se puede encontrar una élite relativamente más extensa, con muchos púgiles de nivel alto o muy alto que pueden pugnar con posibilidades por el título, algo que no sucede en el peso completo. Ahora mismo los campeones son dos Anthony Joshua (IBF) y Deontay Wilder (WBC), estando vacantes los cetros WBA y WBO. Por el cinturón de la Asociación combatirá Wladimir Klitschko, exnúmero 1, contra el campeón IBF Joshua, surgiendo así un indiscutible número 1. Por el título de la Organización pelearán Joseph Parker y Andy Ruiz, siendo el ganador el eslabón débil de la cadena de campeones.
Así se establecerán dos escenarios diferenciados: una nueva hegemonía en la WBA e IBF, que se podría extender con una unificación a la WBC, y un reinado WBO probablemente poco estable y en el que puedan tener éxito diversos púgiles. Por ello, parece inevitable que el ganador de la lucha entre Kltischko, Joshua y Wilder se establezca como el nuevo tirano de la categoría destinado a dominarla sin excesivos impedimentos, siendo los aspirantes realmente peligrosos y que pueden cuestionar seriamente su reinado sólo dos: Povetkin y Ortiz.
Por debajo de estos dos, se extiende un número de púgiles de buena calidad pero que están por debajo del nivel de los campeones y de los máximos aspirantes, que pueden generar dificultades notables, pero que será extremadamente complicado que se puedan coronar, siendo estos en líneas generales: Pulev, Takam, Duhaupas, Szpilka, Jennings y, quizás, Haye y Molina.
Siguiéndoles en consideración, se deben valorar a los prospectos y a los boxeadores de nivel alto más o menos jóvenes o sin excesivo recorrido, porque, hayan demostrado o no sus cualidades, hayan caído ante algún rival de nivel o no, tienen mucho más que decir en el futuro que los que están a un paso de retirarse. Entre estos sobresalen: Hughie Fury, Ugonoh, Glazkov, Wallisch, Hammer, Whyte, Fedosov, Schwarz, Miller, Bryan, Wawrzyk y puede que incluso Gerber, aunque podría ser discutible su inclusión al igual que la de Wawrzyk.
Finalmente, hay que mencionar a los numerosísimos púgiles que cuentan con un nivel bajo o bajísimo comparados con la élite (aunque pueden tener un nivel medio-alto o incluso alto en general), son demasiado veteranos, han perdido su rendimiento de otro tiempo, suman varias derrotas ante rivales destacados o que no pueden ser valorados seriamente por su implicación en casos de dopaje. Entre estos está el grupo más numeroso, formado por: Browne, Wach, Charr, Stiverne, Chisora, Ustinov, Oquendo, Rudenko, Price, Briggs, Washington, Martin, Jones y Jun Long Zhang.
Hay que contar que las listas oscilan mucho y en determinados meses hay muchos más púgiles de nivel que en otros, pero en este análisis la teoría de la crisis parece confirmarse. El mayor número de boxeadores se encuentra en el último grupo, el de púgiles que acumulan derrotas u ostentan un rendimiento reciente bajo. Un motivo para el optimismo es que el tercer grupo, el de los jóvenes o sin probar, sea el segundo más numeroso por componentes. Aunque, si se tiene en cuenta que hay varios de ellos que podrían ser derrotados con sencillez por alguno de los veteranos y que otros no lograrán una gran evolución, este optimismo se modera mucho. El segundo grupo es insuficientemente extenso y en él se cuentan boxeadores que ya han sido derrotados por los campeones. Ver a los componentes de este grupo enfrentados a los titulares sería interesante, pero no estarían estos duelos ni mucho menos al nivel de los mejores momentos de la división pesada.
Finalmente, se encuentran dos boxeadores veteranos que tienen un nivel formidable, pero que por edad y recorrido, tienen sobre ellos una sombra que indica que una única derrota podría cuestionar toda su carrera.
Si bien puede ser más que discutible, y siempre en este tipo de ejercicios se valoran aspectos un tanto subjetivos, el ranking final de Bastión Boxeo de los aspirantes de la división pesada respecto a las listas de los cuatros organismos publicadas en noviembre sería el siguiente, aunque tenemos en cuenta que con el paso de los meses muchas modificaciones serían necesarias y algunos púgiles mal posicionados, evidentemente, podrían ganar por experiencia o características a otros bien posicionados:
El criterio elegido para la clasificación (en la que no se incluyen púgles fuera del top 15 de los organismos) se basa, de mayor a menor importancia, en cinco aspectos: rendimiento reciente, proyección, nivel boxístico actual, logros recientes y record (logros pasados).
Campeones: 1. Wilder (por calidad de oponentes enfrentados) 2. Joshua.
Aspirantes mandatorios: 1. Klitschko 2. Parker 3. Ruiz.
Clasificados: 1 Ortiz. 2 Povetkin. 3 Pulev. 4 Duhaupas. 5 Szpilka. 6 Takam. 7 Jennings. 8 Haye. 9 Hughie Fury. 10 Molina. 11 Ugonoh. 12 Hammer. 13 Whyte. 14 Schwarz. 15 Wallisch. 16 Glazkov 17. Miller. 18. Fedosov. 19 Bryan. 20 Wach. 21 Wawrzyk. 22 Gerber. 23 Browne. 24 Stiverne. 25 Chisora. 26 Ustinov. 27. Charr 28 Oquendo. 29 Rudenko. 30 Price. 31 Briggs. 32 Washington. 33 Martin. 34 Jones. 35 Jun Long Zhang.
Clasificación alternativa sólo por nivel actual y cualidades: 1 Ortiz. 2 Povetkin. 3 Pulev. 4 Szpilka. 5 Duhaupas. 6 Takam. 7 Haye. 8 Jennings. 9 Hughie Fury. 10 Ugonoh. 11 Wach. 12 Whyte. 13 Molina. 14 Hammer. 15 Schwarz. 16 Miller. 17 Browne. 18 Stiverne. 19 Chisora. 20 Ustinov. 21 Glazkov. 22 Wallisch. 23 Fedosov. 24 Bryan. 25 Wawrzyk. 26 Oquendo. 27 Gerber. 28 Charr. 29 Price. 30 Rudenko. 31 Briggs. 32 Washington. 33 Martin. 34 Jones. 35 Jun Long Zhang.
miércoles, 30 de noviembre de 2016
¿Quiénes son los top 15 pesados de los cuatro organismos? Análisis de los aspirantes
martes, 29 de noviembre de 2016
Milan Melindo - Teeraphong Utaida/ Fahlan Sakkreerin Jr. (26/11/2016)
Cebu Coliseum, Cebú, Filipinas.
En juego el título interino IBF del peso minimosca.
Como la altura y envergadura de Utaida le hacían un objetivo difícil, más aún cuando éste utilizaba su 1-2 o su jab, Melindo recurriría a una actitud bastante agresiva, realizando arremetidas con hooks combinados para sorprender a su oponente, algo que lograría en el primer asalto, en el que lo estremeció ligeramente. De todos modos, a pesar del éxito parcial o momentáneo de Melindo con el 1-2, el filipino se vería alcanzado por los largos rectos y por los potentes ganchos a la contra de Utaida. Así, la pelea se desarrollaba muy igualada, con la iniciativa oscilando pero con el visitante Utaida impactando los golpes más claros o los que más podían impresionar a los jueces.
Aunque en el cuarto episodio Melindo mostraría que su éxito pasaba por el contraataque, debería esperar hasta el sexto episodio, después de un quinto round en el cual encajó una potente serie de hooks al final, para poder hacerse con el control de la contienda. Desde la mitad, "El Metódico" calmaría sus precipitadas ofensivas y, a la vez que tendería a ceder la iniciativa de forma constante, elegiría mucho mejor los momentos de ataque y lanzaría sólo sus rapidísimos 1-2 o 1-2-hook en los momentos más oportunos. Por su parte, Utaida, ahora que era quien avanzaba, no sabía aprovechar su ventaja en estatura, siendo esto debido a que los contragolpes de Melindo empezaron a llegar con mucha potencia, tanto que le estremecieron en el séptimo asalto con un gancho zurdo repetido abajo y arriba.
Además de ese buen boxeo ofensivo, desde el punto de vista defensivo el local estaba haciéndolo realmente bien, equilibrándose y coordinándose perfectamente en sus entradas y salidas y realizando esquivas de cabeza y cintura que dejaron pegando al aire a su contrincante. Con calma, un uso del jab excelente, fuertes y cortos combos de hooks y repitiendo de forma espléndida su mano zurda, por ejemplo, en uppercut-gancho, Melindo no sólo dominaba sino que dañaba a su oponente, que se vio obligado a retroceder en varios momentos. Acercándose el final, Utaida tiraría de valentía, frecuencia y ritmo para, aumentando notablemente su presión, llegar con sus manos de forma continuada, logrando ponerse a un paso del empate. Pero Milan "El Metódico" Melindo 35(12KO)-2 en el doceavo asalto respondería con mucha más precisión en los cruces de golpes que se produjeron, asegurándose el triunfo.
Los jueces con un doble 115-113 y un excesivo 117-111 le otorgaron a Melindo la victoria unánime, siendo su actuación muy buena a pesar de lo ajustado del enfrentamiento. La puntuación de Bastión Boxeo es de 115-113 a favor de Melindo. Es cierto que tanto al inicio como al final, el filipino no pudo controlar la situación, pero esto no fue culpa suya. Al comienzo intentó compensar su menor altura con agresividad, logrando resultados desiguales ante un boxeador apreciablemente hábil, además de más alto. En la conclusión, en cambio, después de haber dominado, tuvo que soportar una intensa ofensiva final por parte de Utaida 31(16KO)-5-1 (también llamado Fahlan Sakkreerin Jr.), aunque, aún así, logró resistir y reaccionar a tiempo. Por lo demás, la actuación de Melindo fue muy buena, por momentos magnífica, utilizando todas sus cualidades y realizando los ajustes adecuados, por lo que, si bien en el pasado reciente merecía críticas por su actitud y rendimiento, es justo decir ahora que en su combate ante Utaida supo estar más que a la altura y logró su mejor triunfo en dos años.
La pregunta es ¿Podrá Melindo sostener este rendimiento en su próximo asalto mundialista ante Yaegashi? y ¿Será suficiente su mejor versión para imponerse al japonés? Son preguntas difíciles de contestar, ya que ninguno de los dos es un ejemplo de regularidad, pero, ante la duda, parece evidente que los superiores recursos y la versatilidad y velocidad de Yaegashi deberían servirle para retener su cinturón, aunque no se puede descartar la victoria de Melindo si logra boxear con tanta astucia y aprovecha tan bien sus armas.
En juego el título interino IBF del peso minimosca.
Como la altura y envergadura de Utaida le hacían un objetivo difícil, más aún cuando éste utilizaba su 1-2 o su jab, Melindo recurriría a una actitud bastante agresiva, realizando arremetidas con hooks combinados para sorprender a su oponente, algo que lograría en el primer asalto, en el que lo estremeció ligeramente. De todos modos, a pesar del éxito parcial o momentáneo de Melindo con el 1-2, el filipino se vería alcanzado por los largos rectos y por los potentes ganchos a la contra de Utaida. Así, la pelea se desarrollaba muy igualada, con la iniciativa oscilando pero con el visitante Utaida impactando los golpes más claros o los que más podían impresionar a los jueces.
Aunque en el cuarto episodio Melindo mostraría que su éxito pasaba por el contraataque, debería esperar hasta el sexto episodio, después de un quinto round en el cual encajó una potente serie de hooks al final, para poder hacerse con el control de la contienda. Desde la mitad, "El Metódico" calmaría sus precipitadas ofensivas y, a la vez que tendería a ceder la iniciativa de forma constante, elegiría mucho mejor los momentos de ataque y lanzaría sólo sus rapidísimos 1-2 o 1-2-hook en los momentos más oportunos. Por su parte, Utaida, ahora que era quien avanzaba, no sabía aprovechar su ventaja en estatura, siendo esto debido a que los contragolpes de Melindo empezaron a llegar con mucha potencia, tanto que le estremecieron en el séptimo asalto con un gancho zurdo repetido abajo y arriba.
Además de ese buen boxeo ofensivo, desde el punto de vista defensivo el local estaba haciéndolo realmente bien, equilibrándose y coordinándose perfectamente en sus entradas y salidas y realizando esquivas de cabeza y cintura que dejaron pegando al aire a su contrincante. Con calma, un uso del jab excelente, fuertes y cortos combos de hooks y repitiendo de forma espléndida su mano zurda, por ejemplo, en uppercut-gancho, Melindo no sólo dominaba sino que dañaba a su oponente, que se vio obligado a retroceder en varios momentos. Acercándose el final, Utaida tiraría de valentía, frecuencia y ritmo para, aumentando notablemente su presión, llegar con sus manos de forma continuada, logrando ponerse a un paso del empate. Pero Milan "El Metódico" Melindo 35(12KO)-2 en el doceavo asalto respondería con mucha más precisión en los cruces de golpes que se produjeron, asegurándose el triunfo.
Los jueces con un doble 115-113 y un excesivo 117-111 le otorgaron a Melindo la victoria unánime, siendo su actuación muy buena a pesar de lo ajustado del enfrentamiento. La puntuación de Bastión Boxeo es de 115-113 a favor de Melindo. Es cierto que tanto al inicio como al final, el filipino no pudo controlar la situación, pero esto no fue culpa suya. Al comienzo intentó compensar su menor altura con agresividad, logrando resultados desiguales ante un boxeador apreciablemente hábil, además de más alto. En la conclusión, en cambio, después de haber dominado, tuvo que soportar una intensa ofensiva final por parte de Utaida 31(16KO)-5-1 (también llamado Fahlan Sakkreerin Jr.), aunque, aún así, logró resistir y reaccionar a tiempo. Por lo demás, la actuación de Melindo fue muy buena, por momentos magnífica, utilizando todas sus cualidades y realizando los ajustes adecuados, por lo que, si bien en el pasado reciente merecía críticas por su actitud y rendimiento, es justo decir ahora que en su combate ante Utaida supo estar más que a la altura y logró su mejor triunfo en dos años.
La pregunta es ¿Podrá Melindo sostener este rendimiento en su próximo asalto mundialista ante Yaegashi? y ¿Será suficiente su mejor versión para imponerse al japonés? Son preguntas difíciles de contestar, ya que ninguno de los dos es un ejemplo de regularidad, pero, ante la duda, parece evidente que los superiores recursos y la versatilidad y velocidad de Yaegashi deberían servirle para retener su cinturón, aunque no se puede descartar la victoria de Melindo si logra boxear con tanta astucia y aprovecha tan bien sus armas.
Lee Markham - Andrew Robinson (26/11/2016)
Brentwood Centre, Brentwood, Reino Unido.
En juego el título de Inglaterra del peso medio.
El Markham-Robinson es uno de esos combates que nos recuerdan que no es necesario que un choque de boxeo se produzca en un espléndido escenario, que tenga un título mundial en juego o que los contendientes sean de la élite de la división para poder entretenernos mucho. Y es que ambos boxeadores tienen enormes defectos, pero pusieron todo lo que tenían en un duelo con alternativas y muy entretenido, a pesar de que al inicio el ritmo fue bastante lento y ambos se limitaron esencialmente a probar su jab. Con todo, al inicio Robinson boxearía algo mejor, desplazándose por el exterior del ring y conectando manos flojas pero mucho más continuadas que su rival, destacando sus directos y sus curvos abiertos.
Por su parte, Markham presionaba buscando golpes de poder, que conectaba con dureza pero en escaso número, pasando la mayor parte del tiempo bloqueando manos e intentando entrar sin saber cómo. Algo envalentonado por su éxito, Robinson buscaría atacar en el tercer round, pero fortísimas contras de su oponente en gancho zurdo y diestro le frenarían, intentándolo de nuevo con nulo éxito en el siguiente episodio. Una vez más establecería su jab y conectaría algunas derechas, pero éstas eran tan tenues comparadas con los duros hooks arriba de Markham, que durante algunos instantes incluso pareció que Robinson podría ver su resistencia quebrada. Aun así "D Animal" aguantó, cometiendo el terrible error de intercambiar golpes en la distancia corta con su oponente, mucho más fuerte. De ese modo, aunque Robinson en el boxeo sin espacios usó su mejor frecuencia y variedad, se vería superado y sacudido por los curvos temibles de Markham, que incluso lo daño con un gancho abajo.
Fue así como se inició la respuesta definitiva de "Banjo" Markham al igual que los asaltos más interesantes. Los episodios se mantuvieron igualados, puesto que Robinson lanzaba muchas más manos, aunque muy débiles (sólo buscando puntuar), mientras que Markham sólo necesitaba un puñado de ganchos brutales para estremecer a su rival y realizar un trabajo más efectivo. El momento crítico del combate llegó en el octavo asalto, cuando el campeón inglés Markham conectó un hook diestro potentísimo que dejó muy tocado a Robinson, que tuvo que soportar ganchos y uppercuts durísimos, aunque milagrosamente resistiría e incluso contestaría cuando su contrincante acusó cansancio por la terrible ofensiva lanzada. Finalmente, aunque en el asalto anterior pareció que se podría llegar a un resultado de KO Técnico en su contra, Robinson usaría su superior frecuencia de golpeo para capturar los dos igualados últimos rounds por estrecho margen.
Así, para Bastión Boxeo se terminaba el combate con un resultado de empate, con una puntuación de 95-95. Con todo, los jueces decidieron por decisión unánime darle la victoria a Lee Markham 17(7KO)-3-1 por un muy razonable 96-95, un 97-95 y un nefasto 98-93. La victoria de Markham no es inaceptable, porque quizás, si las tablas no existiesen, el boxeador que pareció merecer la victoria en percepción general sería él. Aun así, decir que Robinson 18(6KO)-3, a pesar de su gran trabajo, sólo se llevó dos asaltos, resulta ofensivo. Sea como sea, ambos ofrecieron un choque muy contendido que demostró que son púgiles muy competentes y que podrían tener buenos éxitos en el circuito británico. De todos modos, ambos poseen defectos que contienen mucho su proyección. El habilidoso Robinson, sin tener poca pegada, lanzaba las manos sin ninguna tensión y se sobrexponía a los contragolpes con su barbilla elevada. Por otro lado, Markham posee un boxeo demasiado limitado y una insuficiente frecuencia como para tener éxito ante rivales de la élite nacional o mundial, aunque sus manos de poder salteadas pueden ser terribles para cualquier rival que se descuide. Así, aunque tiene algunas posibilidades de capturar el cinturón británico medio si se enfrenta a un rival adecuado (o sea si Langford lo deja vacante), será complicado que pueda conseguir éxitos muy destacables o prolongados a pesar de que parece llevar su trayectoria a una racha exitosa.
En juego el título de Inglaterra del peso medio.
El Markham-Robinson es uno de esos combates que nos recuerdan que no es necesario que un choque de boxeo se produzca en un espléndido escenario, que tenga un título mundial en juego o que los contendientes sean de la élite de la división para poder entretenernos mucho. Y es que ambos boxeadores tienen enormes defectos, pero pusieron todo lo que tenían en un duelo con alternativas y muy entretenido, a pesar de que al inicio el ritmo fue bastante lento y ambos se limitaron esencialmente a probar su jab. Con todo, al inicio Robinson boxearía algo mejor, desplazándose por el exterior del ring y conectando manos flojas pero mucho más continuadas que su rival, destacando sus directos y sus curvos abiertos.
Por su parte, Markham presionaba buscando golpes de poder, que conectaba con dureza pero en escaso número, pasando la mayor parte del tiempo bloqueando manos e intentando entrar sin saber cómo. Algo envalentonado por su éxito, Robinson buscaría atacar en el tercer round, pero fortísimas contras de su oponente en gancho zurdo y diestro le frenarían, intentándolo de nuevo con nulo éxito en el siguiente episodio. Una vez más establecería su jab y conectaría algunas derechas, pero éstas eran tan tenues comparadas con los duros hooks arriba de Markham, que durante algunos instantes incluso pareció que Robinson podría ver su resistencia quebrada. Aun así "D Animal" aguantó, cometiendo el terrible error de intercambiar golpes en la distancia corta con su oponente, mucho más fuerte. De ese modo, aunque Robinson en el boxeo sin espacios usó su mejor frecuencia y variedad, se vería superado y sacudido por los curvos temibles de Markham, que incluso lo daño con un gancho abajo.
Fue así como se inició la respuesta definitiva de "Banjo" Markham al igual que los asaltos más interesantes. Los episodios se mantuvieron igualados, puesto que Robinson lanzaba muchas más manos, aunque muy débiles (sólo buscando puntuar), mientras que Markham sólo necesitaba un puñado de ganchos brutales para estremecer a su rival y realizar un trabajo más efectivo. El momento crítico del combate llegó en el octavo asalto, cuando el campeón inglés Markham conectó un hook diestro potentísimo que dejó muy tocado a Robinson, que tuvo que soportar ganchos y uppercuts durísimos, aunque milagrosamente resistiría e incluso contestaría cuando su contrincante acusó cansancio por la terrible ofensiva lanzada. Finalmente, aunque en el asalto anterior pareció que se podría llegar a un resultado de KO Técnico en su contra, Robinson usaría su superior frecuencia de golpeo para capturar los dos igualados últimos rounds por estrecho margen.
Así, para Bastión Boxeo se terminaba el combate con un resultado de empate, con una puntuación de 95-95. Con todo, los jueces decidieron por decisión unánime darle la victoria a Lee Markham 17(7KO)-3-1 por un muy razonable 96-95, un 97-95 y un nefasto 98-93. La victoria de Markham no es inaceptable, porque quizás, si las tablas no existiesen, el boxeador que pareció merecer la victoria en percepción general sería él. Aun así, decir que Robinson 18(6KO)-3, a pesar de su gran trabajo, sólo se llevó dos asaltos, resulta ofensivo. Sea como sea, ambos ofrecieron un choque muy contendido que demostró que son púgiles muy competentes y que podrían tener buenos éxitos en el circuito británico. De todos modos, ambos poseen defectos que contienen mucho su proyección. El habilidoso Robinson, sin tener poca pegada, lanzaba las manos sin ninguna tensión y se sobrexponía a los contragolpes con su barbilla elevada. Por otro lado, Markham posee un boxeo demasiado limitado y una insuficiente frecuencia como para tener éxito ante rivales de la élite nacional o mundial, aunque sus manos de poder salteadas pueden ser terribles para cualquier rival que se descuide. Así, aunque tiene algunas posibilidades de capturar el cinturón británico medio si se enfrenta a un rival adecuado (o sea si Langford lo deja vacante), será complicado que pueda conseguir éxitos muy destacables o prolongados a pesar de que parece llevar su trayectoria a una racha exitosa.
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