martes, 26 de julio de 2016

José Benavídez - Francisco Santana (23/7/2016)

MGM Grand, Las Vegas, Estados Unidos. Peso Welter.

¿Porqué insiste Benavídez en apoyarse constantemente en las cuerdas desmereciendo sus actuaciones y cuestionando sus victorias? Es difícil comprender como, después de haber recibido durísimas críticas tras sus victorias ante Mauricio Herrera y Jorge Páez, duelos en los que se excedió en el tiempo dedicado a cubrir su espalda en las cuerdas, Benavídez sigue empeñado en optar por ese boxeo eventualmente estático que nada le ayuda. Aunque es todavía más incomprensible como su equipo no le ha insistido en que renuncie a esa táctica tan inapropiada para su boxeo, puesto que pudiendo usar su elevada altura y envergadura para dominar en la distancia larga, prefiere ajustar los rounds absurdamente bloqueando y cruzando golpes en corta.

Dado que Santana decidió usar un planteamiento agresivo, desde el comienzo pudo alcanzar la distancia corta con relativa facilidad y lanzar sus hooks, aunque inicialmente los uppercuts de Benavídez a la contra lo golpearon con gran dureza. Aun así, pronto e innecesariamente, el joven imbatido retrocedería hasta el ensogado, atascando su boxeo y permitiendo que Santana se anotase algunos rounds a base simplemente de mayor trabajo. Es cierto que Benavídez paraba con sus guantes muchos de los desordenados ataques de su rival y que en los cruces peligrosos que se producían lograba conectar buenas manos, pero era incomprensible que regalase rounds a su rival y sufriese cierto desgaste a consecuencia de esta actitud conservadora.

"Chia" Santana no ofrecía excesiva variedad ni un gran boxeo, pero su voluntad y sus numerosos golpes lanzados le servían para ajustar la pelea, algo que se hizo más evidente en una segunda mitad en la que los puños de Benavídez fueron demasiado aislados. Con todo, en el tramo final Santana también sufrió el cansancio por su notable acometividad y por el intenso ritmo de algunos episodios, permitiendo que Benavídez se rehiciese y cerrase algo mejor el duelo con los contraataques y con un jab relativamente certero. En cualquier caso, la pelea había estado igualada e intensa, pudiendo esperarse cartulinas parejas. Pero en un claro ejemplo más de corrupción y de puntuaciones prefijadas de antemano, la jueza Adelaide Byrd le otorgó el triunfo a José Benavídez 25(16KO)-0 con un 100-90 tan ridículo como espantoso, siendo la tarjeta de Glen Feldman de 98-92 bastante injusta aunque incluso justificable comparada con la dada por su citada compañera. Por su parte, el tercer juez, Kermit Bayless, dio un mucho más razonado 96-92 a favor de Benavídez, que se aseguró el triunfo unánime.

Aceptando que Benavídez pudo haberse impuesto (aunque muchos cuestionan este triunfo por la superior frecuencia e iniciativa de Santana), no se puede comprender como alguien puede darle todos los rounds de una pelea tan contendida y en la cual su oponente se anotó sin lugar a dudas al menos tres rounds de forma muy clara. Siempre surgen expertos, árbitros, jueces y exjueces, además de representantes de organismos y promotores, que señalan algo así como que los jueces nunca se equivocan a propósito y que cada cartulina puede llegar a ser justificada dependiendo desde donde se vea la pelea. Pero eso simplemente no es cierto siempre y no puede ser un error humano o una diferencia en la apreciación lo que pueda respaldar un veredicto de 100-90 a favor de un púgil cuya promotora organizaba el evento y que necesitaba una victoria amplia para apoyar un asalto mundialista en breve.

Dejando de lado el hecho de que las puntuaciones deberían suponer una investigación de la comisión y que Santana 24(12KO)-5(1)-1 ofreció una actuación mejor de la esperada, lo cierto es que Benavídez no parece capacitado para hacerse un hueco en la élite del peso welter, al menos mientras se dedique a descansar en las cuerdas durante largos minutos, algo que sería aprovechado para batirlo por cualquier destacado aspirante de la división o campeón. Aun así, no parece muy cuestionable que la mano de Bob Arum podría permitirle que alcanzase un mundial muy próximamente, quizás ante Jessie Vargas.

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