miércoles, 31 de mayo de 2017

David Allen – Lenroy Thomas (27/5/2017)

Bramall Lane, Sheffield, Reino Unido.
En juego el título de la Commonwealth del peso pesado.

Tras sus meritorias actuaciones ante Luis Ortiz y Dillian Whyte, Allen buscaba una victoria decisiva que le alzase en las clasificaciones mundiales y le mantuviese al alcance de nuevos grandes combates. Pero, con una derrota controvertida, sus planes se truncaron.

Durante los dos primeros asaltos, Thomas se desplazaría cercano a las cuerdas usando sus directos y otros contragolpes en buen número para mantener bajo control a un Allen con mucha más contundencia pero con bajísima frecuencia de golpeo. Poco después de que empezasen a sonar algunos silbidos por la poca acción del encuentro, Allen se mostró más agresivo e igualaría el combate en el tercer y el cuarto episodio, en los que logró encerrar contra las cuerdas a su expectante oponente y alcanzarlo con combinaciones de ganchos y uppercuts.

Aunque en esas circunstancias, las que más beneficiaban al boxeo de Allen, lo lógico es que el hábil Thomas se hubiese visto en apuros cruciales, la escasísima precisión del local evitó que el jamaicano recibiese un serio castigo, pudiendo incluso éste contraatacar con clarísimos uppercuts y ganchos contra su rival, que en ocasiones entraba con la cabeza por delante y con las manos bajas. Sea como sea, desde el sexto asalto hasta el final, Allen dominaría la contienda, ya que su oponente se mostraría muy cansado (llegando incluso a agarrarse a las cuerdas para descansar), y sería presionado de forma continuada por “White Rhino”. De todos modos, el hostigamiento de Allen, al no contar con la suficiente técnica o precisión, no se tradujo en una ruptura del enfrentamiento, que consumiría el duodécimo asalto con algunos intensos ataques de Allen ya demasiado tardíos.

En cualquier caso, habiendo recibido además Thomas el descuento de un punto en el octavo round por reiteración en los golpes bajos, la victoria de David Allen 11(8KO)-3(1)-1 parecía inevitable, aunque los jueces, con cartulinas de 115-113 y doble 114-115, le otorgaron el triunfo dividido a Lenroy Thomas 21(10KO)-4(3). ¿Cómo es posible que un púgil que se arrastró por el ring agotado durante más seis asaltos, esperando a que terminase el combate, pudiese hacerse con la victoria? Y es que el desgaste de Thomas se tradujo en una muy baja frecuencia de golpeo durante muchos minutos, siendo sus puños de una potencia casi ínfima. Aun así, algunos afirman que su precisión fue más elevada que la de su rival y que por ello mereció la victoria. Si bien es cierto que fue más preciso, con un puñado de jabs que no movieron ni una pestaña de Allen, no se puede llevar un round en el que su rival lanzó decenas de hooks, la mayoría toscos y bastantes de ellos fallados, pero en los que anotó también evidentes golpes de poder en uppercut o gancho. Sea como sea, y aunque la mayoría vio ganar a Allen, el mismo púgil no protestó el veredicto y admitió que tuvo una mala actuación.

El boxeo de Allen por momentos fue más que limitado y tosco, fue directamente malo, no sabiendo qué hacer cuando su rival se quedaba en las cuerdas agotado y expuesto. Entonces lanzaría puños sin ningún recorrido, sin usar el peso del cuerpo y pesímamente ejecutados que, por golpear los brazos de su rival o el aire, terminaron por impresionar negativamente a los jueces y decantarlos en su contra. Por su parte, ¿Qué se puede decir de Thomas? Su técnica no es mala y mientras tuvo energía su boxeo resultó efectivo, pero su pegada es muy moderada y su resistencia física es tan baja que por poco es ella la que lo derrota antes del límite y no los puños de su rival, por lo que en futuros combates ante rivales de nivel alto es de esperar que caiga derrotado ampliamente.

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