martes, 19 de septiembre de 2017

Billy Joe Saunders – Willie Monroe Jr. (16/9/2017)

Copper Box Arena, Londres, Reino Unido.
Campeonato del mundo WBO del peso medio. Segunda puesta en juego de su cinturón por parte del monarca Saunders y primera defensa obligatoria.

Resultaba evidente para todo aquel que hubiese visto a ambos boxeadores con anterioridad que el mundial del peso medio entre Saunders y Monroe no iba a ser una pelea llena de intercambios y de emoción, sino más bien un choque de corte táctico y con un bajo ritmo combativo. De todos modos, el enfrentamiento terminó siendo mucho menos intenso de lo que incluso se podía esperar, resultando por momentos verdaderamente tedioso.

Y es que, más que el cauteloso despliegue ofensivo de dos boxeadores técnicos, el enfrentamiento fue una decepcionante pelea en la que la superior elección de golpes, precisión y astucia de Saunders se impuso en todo momento a un Monroe que cuando terminó el combate reflejaba en su rostro la decepción por saber que había desperdiciado con un insulso planteamiento la que podría ser su última oportunidad mundialista en la división del peso medio. 

El enfrentamiento no tuvo historia alguna. Ambos permanecieron la mayoría del rato cercanos al centro del ring, bastante estáticos y aguardado el momento para conectar sus golpes, momento que nunca llegaba pronto. Finalmente, tras algunos amagos y resituar su posición, el jab de Saunders hacia diana contra el retador, que en ocasiones conectaba su directo de izquierda al ataque o a la contra. Por lo demás, la pelea no tuvo más variaciones que alguna arremetida de Saunders, que alcanzó con directos descendentes a un Monroe tan impreciso defensiva como ofensivamente, y, en el tramo final, algún intento de usar los ganchos al cuerpo por parte del estadounidense, acción que no fue desacertada pero que llegó tardísimo.

Si Monroe hubiese acelerado sus pasos y, aceptando el riesgo de ser alcanzado, hubiese acortado los espacios y hubiese utilizado sus curvos en rápida combinación (como ha hecho en el pasado) quizás no habría logrado la victoria, aunque ésta hubiese sido infinitamente más probable y, sobre todo, su imagen como boxeador no se habría visto tan afectada. Pero aguardado a que el astuto Saunders se lanzase al ataque no hizo otra cosa que regalarle el triunfo al británico, que sin precipitarse sólo tuvo que hacer valer su destreza para puntuar y sus buenas esquivas para, contando esta vez con un perfecto estado de forma, dominar a un oponente que no tuvo más dificultades que un corte por cabezazo involuntario.

De todos modos, aunque la victoria de Billy Joe Saunders 25(12KO)-0 fue realmente clara, los jueces se mostraron generosos con Monroe 21(6KO)-3(1), dando tarjetas de 117-111, 117-112 y un 115-114 totalmente ridículo, incomprensible e inaceptable. En cualquier caso, si algo ha dejado claro el enfrentamiento es que Saunders efectivamente se ha tomado en serio su preparación y que ha dejado atrás los excesos que casi le cuestan el cinturón mundial ante Artur Akavov, mostrando un estado de forma óptimo que le permitió ejecutar su dominio táctico a la perfección. Por otro lado, una vez más quedó de manifiesto que Saunders no tiene ni la potencia, ni la acometividad, ni la fluidez en el aprovechamiento de sus habilidades para poder imponerse a Golovkin o Canelo, respecto a los que comparativamente quedó en una pésima posición al situar su defensa sólo a unas horas de diferencia. Así, si bien la imagen de Saunders mejora respecto a su última subida a un ring, sigue pareciendo por debajo del nivel de la cúpula de la división, siendo casi tan inevitable que próximamente logre una espléndida pelea ante un púgil de la élite como Lemieux o Jacobs como que pueda perderla.

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