En juego el título WBO Internacional del peso supermedio.
Parecía evidente que el resultado de combate estaría condicionado por el ritmo que aplicase el prospecto Ramírez, que tenía en su mano la victoria si no descuidaba la frecuencia de golpeo, por lo que haciendo muestra de constancia y paciencia controló absolutamente el enfrentamiento. Khatchikian basaría su pelea en los desplazamientos laterales y en la cesión de la iniciativa a su rival, tratando de buscar ataques oportunistas desde atrás o contragolpeando las entradas de Ramírez. Si bien sus ataques con desordenados hooks o uppercuts tuvieron algún tímido resultado de forma salteada, sus errores se acumularon y su cadencia de golpeo era mucho menor a la del mexicano, así que, no buscando tampoco el armenio-holandés el knockout, Ramírez se lo pondría muy fácil a los jueces a la hora de puntar los asaltos. En todo caso, la ineficacia de Khatchikian no conllevaba falta de riesgos o comodidad para el invicto número 1 WBO, sino que éste tuvo que mantenerse siempre alerta y centrado para no verse sorprendido de más por los muy escasos pero buenos hooks de derecha y jabs de su adversario.
Por lo que se refiere a la pelea ofrecida por Ramírez, ésta fue un calco de muchas anteriores por él realizadas, avanzando firme tras su jab o su 1-2, buscando también el 2-1 y otras combinaciones de rectos culminadas en gancho de mano adelantada al cuerpo, siendo este hook diestro repetido arriba y abajo de forma más aislada. Eventualmente, cuando sus directos le habían llevado cerca de su oponente, sus uppercuts y un considerable trabajo con series de ganchos al cuerpo cerrarían, prácticamente, su repertorio ofensivo. De ese modo, controlando la distancia larga totalmente ante un Khatchikian que casi nada útil lograba boxeando con espacios, los asaltos fueron cayendo uno tras otro de su lado. Quizás Khatchikian podría haber tenido más éxito si hubiese tratado de llevar la pelea al intercambio de golpes, donde habría hecho valer su buen hook diestro y su uppercut zurdo, o al menos, manteniéndose en la larga, podría haber utilizado de forma insistente su jab, pero no haciendo ninguna de estas cosas, sólo pudo limitarse a esquivar algunos ataques y buscar un golpe de suerte que no llegó.
La principal posibilidad de victoria del extop 15 entonces pasaba porque Ramírez, como le sucedió ante Vlasov, decreciese su intensidad en algún momento, pero esto no se produjo, por lo que Gilberto "Zurdo" Ramírez 33(24KO)-0 cerró bien la pelea y logró un triunfo a los puntos por decisión unánime con tarjetas de doble 100-90 y un 99-91. Analizando de forma conjunta los tres últimos combates de Ramírez se puede observar una clara evolución, imponiéndose a Vlasov con algunas dificultades por su irregular ritmo, venciendo ampliamente a Edwards con una mejor preparación física y ahora superando con gran solvencia y sobriedad a un Khatchikian 23(11KO)-2(1) sobre el papel complicado. Así, parece que el trabajo de este púgil de tan solo 24 años va en la buena dirección, aunque ahora se le reprocha su reciente falta de knockout, no logrando ni un sólo triunfo antes del límite este año. En cualquier caso, poco más se puede preparar (sin tomar riesgos demasiado elevados) antes de la disputa del mundial de forma mandatoria, en el cual se tendría que enfrentar al campeón Abraham.
Contra éste, si Ramírez boxease de la misma forma e hiciese valer su estatura y alcance, y Abraham mostrase nuevamente su habitual desidia combativa y tosquedad, el mexicano perfectamente podría coronarse como campeón. De todos modos, si el más lento Abraham lograse acortar la distancia e intercambiar golpes, aunque fuese de forma aislada, la pelea podría desembocar en un resultado totalmente contrario. En todo caso, será un muy interesante combate que en principio podríamos ver en la primera mitad de la próxima temporada.
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