miércoles, 30 de diciembre de 2015

Javier Mendoza - Akira Yaegashi (29/12/2015)

Ariake Colosseum, Tokio, Japón.
En juego el cinturón mundial IBF del peso minimosca.

Tras la duras derrotas sufridas en nueve y siete asaltos ante "Chocolatito" González y Pedro Guevara, muchos dieron por acabada la carrera del exmonarca en dos divisiones Yaegashi, pero ayer el japonés se encargó de demostrar que le queda todavía muchísimo boxeo. Ya en el comienzo del encuentro, Yaegashi ofreció una actuación mucho mejor de lo que se podía esperar puesto que, boxeando excelentemente y gestionando de manera perfecta los tiempos y los espacios, realizaría breves ataques entrando y saliendo en los que conectaba claramente su derecha directa, que también usaba magníficamente a la contra. Mendoza podría ser rápidamente desdibujado si no reaccionaba, por lo que en los siguientes tres rounds intentó, con mucho tesón pero sin éxito, efectuar una reacción que cambiase la mala tendencia, que sólo hacia que afianzarse. Si bien en el primer minuto de cada round el mexicano lograba conectar algunas buenas manos en directo zurdo o gancho, Yaegashi terminaba por recobrar el control y por estremecer a su contrincante, lográndolo en el segundo round con varias derechas, en el tercero con acertados contraataques con el directo y en el cuarto con un buen golpeo al cuerpo.

Después de una primera parte de dominio del local, Mendoza comenzaría a entrar en la pelea, a pesar del desgaste, llevando en el sexto episodio el encuentro al intercambio de golpes. En este desarrollo del combate conectaría manos contundentes, pero nuevamente sería superado por la velocidad de su rival, que conectó hooks zurdos y directos decisivos en los cruces. Entonces llegaría el mejor momento de la "Cobra" en la pelea, ya que en el séptimo round, a base de arrojo, llevaría hacia las cuerdas a su oponente y lo desestabilizaría con varios ganchos seguidos por rectos. Éste podría haber sido, como en anteriores combates, un punto de inflexión fatídico para Yaegashi, pero en esta ocasión (puede que influenciado por las anteriores experiencias) supo rehacerse rápidamente y no dejar escapar el triunfo. Apoyándose en la frecuencia y en la claridad de golpeo cuando las acciones se mantenían igualadas y, en líneas generales, usando un buen boxeo dinámico con entradas y salidas, culminadas habitualmente con el 1-2, el aspirante parecería poner cerca del knockout a su rival en el noveno episodio.

A pesar de los problemas, Mendoza mostraba una tenacidad y una valentía admirables, siguiendo presionando y atacando con peligro, algo que se materializó en las grandes inflamaciones en el rostro del local. Con todo, Yaegashi estaba ofreciendo una de las mejores peleas de su carrera, siendo esto motivado en gran parte por su habilidad para boxear contra un zurdo, fijándolo con una derecha de corto recorrido y variando los ángulos hacia su izquierda. La última baza de Mendoza para tratar de retener su cinturón fue un durísimo intercambio de golpes en el onceavo episodio, en el cual ambos se alcanzaron con mucha potencia, aunque Yaegashi terminaría por desbordar y amenazar con el knockout a su rival. De todos modos, no llegaría tampoco el desenlace antes del límite en éste ni en el doceavo asalto, round en el que, tras quedar tocado el campeón por una certera derecha, a punto estuvo el árbitro de intervenir para detener el castigo al que el retador estaba sometiendo a su rival.

Finalmente concluyeron los doce asaltos y los jueces con cartulinas de 120-107, 119-109 y 117-111 dieron un merecido triunfo unánime a Akira Yaegashi 23(12KO)-5(2), que capturaba en su segundo intento un cetro minimosca y, por lo tanto, se convertía en monarca en tres divisiones. No estuvo el enfrentamiento ni mucho menos carente de riesgo para Yaegashi, que tuvo que sufrir los ataques constantes de su oponente, que en algunos momentos se tornaron realmente peligrosos, pero pudo soportar mucho mejor que en otras ocasiones el castigo (en parte gracias a sus buenas esquivas y una apreciable movilidad) y terminar por imponer sus sensacionales recursos técnicos y tácticos, así como su abrumadora velocidad y precisión. Quizás por su menor alcance, Yaegashi tomó en algunos momentos riesgos excesivos descuidando su defensa, pero por lo demás sus actuación fue muy sólida e incluso brillante, pudiendo, si se mantiene a este nivel, aspirar en poco tiempo a la hegemonía en la división. Y es que Kimura y Taguchi parecen ahora mismo un paso por debajo de él y Nietes sigue evaluando un ascenso al peso mosca que algunos consideran definitivo.

Para Mendoza 24(19KO)-3(1)-1, de 24 años, no cabe duda de que esta dolorosa derrota le servirá muchísimo para ensanchar su experiencia y regresar a la senda mundialista con un boxeo mejor y más efectivo, aún así le resta el consuelo de haber ofrecido una meritoria pelea.

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