En la velada de Premier Boxing Champions disputada el pasado martes en el Robinson Rancheria Resort & Casino de Nice, Estados Unidos, el peso superligero Eddie Ramírez 15(10KO)-0 pasó una prueba de fuego trascendental ante el igualmente imbatido prospecto Kevin Watts 11(4KO)-1(1). Ramírez sería derribado en el segundo asalto, pero con mucho coraje y voluntad logró rehacerse y, con un elevado ritmo, terminar por batir por knockout a Watts en el séptimo episodio. Con esta victoria Ramírez todavía no podrá aspirar a entrar en el top 15 de algún organismo, aunque demuestra capacidad de recuperación y de reacción bajo presión, por lo que, con la experiencia que habrá acumulado con este duro combate, podrá encarar en muy buenas condiciones las tres o cuatro cruciales próximas peleas, en las que verdaderamente se jugará el acceso a la cumbre de las listas.
En cuanto al semifondo, el superwelter Mark Anthony Hernández 9(2KO)-0 venció por decisión unánime y amplias tarjetas de doble 80-71 y 79-72 a Antonio Urista 7(2KO)-2, logrando su segunda victoria en pelea a ocho asaltos y demostrando que su progreso es más que adecuado. Por último, cabe mencionar otro resultado del evento, el triunfo por decisión dividida del invicto Laduan Barthelemy 11(6KO)-0 (hermano menor del excampeón Rances Barthelemy) sobre el mucho más experimentado panameño Ricardo Núñez 28(23KO)-6(4), que se impuso en una de las puntuaciones por 79-73 aunque cedió en las otras dos por 77-75. Dejando de lado la controversia de las cartulinas, el reto al que se enfrentó Barthelemy fue quizás demasiado exigente para los pocos combates de bagaje que tiene (Núñez es un doble retador mundial con tres veces más combates que él), por lo que puede contentarse por haber mantenido su record invicto ante un rival muy difícil y poder encarar en el futuro nuevos pasos adelante en su camino hacia el mundial supergallo o pluma.
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