Buffalo Run Casino, Miami (Oklahoma), Estados Unidos. Peso Pesado.
Decir que Trey Lippe Morrison es simplemente tosco es ser muy generoso, puesto que resulta innegable que le falta un enorme desarrollo técnico, notándose no sólo que no ha disputado ni una sola pelea amateur sino que se ha iniciado en el boxeo hace no demasiado tiempo. Aun así, su pegada es descomunal, de modo que si logra evolucionar su técnica lo suficientemente rápido y su equipo no comete errores en la elección de rivales, podrían todavía extraer un peso pesado muy peligroso, aunque van a tener que trabajar muy duro.
Lo primero que saltó a la vista en su combate ante Latimore es que tiene muchos problemas, como cualquier novato, para controlar la distancia, quedándose muchas veces en el lugar inapropiado. Así recibía hooks que su defensa no bloqueaba con la suficiente eficacia, por no señalar que sus esquivas son prácticamente inexistentes. De todos modos, aunque Latimore pudo jabearle y logró encadenar el hook zurdo con el uppercut diestro, a Morrison le bastó con impactar una derecha directa para derrumbar aparatosamente a su oponente, haciéndole caer tras la reanudación con dos derechas más seguidas por un hook zurdo. Finalmente, y todavía en el primer asalto, Trey Lippe Morrison 12(12KO)-0 lanzó una serie de ganchos y directos que obligaron al árbitro a intervenir.
Con la 9ª victoria de su carrera en el primer asalto y manteniendo su 100% de triunfos por knockout (además nunca ha pasado del cuarto round), Morrison confirma lo que muchos pensaban: que puede convertirse en una estrella de la categoría por la elevada valoración que los aficionados y expertos dan a los pesos pesados que demuelen a sus contrincantes en pocos rounds y a base casi exclusiva de potencia. Todo ello siendo el hijo de un campeón mundial y con la repercusión que ello conlleva aunque sea de forma involuntaria. De todos modos, y dejando de lado el futuro y las predicciones, de momento hay que señalar dos cosas. La primera es que le queda mucho por mejorar, aunque desde su debut (del cual Trey Lippe Morrison dice incluso reírse cuando ve las imágenes, por el mal boxeo que ofrecía) ha evolucionado mucho. La segunda es que sólo ha peleado en combates a seis asaltos, de forma que le quedan muchos tests y oportunidades para pulir su boxeo, su mala defensa y su inadecuado uso de las piernas, si bien sólo por su fortísima pegada y su fortaleza física podría imponerse a la mayoría de rivales de nivel medio e incluso ya a algunos de calidad media-alta. Sea como sea, no cabe duda de que Morrison es un nombre que va a dar mucho de qué hablar en el futuro y que vale la pena comprobar cómo rendirá, manteniendo su trabajo con Freddie Roach, en las pruebas más exigentes de los próximos meses.
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