domingo, 27 de noviembre de 2016

Vasyl Lomachenko - Nicholas Walters (26/11/2016)

The Cosmopolitan of Las Vegas, Las Vegas, Estados Unidos.
Campeonato mundial WBO del peso superpluma. Primera puesta en juego voluntaria del monarca Lomachenko.

Aunque ambos salieron al ring con bastante cautela y el larguísimo alcance de Walters pudo generar algunas dificultades tácticas iniciales, pronto Lomachenko impondría su superior velocidad y precisión para anotar el jab, realizando esquivas y desplazamientos hacia los ángulos para buscar nuevos huecos. Desde el segundo asalto el ucraniano comenzaría a soltarse más y utilizaría su directo de izquierda, golpe que no conectó con demoledora potencia pero que obligó a Walters a retroceder hacia las cuerdas, teniendo que lanzar contragolpes disuasorios en directo o uppercut para no verse presionado de más.

Dado que el jamaicano ostentaba un porcentaje de acierto muy bajo, siendo sus puños contragolpeados con enorme destreza por Lomachenko, el campeón pudo aumentar progresivamente el riesgo y enlazar manos en directo-uppercut o con curvos de ambas manos en corta. Eventualmente, en el boxeo sin espacios, Walters lograría impactar algún hook diestro, pero éstos eran tan salteados y poco efectivos que no podían tener ningún efecto sobre el combate. En cambio, "Hi-Tech" desde el cuarto asalto comenzó a brillar cada vez más, combinando directos, realizando esquivas de cintura seguidas por arremetidas con su jab y plásticos golpes y contragolpes realizados tras inclinar el cuerpo hacia uno de los lados. 

Es por ello que, especialmente desde el quinto asalto, el aspirante pasaría por apreciables problemas, no pudiendo ofrecer una mínima respuesta contundente ante las entradas y salidas del magnífico titular. Las complicaciones para Walters, que por momentos fue tan inferior que parecía un boxeador modesto, se vieron aumentadas en el sexto episodio, en el que fue perseguido por Lomachenko a la vez que lo alcanzaba con rectos zurdos y directos de mano adelantada junto a algún uppercut, desembocando la situación en el séptimo asalto en un claro hostigamiento del monarca hacia "Axe Man". Éste intentaría responder cuando se vio acorralado, pero los directos, ganchos y upercuts de Lomachenko lo pusieron en apuros, teniendo que desplazarse para evitar males mayores.

Entonces pasaría algo sumamente inesperado, ya que Nicholas Walters 26(21KO)-1(1)-1 en el descanso entre el séptimo y el octavo asalto decidiría abandonar el combate, aunque quizás la expresión más adecuada sería huir de la pelea. Y es que, sin sufrir lesiones ni recibir golpes de poder realmente duros en gran número ni verse en dificultades serias o insalvables, Walters optaba por una decisión muy desacertada y reprobable. Tras el combate él mismo afirmo: "Hubiese sido estúpido salir [al ring] desps de ese último asalto", demostrando con esa frase que tomó esa decisión egoístamente y, aunque sea una palabra inapropiada e inadecuada para usarse en el boxeo, con ciertas dosis de cobardía. No se puede justificar que, por ser superado técnicamente, un púgil decida retirarse del combate sin haber recibido un serio castigo, menos aún cuando la casi totalidad de los boxeadores prefieren (equivocadamente en muchos casos) que los saquen del ring en camilla a que se tire la toalla. El boxeo es algo serio y los participantes se juegan la vida, por lo que no se puede ni debe criticar con total dureza a los que se retiran, pero pudiendo haber seguido combatiendo sin duda alguna, abandonar para no verse desdibujado tácticamente es una falta de respeto para espectadores, promotores, para su rival y para todos los boxeadores, muchos de los cuales, teniendo una infinita parte de sus cualidades, se dejan la piel en cualquier rincón del mundo por una pequeñísima bolsa que no les da ni para pagar sus facturas.

Dejando de lado el hecho de que Walters (que eso si, llegaba tras una larga inactividad) no se comportó como un campeón ni como un boxeador y que la imagen que dio fue mala, lanzando en algunos momentos manotazos sin precisión para que no se le acercase su oponente, Lomachenko 7(5KO)-1 demostró nuevamente y de forma inequívoca que es uno de los tres mejores boxeadores de todos los pesos en la actualidad, anulando totalmente a un púgil considerado antes número 1 pluma, usando para ello un boxeo perfecto desde el punto de vista táctico y técnico. Además, su línea de rendimiento no parece dejar de mejorar, por lo que quizás sus espléndidos éxitos no hayan hecho sino que comenzar. Reafirmándose nuevamente, Lomachenko pidió tras el combate enfrentar a los mejores oponentes posibles, apuntando a una unificación contra "El Bandido" Vargas, formidable pugna que de no producirse podría dar paso, según se afirma, a una revancha ante Orlando Salido.

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