martes, 12 de julio de 2016

Sergey Kovalev - Isaac Chilemba (11/7/2016)

DIVS Arena, Ekaterimburgo, Rusia.
Campeonato mundial WBA, WBO e IBF del peso semipesado.

Quizás el desarrollo del Kovalev-Chilemba resultó inesperado por la infravaloración del aspirante desde muchos sectores, confundiéndose sus casi nulas posibilidades de triunfo con ser abrumado sobre el ring. Con todo, como señalamos en la previa, Chilemba, pese a partir sumamente por detrás en las apuestas, perfectamente podría generar algunas dificultades, que finalmente fueron mayores de las que se podían prever. Y es que el ruso, número 1 semipesado, sufrió complicaciones para conectar sus manos durante casi toda la contienda por el defensivo boxeo planteado por su contrincante. Al inicio la estrategia de Chilemba, que cedería totalmente el ring y caminaría lateralmente por el exterior, pareció un obvio error, ya que se le daba la iniciativa a un temible noqueador, que sólo se tenía que limitar a manejar su extraordinario jab y a realizar pruebas con su 1-2, su 2-1 u otras combinaciones de directos para alcanzar a su rival. Con todo, tan pronto como en el segundo episodio, se pudo ver a Kovalev un tanto incómodo, incluso ligeramente dubitativo, no queriendo arriesgar y viéndose obligado a dar pasos atrás ante los jabs y hooks lanzados defensivamente por su rival.

Pese a ello, los sequísimos jabs del ruso y sus derechas, aunque no demasiado claras, le servían al campeón para anotarse los rounds sin dejar demasiadas dudas si se era objetivo. Y es que algunos críticos, sin ser imparciales, atribuyeron a Chilemba algunos asaltos sólo por conectar una derecha clara aislada pero habiendo recibido más de media docena de jab y un par de directos. Sea como sea, lo cierto es que Kovalev no estaba brillando ni mucho menos, haciendo lo justo para anotarse los asaltos con solvencia pero sin arriesgar ni siquiera cuando "Golden Boy" estaba encerrado en las cuerdas. Así, la pelea se hizo algo tediosa, hasta que alcanzado el ecuador comenzó a recuperar interés. En el sexto round Chilemba conectó un durísimo hook zurdo que demostró que tenía todavía gran peligro y que podía reaccionar, aunque en el siguiente round, después de unos arriesgados cruces, Kovalev conectaría un brutal 1-2 que derribaría al retador.

Dado que no restaba mucho tiempo de asalto después de la caída, la búsqueda del knockout por parte de "Krusher" llegaría en el octavo episodio, en el que estremecería a Chilemba con tres jabs consecutivos y lo pondría en serios apuros con una combinación de curvos contra las cuerdas. Aun así, el formidable encaje del visitante y su sensacional condición física no sólo le permitieron resistir sino que incluso, a partir del noveno episodio y aprovechando el cansancio de Kovalev, le valieron para anotarse rounds de forma consecutiva. Primero buscando simplemente una mano decisiva a la contra que sorprendiese y posteriormente conectando duros y claros hooks arriba, Chilemba pareció desgastar considerablemente a un Kovalev, ahora con escasa frecuencia de golpeo y que sólo podía igualar las acciones en una pelea también más embarrada. En cualquier caso, a pesar de que hubo preocupación para los aficionados locales por la manos recibidas por Kovalev y su escaso acierto momentáneo, el monarca podría en el ultimo round conectar un hook zurdo seguido por directos que casi desbordaron totalmente a Chilemba.

Terminado el choque y teniendo en cuenta que el retador sólo había sido superior en tres rounds de la parte final, el veredicto de los jueces fue justo, y con cartulinas de 118-109, 117-110 y 116-111 dieron el triunfo a Sergey "Krusher" Kovalev 30(26KO)-0-1, que retenía por cuarta vez sus tres títulos conjuntamente, siendo la octava defensa de su cetro WBO. Decir que la victoria del mejor semipesado de la actualidad no fue clara o incluso cuestionar su triunfo sobrevalorando desmedidamente la meritoria actuación de Chilemba 24(10KO)-4-2, resulta totalmente inapropiado y desacertado, puesto que, como tantas otras veces, sus jabs combinados con un buen control de la distancia le aseguraron por si solos al ruso la mayoría de los asaltos. Con todo, no se puede negar tampoco que el combate ofrecido por Kovalev (que se dice que pudo llegar a esta pelea con una lesión en la mano y además afectado por una enfermedad) fue decepcionante, porque no brilló ni una pequeña parte de lo que lo ha hecho en anteriores choques y porque pasó malos momentos en los que se llegó a ver desdibujado y obstaculizando por el complicado boxeo de su contrincante, evidenciando con ello puntos débiles perfectamente explotables por cualquier púgil mínimamente analítico.

Ahora bien, decir que después de esta victoria Andre Ward es clarísimo favorito para imponerse en el choque de noviembre ante Kovalev es igualmente un error. Quizás, el Ward que dominaba el peso supermedio años atrás podría realizar un boxeo similar tácticamente al ofrecido por Chilemba, pero mucho más lleno de cualidades técnicas, que podría anular a Kovalev. Pero ¿podría lograrlo el Ward lento de reflejos, falto de continuidad y con enorme defectos defensivos que se enfrentó a Barrera el pasado marzo? La respuesta probablemente sea un no, porque Kovalev cuenta de su lado principalmente con una pegada verdaderamente brutal, capaz de romper cualquier pelea en cualquier momento, factor que le da una enorme ventaja en toda circunstancia, más aún si se tienen en cuenta otras cualidades como su precisión. De todos modos, habrá que esperar hasta comprobar cómo rinde Ward ante Alexander Brand el 6 de agosto para hacer una lectura más apropiada, evaluar sus posibilidades de éxito y poder comprender mejor en qué momento llegarán a esta trascendental pelea.

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