First Direct Arena, Leeds, Reino Unido.
Eliminatoria final IBF del peso gallo.
El enfrentamiento para decidir al primer retador mandatorio del monarca IBF Lee Haskins, en el cual se midieron dos excampeones mundiales, estuvo marcado tanto por una elevada igualdad general como por una división en el dominio en dos partes, cada una controlada aproximadamente por uno de los púgiles: en la primera parte Guerrero lograría una gran ventaja, dado que del segundo al sexto episodio se impondría con cierta solvencia en las acciones; en la segunda Hall respondería y igualaría las puntuaciones del séptimo al décimo round. Así, los últimos dos asaltos serían decisivos para decidir el choque.
Después de un round inicial de tanteo en el que Hall se impuso por su mayor iniciativa y presión, el mexicano comenzaría a explotar continuadamente su superior agresividad y frecuencia de golpeo. Por ello, aunque avanzaba excesivamente frontal exponiéndose a certeros contragolpes en hook de izquierda y en directo, sus numerosos puños impactados constantemente sobre Hall le valdrían para anotarse episodio tras episodio. Y es que, aunque Hall resistía y esperaba el momento para replicar, esto no era suficiente, puesto que sus salteados contraataques, por certeros que fuesen, no podían compensar los cuantiosos hooks lanzados con elevada potencia por un tenaz Guerrero. En un punto crítico, y a pesar de que sufriría un considerable corte provocado por un cabezazo involuntario, el "Gatito" obligaría a un Hall hostigado duramente en la distancia corta a desplazarse por el exterior del cuadrilátero, algo que no impediría que el británico recibiese directos claros desde la distancia larga.
Con todo, gradualmente los episodios se fueron haciendo cada vez más parejos, hasta que pasado el ecuador "Stuey" reaccionaría, probablemente obligado a ello por una esquina que sabía que la derrota estaba acercándose muy amenazadoramente. Estableciendo con mayor firmeza el jab y acompañándolo con el 1-2 a la vez que se mantenía móvil, Hall dificultaría en elevado grado las combinaciones de ganchos de su rival, que tuvo que tomar mayores riesgos exponiéndose a duros contragolpes, alguno de los cuales incluso le estremeció ligeramente. A causa de esto, Guerrero disminuiría su presión y su ritmo combativo convirtiendo sus ofensivas en mucho menos efectivas, puesto que podían ser soportadas mejor por el resistente y cerrado Hall a la espera del decisivo contragolpe en hook, directo o uppercut sin que los jueces pudiesen verse tan condicionados por los ataques del visitante. Eventualmente el veterano Hall, que cuenta con un excelente estado de forma, incluso tomaría la iniciativa y controlaría las acciones hasta que Guerrero, bastante precipitado, se lanzaría desordenado al ataque, recibiendo precisos contraataques de nuevo.
Finalmente, y con ambos empatados en la tarjeta de Bastión Boxeo, se llegó a unos últimos dos rounds que deberían haber sido decisivos. En el onceavo Guerrero nuevamente desplegó incontables puños para superar claramente a un Hall que tendría que haber recibido el descuento de un punto por su media decena de "cabezazos involuntarios". En el doceavo, que fue muy igualado, quizás el visitante hizo algo más para merecer anotárselo, aunque lo hiciera o no en nada hubiese modificado las tarjetas de los jueces. Éstos, de forma claramente localista, dieron triples cartulinas de 117-111 a favor de Stuart "Stuey" Hall 20(7KO)-4-2, que vencía por decisión unánime y se imponía en la eliminatoria final IBF del peso gallo. Si bien siempre se alzan voces recriminatorias cuando se afirma que un veredicto de los jueces ha sido injusto ¿Como se puede explicar tras ver el combate, en el que por varios minutos Guerrero superó en golpes conectados 10 por 1, que éste se llevase sólo tres asaltos? Resultaría totalmente aceptable tanto la victoria de Guerrero 24(16KO)-6-1 como la de Hall por margen de un punto, siendo igual de justo el empate, aunque no es posible afirmar, como lo hacen las tarjetas, que el local dominó la mayor parte de la contienda.
Sea como sea, y estando casi descartado que se pueda producir una revancha, el voluntarioso Hall, que no ofreció una mala pelea aunque esperó demasiado al contragolpe, se encamina ahora a un nuevo campeonato mundial en el que se medirá de forma mandatoria a un antiguo rival, su compatriota Lee Haskins, siempre y cuando éste venza en defensa voluntaria el 14 de mayo a Iván Morales. Probablemente, contando que Haskins posee un boxeo mucho más veloz, dinámico y preciso apoyado en demoledores golpes aislados, el ritmo calmado y el estilo excesivamente ortodoxo de Hall no sean suficiente, por lo que es posible que pueda volver a perder como ya lo hizo en 2012. Con todo, y aunque parece que el boxeo de Guerrero hubiese supuesto muchísimo mayores dificultades a la guardia baja elegida por Haskins, el combate entre Haskins y Hall es de los mejores que se puede ver en la floja división del peso gallo.
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