König Pilsener Arena, Oberhausen, Alemania.
Campeonato mundial WBA del peso supermedio.
Son muchos quienes piensan que si un púgil pierde como visitante por decisión mayoritaria o dividida significa automáticamente que le han robado en las cartulinas, algo que no siempre es así, pero que en el caso del Chudinov-Sturm II se confirma plenamente, puesto que de ningún modo el alemán de origen serbio mereció la victoria. No fue ni de lejos tan buena la actuación de Chudinov como en la primera pelea, faltándole agresividad, pero éste hizo lo suficiente para vencer de forma muy clara y solvente ante un Sturm que durante gran parte de la segunda mitad deambuló por el ring recibiendo golpes de poder sin suficiente respuesta.
No obstante, inicialmente la pelea si arrancó igualada, con Sturm avanzando firme y lleno de voluntad sobre su jab para alcanzar la distancia corta, intercambiando entonces hooks con su rival a la vez que un público volcado con su púgil aplaudía todas sus acciones. Después de haberse sorprendido en el primer round, Chudinov comenzaría a estabilizarse en el segundo, en el cual Sturm conectaría hooks de izquierda combinados con uppercut de derecha pero en el que recibiría ganchos con variadas trayectorias además de rectos por entrar demasiado frontal. La pelea hasta entonces se estaba disputando igualada y contendida, con Sturm anotándose un tercer asalto en el que sostuvo una elevada frecuencia de golpeo y en el que oportunistamente hizo valer algún jab o directo para hacer gritar a su público condicionando a los jueces.
Pero a partir del cuarto episodio pareció que Sturm no podía ya aguantar el ritmo de la pelea, disminuyendo desde entonces de forma decisiva su presión y ritmo, permitiendo que el ruso llevase el combate a la distancia media-larga y controlase desde ésta las acciones. Desplazándose por el exterior del ring respondiendo al avance de su oponente con el jab, el directo, el 1-2 y el 2-1 y usando también efectivos contragolpes, el boxeo del campeón estaba frenando el ímpetu de "The Fighter", que ya en el quinto episodio comenzaría a ser abrumado por las entradas y salidas de Chudinov, en las que conectaba combinaciones de hooks con suma fluidez. Desde entonces Sturm fue cada vez a peor, basando su esfuerzo ofensivo en aislados uppercuts diestros, ganchos zurdos o directos que no podían compensar las andanadas de ganchos variados desde la media-corta impactados en gran número y de forma clara por su oponente.
En esta fase Chudinov manejó con gran habilidad el gancho diestro a la vez que giraba hacia la izquierda de su contrincante, pudiendo además bloquear una considerable cantidad de golpes. Mientras tanto Sturm cada vez se mostraba más desdibujado e irresolutivo. El enfrentamiento llegó a un punto en el cual el local impactaba un jab y el visitante una decena de hooks, por lo que Chudinov no sólo se estaba imponiendo sino que también estaba desgastando a un Sturm con la cara bastante inflamada. En cualquier caso, el ruso no estaba siendo tan demoledor como en la primera pelea, y durante algunos asaltos se limitó a hacer lo suficiente para imponerse claramente pero sin buscar el knockout, aunque su trabajo era más que suficiente para merecer el triunfo. Durante la recta final de la pelea, la tónica se mantuvo, con el excampeón tirando de valentía para anotar directos aislados o algún curvo pero siendo hostigado duramente por los hooks al cuerpo y rostro lanzados por Chudinov, que martilleaba a su rival con su tenso gancho diestro.
Finalmente, Sturm lanzaría todo lo que tenía en un doceavo episodio que, con numerosos curvos en un intenso intercambio, quizás pudo merecer anotarse. De todos modos, ni el hecho de ganar el último round, ni los atronadores gritos y aplausos del público pueden dar por si solos la victoria a un boxeador, por lo que Sturm 40(18KO)-5(1)-3, en una meritoria actuación, había perdido ante un campeón que, no sólo a simple vista sino también en el conteo computerizado, se había impuesto claramente. Así, la puntuación de Bastión Boxeo es de 117-111 a favor de Chudinov. Es muy posible que en los ajustados primeros asaltos se pudiese haber dado un round más a favor del serbio-alemán, dejando las cartulinas del lado de Chudinov en 116-112, pero de ningún modo se pueden justificar las tarjetas corruptas de los jueces, que dieron doble 115-113 a favor de Sturm y un 114-114 que pareció simplemente una burla. Aunque desde esta página no nos gusta usar la palabra robo, porque parece desvirtuar el prestigio del magnífico deporte del boxeo, el Chudinov-Sturm II pareció incluso un robo organizado, porque Chudinov se había impuesto de forma arrolladora y total en el primer choque (a pesar del resultado dividido), decretando la WBA una revancha inmediata (que no suele ordenar) para que Sturm, que señaló que podría retirarse después de esta pelea, capturase de forma muy polémica la victoria y el cinturón en la revancha.
Ni que decir cabe que si la Asociación quisiese hacer lo justo decretaría una nueva revancha, pero no parece ni mucho menos interesada en esta solución, dejando probablemente que Sturm, que ya no puede rendir al máximo nivel y al que le fue regalado un empate contra Robert Stieglitz antes de su doble duelo ante Chudinov, se retire por su bien y el del boxeo. Por otro lado, Chudinov ha aprendido la amarga lección del boxeador visitante que no vence por knockout, aunque no cabe duda de que puede volver a reinar, sobre todo en una división con campeones de bajo nivel como los irregulares y arrítmicos (y con controvertidas victorias recientes) Arthur Abraham y Badou Jack, a los que se une un DeGale que ofreció un pobre combate ante el veterano Bute y ahora un flojo Sturm.
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