Belasco Theater, Los Angeles, Estados Unidos. Peso Medio.
Buscando arrollar por número de puños, Gutiérrez ofrecería una elevadísima frecuencia de golpeo, materializada en duros hooks y directos, que no pudo ser igualada por un Meléndez que buscaba el contragolpe con mucho peligro. Tanto era así, que en el segundo asalto el puertorriqueño se anotaría un knockdown al alcanzar con una derecha a la contra a su oponente. De todos modos, esta caída no pareció mermar significativamente a Gutiérrez, que todavía en el segundo asalto reanudaría su intensa presión obligando a su rival a desplazarse por el ring y apoyarse de nuevo en el contraataque.
La buena respuesta a los ataques de "Tony" fue constante durante la primera mitad, pero el ritmo combativo tan elevado de éste le permitió muy pronto compensar en las cartulinas la visita a la lona padecida. Para ello tuvo que emplearse a fondo en durísimos intercambios, en los que la pegada del noqueador Meléndez hizo aparición con temibles hooks al cuerpo que parecieron dañar algo a su oponente. Igualmente, dado que el número de curvos conectados por el mexicano era eminentemente superior, Meléndez no pudo librarse tampoco del desgaste, pareciendo ambos bastante cansados en un quinto round en el que entraron repetidas veces en clinch y embarraron algo la pelea.
Después de que el rápido desplazamiento por el ring y las buenas esquivas de "Destroyer", no igualadas con su empeño ofensivo, generaran algunas dificultades importantes en el sexto asalto a un Gutiérrez que parecía ahora más lento, en el séptimo round la pelea comenzó a decantarse más claramente. Gutiérrez estremecería a su oponente con un fuerte hook de derecha y, aunque ambos cruzarían golpes de forma igualada en el octavo asalto, en el noveno round Meléndez empezó a ceder. Es más, en el décimo y último episodio se vería puesto en verdaderos apuros por los directos de su rival, aunque lograría resistir valientemente a pesar del empuje de Antonio Gutiérrez 21(9KO)-2-1, que terminaría haciéndose, en cualquier caso, con una victoria unánime, trabajada pero clara, con cartulinas de 97-92 doble y un 96-93.
Es cierto que ante un rival de mal record reciente (aunque muy competente) Gutiérrez tuvo que emplearse mucho más de lo que los críticos esperaban, sufriendo además un knockdown que estuvo cerca de amenazar su victoria y sus objetivos a medio plazo. Con todo, supliendo cualquier dificultad y punto débil con un número de golpes muy elevado y una tenacidad invariable, el joven prospecto consiguió un triunfo muy importante para encarar la siguiente fase en su trayectoria. Y es que, después de haber ofrecido una gran pelea ante Gabriel Rosado, Gutiérrez parece haber surgido para su promotora como un boxeador por el que tienen la certeza de que vale la pena apostar de forma inmediata. Así, resultará inevitable, más aún militando en el peso medio, que en no mucho tiempo se vea inmerso en grandes duelos intentando hacerse un hueco en la cumbre. En esta situación, aunque su arrojo debería servirle para generar complicaciones a casi todos los púgiles posibles, necesitará una evolución en muchos ámbitos de su boxeo para poder equipararse a los mejores contendientes de la categoría.
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