miércoles, 2 de diciembre de 2015

Carlos Cuadras - Koki Eto (28/11/2015)

Xebio Arena, Sendai, Japón.
En juego el cinturón mundial WBC del peso supermosca.

De forma muy similar al desarrollo del Guevara-Kimura, el campeón mundial del Consejo Cuadras controlaría casi absolutamente la primera mitad del encuentro, usando para ello principalmente un efectivo boxeo de entradas y salidas que desdibujaría en un considerable grado al retador. Manteniéndose dinámico y alejado del jab del bastante más alto Eto, Cuadras realizaría ataques desde atrás rápidos y certeros con el jab y el gancho zurdo que superarían la guardia del local e incluso le permitirían eventualmente alcanzar la distancia corta y combinar hooks en considerable número. El mexicano casi siempre salía mejor parado en los breves y veloces cruces de golpes, no dejando lugar a las dudas tampoco si no lo lograba, puesto que arremetiendo decidido usaba sus curvos en una larga serie para anotarse las mejores acciones. Incluso en el segundo round, aprovechando la confusión de un Eto que no encontraba su boxeo, pudo girarlo inesperadamente, ponerlo de espaldas a las cuerdas y descargar una contundente serie.

El japonés presionaba constante y trataba con desigual fortuna de conectar sus puños, pero exceptuando un sexto round en el que aumentaría todavía más su presión y acertó al fin de forma más continuada con el hook zurdo y el directo, la ventaja en las cartulinas era insalvable alcanzado el octavo asalto. Cuadras incluso dejaba detalles de gran calidad, conectando la derecha directa aislada saliendo por la diagonal o frenando el empuje de su espigado contendiente apuntando el jab al plexo. Con todo, de forma sorprendente, y a pesar del considerable castigo al que le estaba sometiendo un Cuadras con 79% de victorias antes del límite, Eto se mostraba tremendamente entero, pareciendo incluso que a cada round que pasaba lanzaba más golpes y avanzaba más fuerte.


Así, en el noveno episodio, y cuando Cuadras inevitablemente disminuía ligeramente su caminar, el aspirante conectó una derecha directa que tocó la sien del campeón y lo dejó un tanto afectado, obligándole a correr y a agarrarse para pasar los apuros. El "Príncipe" respondería veloz con una terrible serie de ganchos e incluso empujaría a las cuerdas a su rival compensando las acciones del local, pero Eto finalmente, aunque tarde, había entrado en la pelea. En los tres últimos rounds Eto conectaría claras y contundentes derechas directas además de ganchos al rostro de ambas manos que, junto a algún uppercut, pondrían en esporádicos y ligeros apuros a un Cuadras que solamente podía evitar mayores problemas por su buena condición física, su buen desplazamiento y su acertado uso de ganchos y directos disuasorios. El retador siguió intentando una y otra vez conectar una mano decisiva hasta el tañido final, el doceavo asalto terminó dando paso a las tarjetas.

Debido al casi total dominio del enfrentamiento durante más de la mitad de los rounds, Carlos "Príncipe" Cuadras 34(26KO)-0-1 conservaba su record invicto y su cinturón mundial WBC, dado que los jueces le dieron el triunfo por decisión unánime y cartulinas de 116-112 y doble 117-111. La puntuación de Bastión Boxeo es de 116-112 a favor de Cuadras. A pesar de que durante un gran número de asaltos Cuadras ofreció su excelente y efectivo boxeo, anulando a un rival con una gran ventaja en alcance y altura y casi certificando su victoria a los puntos en la mitad de la pelea, Eto realizó una actuación verdaderamente meritoria, puesto que no rindiéndose en ningún momento siguió avanzando imparable en busca de la victoria, propósito para el cual se apoyó en un sensacional encaje y una gran resistencia. Su voluntad no le bastó ante un púgil de gran técnica que le superó también en rapidez y variedad de golpeo, pero aún así Eto 17(13KO)-4(1)-1, de 27 años, demostró que es un candidato a tener muy en cuenta en el asalto mundial.

Por su parte Cuadras, dejando de lado las dificultades finales, demostró una vez más que actualmente parece el único supermosca que puede poner en duda la hegemonía que se le da a Naoya Inoue, a la vez que cierra de forma exitosa un 2015 en el que ha realizado tres defensas. Para la sexta puesta en juego de su cinturón, que podría llegar en el primer trimestre de 2016, debería enfrentar al retador mandatorio Srisaket Sor Rungvisai, complicado púgil y extitular al que Cuadras arrebató su cinturón, por lo que podrá esperar un combate de desquite duro ante un oponente deseoso de redimir su derrota de 2014.

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