martes, 2 de febrero de 2016

Yazmín Rivas - Catherine Phiri (30/1/2016)

Centro de Convenciones, Rosarito, México.
En juego el cinturón mundial femenino WBC del peso gallo.

Después de haber caído por controvertida decisión mayoritaria ante Christina McMahon, la zambiana Phiri surgió como una boxeadora a tener muy en cuenta en la división, aunque su buena actuación ante una rival de poco bagaje profesional y veterana no se llegó a valorar como merecía. En cualquier caso, y si bien se podía esperar una pelea exigente para la destacada monarca Yazmín Rivas, la mexicana parecía amplia favorita para vencer, algo que finalmente no se correspondería con los hechos. Y es que ya desde el inicio la pelea se desarrollaría muy igualada, con ambas boxeadoras arrancando en el primer round con una dura pugna por el control del centro del ring, disputa en la que finalmente Rivas saldría con ventaja gracias a su 1-2, su gancho diestro y su rápido jab. Con todo, el larguísimo y peligroso jab de Phiri ya se había hecho notar del mismo modo que algún hook zurdo de notable dureza.

De todos modos, sería en el segundo asalto cuando la visitante rompería a su favor la pelea por primera vez, puesto que en un brutal intercambio de golpes en el que "La Rusita" anotó fuertes hooks, Phiri respondería con durísimos hooks zurdos combinados con directo diestro que estremecerían ligeramente a su oponente. La retadora trataría de sacar provecho de esta situación de apuro de la monarca en el final del segundo round y en el inicio del tercero haciendo valer su superior alcance para pasar la derecha recta por encima del jab de su contrincante, que incluso llegaría a retroceder hasta las cuerdas hostigada por las tenaces combinaciones de Phiri. A pesar de este buen momento de Phiri, la campeona es una boxeadora con demasiada experiencia y recursos como para verse desdibujada con tanta facilidad, así que no tardaría en ofrecer adecuada respuesta.

Contragolpeando con el 1-2 las excesivamente arrojadas ofensivas de la retadora, entrando en clinch en la distancia corta y utilizando una superior agilidad de piernas así como una mejor defensa dinámica, Rivas contendría parte del empuje de Phiri a la vez que anotaba algunos buenos ganchos diestros arriba y golpeaba el cuerpo de su rival con el hook zurdo y el directo. Esta reacción de la local generó periodos de transición igualados en los que ambas se apoyaron en el jab para tomar ventaja, aunque estos fueron breves, porque en poco tiempo Phiri trataba de volver a arrollar por presión y volumen de golpes a una Rivas que intentaba establecer sus contraataques de forma decisiva. Esta situación se prolongaría hasta el quinto round, episodio en el que Rivas usó bien su gancho de mano adelantada y su recto antes de verse arrinconada en el ensogado por las series de curvos y rectos de su rival, aunque finalmente en el sexto y último round la situación se modificaría.

Phiri lograría llevar la pelea de nuevo a la distancia corta, donde desequlibraría un tanto a una Rivas sobrepasada momentáneamente por los hooks, aunque no sería por los puños de la aspirante que concluiría la pelea sino por un cabezazo involuntario. En el intento de anotar manos a la desesperada, Phiri entraría con la cabeza por delante abriendo una brecha en la ceja derecha de Rivas, corte que el médico señaló que le impedía continuar. Así, se procedió a la lectura de cartulinas hasta el sexto round que por 59-55, 58-56 y 57-57 dieron el triunfo por decisión técnica a Catherine Phiri 11(5KO)-1. Aunque Rivas igualó las acciones en la mayoría de ocasiones gracias a su mejor técnica y recursos, esta no fue ni de lejos su mejor actuación, sino que se vio en gran parte sorprendida por la dureza en el cruce de golpes de Phiri, que por valentía y agresividad tomó ventaja y mereció el triunfo. Quizás si Rivas hubiese explotado mejor los espacios y su mejor táctica o, simplemente, si se hubiese prolongado más la pugna, habría podido terminar por tomar el control, pero hasta donde se disputó la contendida pelea la combativa Phiri fue más clara en su golpeo.

Tras batir a la considerada por muchos como número 1 de la división, una categoría, de todos modos, con mucho nivel en sus campeonas, Phiri irrumpe como una figura destacada y como una púgil a seguir muy de cerca, puesto que su enorme envergadura, su resistencia y su dureza de golpeo la sitúan como una boxeadora con enorme potencial a pesar de sus limitaciones en cuanto a agilidad.

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